Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la trascendencia que detentó Marian Anderson en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a Marian Anderson, sino que a caso dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Marian Anderson personalmente.Marian Anderson ha sido una persona que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Marian Anderson, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo esencial para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Marian Anderson, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Marian Anderson, personas a quienes de de una forma u otra Marian Anderson influyó, y desde luego, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Marian Anderson.
Las biografías y las vidas de personas que, como Marian Anderson, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Marian Anderson, el motivo por qué Marian Anderson vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Filadelfia, 1902 - Portland, 1993) Contralto estadounidense. Inició estudios de violín a los diez años para proseguir a los catroce con estudios de canto en su localidad natal con Mary Saunders Patterson, Agnès Reifsneider, Frank La Farge y Giuseppe Boghetti, merced a las aportaciones de los integrantes de su parroquia. Debutó en 1923 con la Sociedad Filarmónica de Filadelfia. Tras ganar el premio de canto de la Filarmónica de Nueva York, con el aria "O mio Fernando" de La Favorita de Bellini, actuó como artista de concierto desde 1925 en su país.
En 1931 se trasladó a Europa becada por el filántropo de Chicago Julius Rosenwald, y se presentó trinufalmente en Berlín en 1931. Realizó múltiples giras por Europa, de las que resalta en especial la de los países escandinavos, donde fue condecorada por Gustavo V de Suecia y donde el compositor Jean Sibelius le dedicó la canción Solitude. Asimismo, estudió Carmen de Bizet en Rusia bajo la dirección de Stanislavsky.
En 1936 actúa frente al presidente Roosevelt en la Casa Blanca y también incia una extensa da un giro de sobra de setenta recitales a lo largo de los siguentes tres años. A pesar de esto, en 1939, una reconocida asociación femenina vetó su actuación en el Constitution Hall de Washington por fundamentos racistas. La queja, que encabezó nuestra mujer del presidente Roosevelt, concluyó con un increíble concierto de la artista en la escalinata del monumento a Lincoln el domingo de Resurrección de ese año. No fue la única degradación a la que Anderson fuera doblegada por fundamentos raciales, si bien contó, por otra parte, con varios defensores y logró ser la primera artista de raza negra en accionar en el Metropolitan de Nueva York, en 1955, donde comenzó con Ulrica, la hechicera negra de Un Ballo in Maschera de Verdi.
Marian Anderson se dedicó con una mayor frecuencia al concierto, campo en el que resaltó por su utilidad y por su sencillez para los lenguajes (llegó a cantar en nueve diferentes). Fue increíble intérprete de los "lieder" de Schubert y Schumann. Considerada por Toscanini como la voz del siglo, su interpretación resulta estremecedora en piezas como La muerte y la doncella de Schubert o Stille Tränen (Lágrimas sigilosas) de Schumann, que interpretó transportada una cuarta bajo su tono original (la parte es paticularmente aguda), prestándole un coloración vocal totalmente diferente a la frecuente.
En 1942, estableció un premio en todo el mundo con su nombre y, tras la guerra, efectuó una extensa da un giro mundial a solicitud del gobierno americano. Convertida en una institución, fue nombrada integrante de la delegación de america en las Naciones Unidas por el presidente Eisenhower y cantó en las juras de los presidentes Eisenhower y Kennedy. En 1965 se despidió de los niveles con un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
A lo largo de su trayectoria, publicó los libros What a morning! (memorias) y My Lord, y recibió condecoraciones como la Medalla de la Libertad (1962) la Medalla de Honor del Congreso y la Medalla Nacional de las Artes (1986). En 1991, se le dio un premio Grammy por su trayectoria.
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Sin duda descubrir en lo más recóndito a Marian Anderson es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Marian Anderson es una especie de rompecabezasque con toda probabilidad consigamos reconstruir si contribuimos conjuntamente.
Por ese motivo, si eres de aquellos que creen en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y detentas información con respecto a la biografía de Marian Anderson, o en relación con algún elemento de su figura u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Marian Anderson, que poseyó su trascendencia en una época determinada, es esencia intentar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conocimientos tienes tú acerca de Marian Anderson. Estaremos complacidos de perfeccionar esta biografía con más información.