Martha Graham

La historia del mundo la escriben aquellas personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado quela sociedad, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo parte de la actuación. Martha Graham es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Martha Graham es comprender más sobre un periodo concreto de la historia del género humano.

Vida y Biografía de Martha Graham

(Allegheny, Estados Unidos, 1894 - Nueva York, 1991) Coreógrafa y bailarina estadounidense. La renovación experimentada por el lenguaje de la danza a lo largo del siglo XX tuvo uno de sus puntales en la aportación de esta bailarina. Según su concepción, la danza, como el drama hablado, debe examinar la esencia espiritual y sensible del humano.

En este sentido es como hay que interpretar coreografías tan originales en su día como Frontier, estrenada en 1935, y Carta al planeta, de 1940, o toda la serie de trabajos que efectuó sobre temas de la mitología tradicional, como Errand into the Maze (1947), Viaje nocturno (1948), Alcestis (1960), Fedra (1962) y Circe (1963). En una órbita diferente y mucho más usual se ubica uno de sus mayores éxitos: Primavera apalache (1944), con música de Aaron Copland, ejemplo del interés de Graham por las danzas indias. En 1980 su estilo viró hacia el neoclasicismo. De su compañía han surgido ciertas enormes figuras del ballet contemporáneo, como Merce Cunningham.

Martha Graham se formó en la escuela de danza Denishawn de Los Ángeles, donde tuvo como instructores a Ted Shawn y Ruth Saint Denis. En 1923 se trasladó a Nueva York y también intervino en distintas producciones de Broadway. Allí dirigió asimismo, entre 1924 y 1925, la sección de danza de la escuela de música Eastman en Rochester. En 1926 creó su compañía y comenzó a elaborar sus coreografías, destinadas a marcar la narración de la danza.

Desde sus primeras coreografías, Martha Graham rehuyó la exuberancia de las producciones de Denishawn y apostó por una facilidad espartana tanto en el vestuario como en la escenografía; su peculiar línea de danza, de movimientos severos y angulosos, ocasionó al comienzo rechazo, pero su fuerte expresividad le dio próximamente seguidores incondicionales. A la vez que creaba sus coreografías, desarrolló distintas técnicas con las que formó a jóvenes bailarines, y que incluían trabajos de tensión y relajación y de armonización de movimiento y respiración.

A partir de 1934, Graham se sirvió de forma exclusiva de música en especial compuesta para ella para elaborar sus coreografías. Contó para esto con la colaboración de relevantes músicos norteamericanos como William Schuman, Aaron Copland y el que fue a lo largo de una gran parte de su trayectoria su directivo musical y colega, Louis Horst. En sus últimos montajes ahondó en la utilización expresivo, en ocasiones simbólico o alegórico, del vestuario, la iluminación y el diseño escenográfico, para el que contó con artistas como el escultor Isamu Noguchi.

Sus trabajos de los años veinte y treinta pusieron de manifiesto su actitud contra la injusticia popular: Revuelta (Arthur Honegger, 1927), Inmigrant (Josip Slavenski, 1928), Cuatro insinceridades (Sergei Prokofiev, 1929) y Lamentation (Zoltán Kodály, 1930). Mostró asimismo su interés por la tradición india en Primitive Misterys (Louis Horst, 1931), Frenetic Rhythms (1933) American Provincials (Louis Horst, 1934) y Frontier (Louis Horst, 1935). Este último trabajo, de siete minutos de duración y considerablemente más dramatizado, evocaba la aventura de una campesina de america en el tiempo de los vanguardistas.

Ciertos de sus trabajos siguientes mostraron un claro deber político. Dedicó Deep Song (Henry Cowell, 1937) al padecimiento de la mujer a lo largo de la guerra civil de españa. Su rechazo al nazismo ocasionó su negativa a accionar en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Berlín (1936). En 1937 creó la coreografía American document, una historia condensada de los Estados Unidos que representó en la Casa Blanca, frente al presidente Franklin D. Roosevelt.

Al lado de Carta al planeta (1940), inspirada en la vida y obra de la versista estadounidense Emily Dickinson, de los años 40 resaltan Viaje nocturno (William Schuman, 1948) y Primavera apalache (Aaron Copland, 1944), 2 coreografías que serían llevadas a la enorme pantalla. Ambientada a inicios del siglo XIX, Primavera apalache narraba la narración de una muchacha pareja en una pequeña red social de la frontera de america, apuntada por un adulto mayor vanguardista. Centrada en las opiniones, temores y esperanzas en la novedosa tierra de los personajes principales, se transformó próximamente en una obra tradicional de la danza.

Retirada como bailarina en 1970, prosiguió en activo como coreógrafa; todavía en 1984, con noventa años de edad, preparó la de La consagración de la primavera de Stravinski. En 1973 se publicó Notas de Martha Graham, obra que proporciona un testimonio sobre la inspiración de sus mucho más de ciento ochenta trabajos.

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