La historia de la civilización la cuentan los hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel género humano, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Marcos Redondo es una de esas personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Marcos Redondo es comprender más acerca de una época concreta de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la importancia que tuvo Marcos Redondo en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo mientras estuvo en la tierra fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Marcos Redondo, sino que a caso legó una señal mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Marcos Redondo personalmente.Marcos Redondo fue uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Marcos Redondo, seducen nuestra atención, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Marcos Redondo, el motivo por el cual Marcos Redondo vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Pozoblanco, 1893 - Barcelona, 1976) Cantante español de ópera y zarzuela, considerado entre los vocalistas líricos españoles mucho más esenciales del siglo XX, no solo por su extendida carrera de sobra de treinta y cinco años y por la intensa actividad que desarrolló (llegó a cantar trescientas sesenta y 2 zarzuelas en un año), sino más bien más que nada por sus geniales características artísticas. Marcos Redondo tenía una voz de barítono fuerte, prácticamente de tenor, que manejaba a su antojo según lo requiriese el papel; combinó brillo y pureza con expresividad, lo que unido a un timbre característico, personal, dio como resultado unas interpretaciones bien difíciles de sobrepasar.
Comenzó a cantar muy de niño en el coro de la catedral de Ciudad Real, adonde le habían llevado a vivir con sus abuelos tras la desaparición de su padre. En el Teatro Circo de esa localidad efectuó sus primeras actuaciones, cantando unas romanzas de ópera y zarzuela. Ya en Madrid, ingresó en el Conservatorio de la ciudad más importante donde recibió clases de Ignacio Tabuyo, magnífico educador de voces, al tiempo que ganaba algún dinero como cantor de Iglesia.
En 1915 participó con un papel secundario en una Traviata representada en el Teatro Real, y con esta obra se presentó en 1919 en el Gran Teatro de Madrid con la una parte de Germont. El mismo año se desplazó a Italia -donde había estado previamente formando repertorio con los profesores Franceschi y Bettinelli- para ofrecer una sucesión de recitales en teatros de provincias que empezó con La forza del destino en Monza.
En 1923 comenzó en el Liceo de Barcelona, cuya temporada con Manon Lescaut, de Puccini; en esta temporada ahora había alcanzado un cierto renombre en la ópera, reafirmado con una exclusiva da un giro por Italia y otra en México y Cuba. De su repertorio operístico asimismo recalcaron La preferida, Los Payasos, Il piccolo Marat y una Carmen al lado de Conchita Supervia y Antonio Cortis.
En 1924 pasó a cantar zarzuela convencido por el empresario José Gisbert, de entrada a lo largo de solo tres meses, pero su debut con El dictador en el Teatro Novedades supuso tal éxito que desde ese momento se transformó en figura indiscutible del género, a la altura de un Sagi Barba o Luis Almodóvar. Además, la zarzuela disfrutaba en esos años de enorme popularidad y los hombres de negocios pagaban altas remuneraciones.
Fue singularmente ovacionado con La calesera, en homenaje a su creador Francisco Alonso. Entre los estrenos, resaltó en múltiples proyectos simbólicas del profesor Sorozábal: Katiuska, en 1931, en el Teatro Rialto de Madrid acompañado de Conchita Panadés; La tabernera del puerto, en 1936, en el Tívoli de Barcelona; y Black el payaso en el Teatro Coliseum de la región condal, en 1942. También estrenó El cantar del arriero, de Díaz Giles, con Selica Pérez Carpio, y El gaitero de Gijón, de Romo, por ejemplo. Se retiró en 1957 cantando La joda en Madrid y La dogaresa en Barcelona, al lado de los pertenecientes de la agrupación lírica que llevaba su nombre.
¿Qué te ha parecido la vida de Marcos Redondo? ¿Has podido leer la información que pensabas que ibas a encontrar?
Está claro que conocer profundamente a Marcos Redondo es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Marcos Redondo es una especie de puzzleque con toda probabilidad logremos rehacer si contribuimos todos a la vez.
Debido a esto, si eres de las personas que confían en que colaborando existen posibilidades de crear algo mejor, y tienes información sobre la biografía de Marcos Redondo, o sobre algún elemento de su personalidad u obra que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Marcos Redondo, que detentó su relevancia en una época concreta, es vital tratar de mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué sabes tú con respecto a Marcos Redondo. Estaremos muy contentos de poder completar esta biografía con más información.