Michelle Bachelet

La historia de la civilización está escrita por aquellas mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela civilización, de un modo u otro,progrese.

Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Michelle Bachelet es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Michelle Bachelet es conocer más sobre etapa determinada de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que tuvo Michelle Bachelet en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para quienes conocieron a Michelle Bachelet, sino que tal vez legó una huella mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Michelle Bachelet de forma personal.Michelle Bachelet ha sido uno de esos seres humanos que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Michelle Bachelet, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Michelle Bachelet, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Michelle Bachelet, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Michelle Bachelet influenció, y por supuesto, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Michelle Bachelet.

Las biografías y las vidas de personas que, como Michelle Bachelet, atraen nuestra atención, deben ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Michelle Bachelet, el motivo por qué Michelle Bachelet vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Michelle Bachelet

(Michelle Bachelet Jeria; Santiago, 1951) Política chilena que fue la primera mujer que alcanzó la presidencia de la República. Tras un primer orden (2006-2010) en que su administración fue bien valorada por la mayoría de la ciudadanía, presentó nuevamente su candidatura en los comicios de presidentes de 2013, siendo escogida para un segundo orden (2014-2018). Socialista persuadida, Michelle Bachelet recorrió un largo sendero de mal y muerte antes de llegar a la primera magistratura del país. Su vida estuvo intensamente marcada por la trayectoria de su padre, el general de brigada aérea Alberto Bachelet, un militar de ideas liberales, próximo a la masonería, que tras el golpe para derrocar al gobierno de Augusto Pinochet (11 de septiembre de 1973) fue detenido y torturado hasta la desaparición.

Michelle Bachelet tuvo una niñez trashumante gracias a la profesión de su padre; entre 1962 y 1963 radicó con su familia en Estados Unidos. Acabada su capacitación secundaria en Santiago, en el año 1970 ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, mientras que empezaba a militar en la Juventud Socialista para respaldar la "Revolución a la chilena". Eran los días del gobierno de la Unidad Popular (UP), del que formaba parte su padre como solicitado de la Oficina de Distribución de Alimentos, cuya función era contrarrestar el boicot que campos de la derecha habían emprendido contra la administración de Salvador Allende.

En el campus universitario fue testigo del ataque militar al Palacio de la Moneda que el 11 de septiembre de 1973 derribó al gobierno democrático de Salvador Allende. El mismo día del golpe para derrocar al gobierno, el general Alberto Bachelet fue detenido acusado de traición a la patria. Apresado y torturado, murió seis meses después en la prisión.

El diez de enero de 1975, Michelle Bachelet y su madre, Ángela Jeria, fueron asimismo detenidas. Dos agentes de la DINA (la temida policía política de Pinochet) las llevaron a Villa Grimaldi, el sitio donde una cantidad enorme de chilenos fueron torturados a lo largo de la dictadura. Recuperada la independencia semanas después, madre y también hija viajaron como exiliadas a Australia, donde se juntaron con Alberto, el único hermano de Michelle, y después a la República Democrática Alemana.

Allí contrajo matrimonio con el arquitecto chileno Jorge Dávalos, padre de sus 2 hijos mayores, Sebastián y Francisca. Más tarde tuvo una tercera hija, Sofía. En Berlín ha podido Michelle proseguir sus estudios de Medicina, y a su regreso a Chile en 1979, volvió a las salas de la Escuela de Medicina de Santiago. Se licenció como médica cirujana en 1982, pero su petición para contemplar plaza en el sistema público de salud fue rechazada por causas políticas. Una beca de capacitación le dejó, en los 4 años siguientes, especializarse en pediatría y salud pública. No abandonó su activismo político y trabajó en una ONG de protección a la niñez, que ejercitaba trabajos concretas con los hijos de detenidos y desaparecidos en Santiago y Chillán.

Restaurada la democracia en 1990, Bachelet ingresó como epidemióloga en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente. Después se incorporó a la Comisión Nacional del SIDA, al paso que cumplía funcionalidades de asesoría en la OMS y en la Organización Panamericana de la Salud. Sus responsabilidades en el campo público se acrecentaron desde 1994, ahora con Eduardo Frei en el Palacio de la Moneda, en el momento en que se integró en el aparato del Ministerio de Salud como asesora de atención principal y administración de servicios de salud.

La incomodidad política de Bachelet en la última década del siglo apuntaba hacia la normalización de las relaciones entre el planeta civil y militar en un país que terminaba de dejar 17 años de férrea dictadura. Impulsada por la necesidad de saber las relaciones entre los dos estamentos, efectuó un curso sobre estrategia militar y ganó un beca para llenar estudios especialistas de defensa militar en Washington. Cuando regresó a Chile en 1998, su novedosa capacitación le dejó incorporarse como asesora al Ministerio de Defensa.

Entretanto, se consolidaba su ascensión en las filas del Partido Socialista. En 1995 fue escogida integrante del Comité Central y entre 1998 y 2000 formó una parte de su Comisión Política. Asumió responsabilidades de primer orden adelante de la campaña electoral de Ricardo Lagos que, transformado en presidente de Chile tras su victoria en las selecciones de enero de 2000, la nombró ministra de Salud. La reforma del sistema sanitario y la optimización de la atención principal concentraron los primordiales sacrificios a lo largo de su administración.

