Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que tuvo Marcella Sembrich en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes frecuentaron a Marcella Sembrich, sino que a lo mejor produjo una huella mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Marcella Sembrich de modo personal.Marcella Sembrich fue una de esas personas que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Marcella Sembrich, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de apreciar no sólo la vida de Marcella Sembrich, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Marcella Sembrich, personas a quienes de de una u otra forma Marcella Sembrich influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Marcella Sembrich.
Las biografías y las vidas de personas que, como Marcella Sembrich, cautivan nuestra atención, deben valernos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Marcella Sembrich, porqué Marcella Sembrich vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Prakseda Marcelina Kochanska; Wisniewczyk, 1858 - Nueva York, 1935) Soprano polaca nacionalizada estadounidense, considerada la mejor soprano coloratura de su tiempo. Su padre, el violinista Kasimierz Kochanski, le enseñó a tocar el violín y el piano. En 1869, en el momento en que solo contaba 11 años, ingresó en el Conservatorio de Lemberg para recibir enseñanzas del pianista Wilhem Stengel (1846-1917), quien se transformaría en su porvenir marido.
En 1874, Franz Liszt la escuchó cantar y le sugirió que cultivara sus características vocales. A raíz de estos consejos, decidió estudiar con V. Rokitansky en Viena y con G. B. Lamperti el joven en Milán. Posteriormente trabajó en hondura el repertorio alemán con Richard Lewy.
Comenzó en Atenas en 1877, en el papel de Elvira de I puritani de Bellini. Al año siguiente cantó Lucia de Lammermoor en Dresde, y después triunfó con exactamente el mismo papel en el Covent Garden londinense (junio, 1880), lo que le permitió conseguir un contrato para cantar allí regularmente. En 1882 cantó Amleto de Franco Faccio en el Teatro Real de Madrid, y por año siguiente interpretó en el Metropolitan de Nueva York distintos permisos de óperas italianas como Rigoletto, Traviata o El Barbero de Sevilla.
A lo largo de las próximas temporadas, Sembrich cosechó triunfos en los primordiales teatros del conjunto de naciones: Théâtre Italien de París (1884), San Carlos de Lisboa (1885) y Teatro de la Ópera de Montecarlo (1893-94), entre otros muchos. Además, empezó a tomar enseñanzas de F. Lamperti en Milán.
Dado el enorme éxito logrado en Nueva York, Sembrich volvió a la compañía del Metropolitan en 1898 y continuó en ella hasta 1909, año en el que se festejó una gala de despedida en su honor. Tras su etapa en Estados Unidos, su trayectoria se centró en la interpretación de lieder, género del que dio recitales en Alemania, Austria, Francia, Rusia y España. En 1917 se causó su retirada determinante de los niveles, lo que la llevó a ocuparse de lleno a la pedagogía musical.
Desde 1924 dio clases en la Escuela de Perfeccionamiento de Canto en el Curtis Institute of Music de Filadelfia, tal como en la Juilliard School of Music de Nueva York. Tuvo refulgentes pupilas de la talla de Dusolina Giannini, Hulda Lashanska o Maria Jeritza. En verano dio enseñanzas de canto a riberas del Lago George, en el estado de Nueva York, rincón donde se ha construido un museo destinado a la ópera en su memoria.
Combinaba una técnica deslumbrante con un lirismo puro. Sus permisos mucho más populares fueron los del repertorio italiano: el de Lucia (Lucia de Lammermoor, de Donizetti), los verdianos de Violetta (La Traviata) y Gilda (Rigoletto), y Rosina de El Barbero de Sevilla. Los papeles de Mozart en los que se especializó fueron los de Zerlina, Susanna y la Reina de la Noche. Su repertorio incluía asimismo un personaje wagneriano: Elsa de Lohengrin. También era una señalada pianista, y a veces efectuó duetos con el asimismo pianista Paderewski.
¿Qué te ha parecido la vida de Marcella Sembrich? ¿Hallaste toda aquella información que suponías que ibas a encontrar?
Evidentemente conocer en profundidad a Marcella Sembrich es algo que se reserva a escasas personas, y que intentar reconstruir quién y cómo fue la vida de Marcella Sembrich es una suerte de puzzleque probablemente consigamos reconstruir si cooperamos todos a la vez.
Por eso, si eres del tipo de personas que creen en que de forma colaborativa es posible hacer algo mejor, y detentas información con respecto a la biografía de Marcella Sembrich, o acerca de algún detalle de su persona u obra que no se observe en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Marcella Sembrich, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es fundamental tratar de ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué sabes con respecto a Marcella Sembrich. Estaremos ilusionados de completar esta biografía con más información.