La historia de la civilización está contada por aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela sociedad, de un modo u otro,progrese.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Maximiliano II es una de esas personas cuya vida, realmente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Maximiliano II es conocer más acerca de época determinada de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que atesoró Maximiliano II en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que trataron a Maximiliano II, sino que a caso produjo una señal mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Maximiliano II de forma personal.Maximiliano II ha sido un ser humano que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Maximiliano II, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Maximiliano II, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Maximiliano II, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Maximiliano II influenció, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Maximiliano II.
(Maximiliano II de Habsburgo o de Austria; Viena, 1527 - Ratisbona, de hoy Alemania, 1576) Emperador de Alemania (1564-1576). A la desaparición de su padre, Fernando I de Habsburgo, se transformó en emperador de Alemania y atrajo algunos recelos del Papado por su actitud condescendiente con los protestantes, en tanto que se había educado entre luteranos. Su política se fundamentó en buscar un consenso entre la religión católica y la rehabilitada, algo que no tuvo excelente resultados. En el exterior debió confrontar a un serio enfrentamiento con el Imperio Otomano: en 1566, el sultán Solimán el Magnífico marchó sobre Austria con un ejército de 300.000 hombres. La resistencia de la ciudadela de Szigeth detuvo el progreso turco lo bastante a fin de que acabase el verano, lo que, sumado a la desaparición del sultán, suprimió el riesgo. Aun de este modo, Maximiliano debió abonar un fuerte tributo económico para sostener la paz. Murió mientras que preparaba una intervención militar en Polonia, con el propósito de reclamar la Corona de este reino.
Hijo del emperador Fernando I y de Ana de Hungría, Maximiliano fue educado con su primo Felipe (el futuro Felipe II de España) con la supervisión del emperador Carlos V. En 1544 entabló guerra contra los franceses y tres años después, en 1547, participó en la Guerra de Esmalcalda. En 1548 casó con su prima María, hermana de Felipe II y también hija de Carlos V, con quien tuvo nueve hijos y seis hijas.
Rigió España desde 1548 hasta 1550, instante en el que modificaron bruscamente sus relaciones con la Casa Real de españa debido al conflicto con su tío, Carlos V, por la intención de este de trasmitir a su hijo la corona imperial. Maximiliano, sintiéndose alejado, estableció relaciones con los príncipes protestantes y con Pfaufer, predicador de la corte, empezado un progresivo y conocido acercamiento a las doctrinas protestantes de Lutero, si bien su conversión no llegó a hacerse pública por causas políticas.
En noviembre de 1562 Maximiliano fue escogido en Francfort como legítimo heredero y futuro emperador, siendo coronado ese año como rey de Bohemia, tras haberse puesto en compromiso fielmente con la fe católica; en 1563 se le proclamó rey de Hungría. En 1564, tras la desaparición de su padre, Fernando I de Habsburgo, recibió el título de emperador. Aspirante al trono de Polonia como sustituto de Enrique de Anjou, su opción fue desechada por el Parlamento polaco, que se decantó a favor de Esteban Báthory. Su gobierno se caracterizó por la tolerancia. Permitió a sus estados austriacos el libre ejercicio de la religión sin coerción alguna. Los principados protestantes alcanzaron bajo su reinado un régimen eclesiástico propio, y derogó en Bohemia los Convenios de Praga (1567). El papado no aprobó ciertas medidas político-religiosas que el emperador emprendió; por poner un ejemplo, negó la comunión con cáliz a los laicos o rehusó la oportunidad de que los curas que quisieran contrajesen matrimonio, por agredir de forma directa al espíritu de la contrarreforma.
El fallecimiento en España del príncipe Carlos fue comprendido por Maximiliano II como una exclusiva oportunidad de entrar al trono hispano. Casó en 1569 a su hija Ana con su primo hermano Felipe y, habilidosamente, fue poniendo al resto de sus hijos de una forma estratégico para entrar al trono de la monarquía hispana, cubriendo la eventualidad de una plaza libre. Perfectamente acoplados, devoción religiosa y también interés político volvieron a mudar de rumbo. Maximiliano regresó a la órbita de la vivienda Habsburgo de españa y del catolicismo, renegando en consecuencia del protestantismo y las ideas reformistas.
El periodo de tiempo que rigió Alemania se caracterizó por una relativa paz, rota prácticamente de forma exclusiva por el tema de Grumbach y la cuestión turca. En 1566, el Reichstag de Augsburgo le dio un considerable emolumento para la pelea contra el turco, que le dejó ejercer una política militar activa, sin conseguir enormes desenlaces. Destaca su participación en la guerra contra Solimán el Magnífico, aliado ocasionalmente con el príncipe Juan Segismundo de Siebenbürgen; a cargo de 80.000 hombres armados ubicados en Raab, Maximiliano logró habilidosamente repeler una enorme ofensiva turca.
La paz llegó en 1568, tras acordarse una tregua de ocho años con Selim II, sustituto de Solimán II, por la que las dos partes reconocían la situación de las novedosas conquistas. Maximiliano II de Habsburgo aprovechó la tregua para remarcar sus castigadas defensas en Hungría, tratando sin éxito eliminar el tributo que anualmente ofrecía a Selim. A su muerte, ocurrida en Ratisbona en 1576, le sucedió su hijo Rodolfo II como nuevo emperador.
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