Ya sea inspirando a otras personas o siendo parte de la actuación. Marcel Aymé es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Marcel Aymé es conocer más acerca de periodo preciso de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que detentó Marcel Aymé en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Marcel Aymé, sino que posiblemente legó una huella mucho más profunda de lo que logremossospechar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Marcel Aymé personalmente.Marcel Aymé ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Marcel Aymé, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo esencial para que podamos apreciar no sólo la vida de Marcel Aymé, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Marcel Aymé, gentes a quienes de un modo u otro Marcel Aymé influenció, y sin duda, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Marcel Aymé.
Las biografías y las vidas de personas que, como Marcel Aymé, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Marcel Aymé, el motivo por qué Marcel Aymé vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.
(Joigny, 1902 - París, 1967) Escritor francés. Se quedó huérfano prontísimo y su niñez transcurrió en Villers-Robert, en la zona del Jura, donde sus abuelos maternos tenían una pequeña factoría de ladrillos. Después estuvo de adentro en el instituto de Dôle, pero, tras cursar el bachillerato elemental de matemáticas, debió interrumpir sus estudios por causas de salud. Entre 1922 y 1923 prestó su servicio militar en la Rumania ocupada.
Después se estableció en París, reinició sus estudios de matemáticas y, para sostenerse, trabajó en los oficios mucho más distintos. Pero una segunda patología lo sumió en una extendida convalecencia, que pasó en su pueblo natal donde, para vencer el aburrimiento, escribió su primera novela, Brûlebois. Cuando se publicó, en 1926, consiguió el premio de la Société des Gens des Lettres. Después de 2 novelas mediocres, Aller-retour (1927) y Les Jumeaux du diable (1928), consiguió en 1930 el Premio Renaudot con La Table-aux-Crevés.
En 1933 alcanzó el reconocimiento con La yegua verde, original fresco de vida rural, y desde este instante ha podido ocuparse enteramente a la actividad literaria. Sus novelas, de periodicidad de forma anual y con un lenguaje singular que plasma prácticamente miméticamente la vasta gama de sus individuos, se ofrecen crear un cuadro de prácticas de la Francia de la primera mitad del siglo XX: la experiencia del Frente Popular en Travelingue (1941), la atmósfera de la ocupación en Le chemin des écoliers (1946) o la de la liberación en Urano (1948).
Pero de este realismo nace en ocasiones una manera personal de relato fabuloso: en el prosaísmo de lo diario, y para cambiar alguna situación, introduce lo mágico y lo fantástico con extrema naturalidad. Ejemplos agraciados de esta técnica son sus compilaciones de novelas: Le Puits aux images (1932), Derrière chez Martin (1938), Cuentos del gato subido (1939), El atraviesamuros (1943) y En arrière (1950).
Esta aptitud de transfigurar lo diario la podemos encontrar asimismo en sus proyectos teatrales. Después de Luciana y el carnicero (redactada en 1932 y representada en 1947), desmitificadora historia de la mujer de un tímido relojero que, para librarse de la atmósfera provinciana, rompe con cualquier tabú, Clérambard (1950) y Los pájaros de luna (1956) vuelven a ofrecer un deslizamiento de la verdad hacia lo fabuloso, según el modelo ahora experimentado en sus novelas. En cambio, con La cabeza extraña (1952), vigoroso ataque a la Magistratura, La Mouche bleue (1957), sátira de la sociedad de norteamérica, y Louisiane (1961), áspera crítica al racismo, Marcel Aymé se revela como un consumado creador satírico.
Lo atípico de la vasta obra de Aymé, siempre y en todo momento ajeno de las directivas de la literatura moderna, ha obstaculizado una opinión crítica precisa. Además, sobre el escritor ha pesado su falta de deber a lo largo de la ocupación alemana y, si a esto se añade que en Le confort intellectuel, un ensayo anunciado en 1949, Aymé se declaraba contrincante del existencialismo, de la poesía hermética y de los primeros intentos de elaboración del "nouveau roman", se puede entender mejor por qué razón quedó en la sombra su situación.
¿Qué opinas de la vida de Marcel Aymé? ¿Has encontrado toda aquella información que deseabas hallar?
Evidentemente conocer en profundidad a Marcel Aymé es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Marcel Aymé es una suerte de enigmaque con toda probabilidad alcancemos a reconstruir si colaboramos todos a la vez.
Por esta razón, si eres de esas personas que creen en que de forma cooperativa existen posibilidades de crear algo mejor, y conservas información con respecto a la vida de Marcel Aymé, o en relación con algún peculiaridad de su persona u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Marcel Aymé, que poseyó su trascendencia en una época determinada, es indispensable intentar ofrecer un panorama de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú con respecto a Marcel Aymé. Estaremos ilusionados de poder completar esta biografía con más información.