Tras la reforma de gabinete que emprendió Lagos en 2002, Bachelet fue designada titular del Ministerio de Defensa; un cargo que ninguna otra mujer había ejercido de antemano en toda América Latina. Durante su orden impulsó los proyectos de modernización de las Fuerzas Armadas (FACH) y del Ministerio, ingresó medidas para la igualdad de géneros en las fuerzas de seguridad y rehabilitó el servicio militar obligación.

Bachelet dejó la cartera de Defensa el 1 de octubre de 2004 para elaborar su candidatura a las selecciones de presidentes. Aún con varios meses por enfrente, las investigaciones de opinión respaldaban de manera conveniente a la ex- ministra como aspirante de la Concertación (PPD y PS) a la jefatura del Estado. Bachelet se impuso en la primera vuelta (45,9%), conmemorada el 11 de diciembre de 2005, pero sin el respaldo bastante para eludir una exclusiva solicitud. El triunfo de su capacitación en las legislativas, convocadas en exactamente la misma día, puso al centro-izquierda chileno con mayoría en el congreso y, por vez primera desde la reinstauración de la democracia, asimismo en el senado. Celebrada la segunda vuelta de los comicios el 15 de enero de 2006, Bachelet logró una cómoda victoria con el respaldo del 53,49% de los votos en oposición al 46,51% de su contrincante, el derechista Sebastián Piñera.

El último día del mes de enero, la presidenta elegida presentó su prometido gabinete igualitario y el 11 de marzo de 2006 su precursor le impuso la banda presidencial. En un país que en los comienzos del siglo XXI aún presentaba vestigios de una fuerte tradición conservadora, machista y clerical, Bachelet alcanzó el Palacio de la Moneda sin esconder sus credenciales al pueblo chileno: "soy mujer, socialista, divorciada y agnóstica". Prometió arrancar su programa de gobierno en cien días, con reformas de enorme intensidad en áreas como el sistema electoral y la seguridad popular. La siguiente es quizá una de sus declaraciones mucho más increíbles: "La política entró a mi vida destruyendo lo que mucho más amaba. Porque fui víctima del odio, he consagrado mi vida a revertir su garra y transformarlo en entendimiento, tolerancia y, por qué razón no decirlo, en amor".

Durante los cien primeros días de su orden Michelle Bachelet se concentró, de hecho, en cumplir las treinta y seis medidas a las que se había puesto en compromiso a lo largo de la campaña electoral. Entre estas disposiciones resaltaban las referidas a un nuevo servicio previsional, la reforma de la educación anterior a la escuela y una optimización de la calidad de vida en las ciudades. Pronto debió realizar en frente de una enorme movilización académico contra la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE), que significó el primer obstáculo de peso para su gobierno. El paro de los alumnos de secundaria (mayo), la posterior rehabilitación del gabinete (julio) y las críticas al diseño del nuevo servicio de transportes de Santiago ("crisis del Transantiago", primeros meses de 2007) provocaron que descendiese el índice de aceptación de su imagen, que bajó del 60% inicial al 54%.

Asimismo otras cuestiones han quedado atentos de solución, de forma especial la reforma del sistema electoral binominal, que según sus críticos actúa contra la representación de las minorías parlamentarias. Sin embargo, Bachelet recobró de modo progresivo el extenso reconocimiento de sus comienzos de presidentes merced a los adelantos en la investigación sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas a lo largo de la dictadura militar, a su resolución para afrontar los efectos de la crisis económica global sobre la economía chilena y al prestigio en todo el mundo ganado por el país, que acabó con la incorporación de Chile a la OCDE en el primer mes del año de 2010. Entre mayo de 2008 y agosto de 2009 se desempeñó como presidenta pro tempore de la Unión de Naciones de América del Sur (Unasur).

Bachelet llegó en el final de su administración con una alta aceptación por la parte de la ciudadanía chilena (80%), hecho que los investigadores adjudicaron tanto a la seguridad económica del país, enlazada en parte a las exportaciones de cobre, como al carisma de la líder. Tras culminar su orden en el tercer mes del año de 2010, Bachelet ejercitó distintos cargos en foros de discusión y organismos de todo el mundo. Entre septiembre de ese año y marzo de 2013 fue directiva ejecutiva de la recién construída Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (famosa como ONU Mujeres).

Después de dejar el organismo en todo el mundo, inmediatamente Bachelet logró pública su candidatura por Nueva Mayoría para las selecciones de presidentes de 2013, en cuya primera vuelta (17 de noviembre) consiguió el 46,7 % de los votos. En la segunda vuelta confirmó su liderazgo, al conseguir el 62,16% de los votos en oposición al 37,38% de su contrincante, Evelyn Matthei, aspirante de la derechista Coalición. De este modo Bachelet resultó escogida para un segundo orden presidencial, cuyo periodo se extendió desde el 11 de marzo de 2014 hasta el 11 de marzo de 2018.

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