Ya sea inspirando a otros seres humanos o formando parte de la acción. Martin Opitz es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Martin Opitz es comprender más sobre periodo preciso de la historia del género humano.
Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Martin Opitz, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de Martin Opitz, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Martin Opitz, personas a quienes de de una u otra forma Martin Opitz influenció, y ciertamente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Martin Opitz.
Vida y Biografía de Martin Opitz
(Brunzlau, 1597-Danzig, 1639) Poeta alemán. Cursó estudios de enseñanza media en Breslau y en Beuthen, y después pasó a la Universidad de Heidelberg (1619-20), esencial centro humanista y literario, que se vio obligado a dejar, no obstante, como consecuencia de unas relaciones cariñosas. Pasó ciertos meses en Holanda, donde entró en contacto con D. Heinsius, Vossius y otros eruditos holandeses; pasó el invierno en Jutlandia y enseñó en Transilvania (1622-23), retornando por fin a su Silesia.
Desde 1626, tornó parte de una manera activo en las luchas políticas y religiosas a lo largo de la guerra de los Treinta Años, y pese a su credo protestante entró al servicio del conde Aníbal von Dohna, que impuso, en nombre del emperador, la Contrarreforma en Silesia. En 1628 recibió en Viena un título nobiliario con el nombre de Opitz von Boberfeld; en París, en 1630, estuvo en ajustado contacto con Hugo Grocio. Después de la expulsión de Dohna, estuvo al servicio, desde 1632, de los duques protestantes Liegnitz y Brieg, y después de los suecos; en 1635 fue a parar a Polonia. Nombrado historiador de la corte polaca (1637), se estableció en Dantzig, donde murió de peste.
Bastante docto para ser incluido entre los eruditos, bastante mundano para ser considerado como hombre de sociedad, capaz, hábil, ambicioso, pero sin tener las talentos del genio, tuvo, no obstante, las características primordiales y suficientes para efectuar la intención que se había fijado (1617) en su Aristarchus sive de contemptu linguae Teutonicae, y poner con él la retrasada literatura alemana al nivel de la literatura renacentista europea y fundar una poesía artística nacional: elaboró los principios teóricos de exactamente la misma en el Libro de la poesía alemana (1624), que ejecutado sobre la falsilla de Vida, Ronsard y Scalígero, disfrutó de autoridad a lo largo de mucho más de un siglo.
En esta obra enunció Martin Opitz sus principios de pureza lingüística, reguló la acentuación, ingresó el verso alejandrino, caracterizó los géneros poéticos, trató del empleo de la mitología, etcétera.; añadió a la teoría y a los preceptos rebosantes ejemplos prácticos reunidos en Poesías alemanas (1624). Opitz cultivó prácticamente todos los géneros: la poesía religiosa con los Salmos (1624, 1637) y el Cantar de los cantares (1627), el poema épico con Jonás (1628), la poesía didáctica con Zlatna (1623), Poesías consoladoras en la contrariedad de la guerra (1633), Vesuvius (1633); la catástrofe con Las Troyanas (1625 y Antígona (1636); el drama pastoril (Daphne, 1627, según el modelo de Rinuccini, y Judith, 1635); y la novela, con Argenis (1626) y Pastoral de la ninfa Hercinia (1630).
Hablamos de una producción escasamente original: radica, por norma general, en traducciones textuales o arreglos o imitaciones de modelos latinos, helenos, italianos, franceses, holandeses y también ingleses, todo con la intención de probar a sus contemporáneos que la lengua alemana asimismo podía ser pulimentada, muy elegante y espiritual. Hasta muy entrado el siglo XVIII Opitz fue considerado como indisputado modelo, y todavía hay que admitir en él al principal creador de la novedosa poesía alemana y antecedente literario importante de un Goethe, de un Schiller y de un Hölderlin.
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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Martin Opitz, que tuvo su trascendencia en una época concreta, es fundamental intentar brindar una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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