Manuel Zeno Gandía

La historia de la civilización está escrita por los hombres y mujeres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel género humano, de una forma u otra,avance.

Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Manuel Zeno Gandía es una de las personas cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Manuel Zeno Gandía es conocer más sobre un periodo concreto de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que detentó Manuel Zeno Gandía en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que trataron a Manuel Zeno Gandía, sino que quizá dejó una huella mucho más insondable de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Manuel Zeno Gandía en persona.Manuel Zeno Gandía fue una persona que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Manuel Zeno Gandía, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo esencial para que podamos apreciar no sólo la existencia de Manuel Zeno Gandía, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Manuel Zeno Gandía, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Manuel Zeno Gandía influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Manuel Zeno Gandía.

Vida y Biografía de Manuel Zeno Gandía

(Arecibo, Puerto Rico, 1855 - Santurce, Id., 1930) Médico y escritor puertorriqueño. Zeno Gandía estudió medicina y cirugía en Madrid, donde se graduó en 1874. En 1875 aprobó los exámenes de médico. Se trasladó a Francia para su internado.

Regresó a Puerto Rico en 1876, dedicándose a ejercer como médico, tal como al periodismo, la política y las letras. Fundó el primer Partido Autonomista y fue encargado a la Asamblea Constituyente del Partido Autonomista conmemorada en Ponce en 1887.

Desde 1898 Manuel Zeno Gandía se identifica mucho más como hombre público. Después de la Guerra Hispanoamericana, en 1898, integró un conjunto conformado por Eugenio María de Hostos, Henna y otros, cuyo propósito consistía en pedir al mandatario de EEUU McKinley el derecho de Puerto Rico a saber su destino político. Fue el primero en ofrecer la fundación de un partido independentista en Puerto Rico. Bajo el régimen estadounidense fue encargado de la Cámara en 1900 y 1907.

La poesía de Manuel Zeno Gandía figura en el Parnaso Puertorriqueño (1920) de Enrique Torres Rivera, en el Nuevo Cancionero de Borinquén, en 1872, en la Antología de Poetas Puertorriqueños (1879), y la Antología de la poesía galáctica puertorriqueña (2002) de Manuel de la Puebla, por ejemplo. En su etapa periodística, ejercitó como redactor de La Opinión, periódico fundado por él en 1900. Fundó en Ponce El Estudio en 1896 adjuntado con de Amy Braschi. Compró y dirigió de 1902 a 1914 La Correo. Durante su incursión en este último periódico importó a Puerto Rico el primer monotipo y la primera rotativa tubular, además de otras reformas de diversa índole.

Sobre todo resulta mucho más famosa su tarea novelística obtenida bajo el nombre de la serie que tituló como Crónicas de un planeta enfermo. Dentro de esta serie, La charca (1894) es su obra de mayor importancia popular y literaria, y forma una magnífica radiografía de la pobreza que circunda a los braceros, pero asimismo una firma demanda de los peores vicios sociales (como la usura) y un aldabonazo en las conciencias de los ilustrados, inútiles de llevar a la práctica los avances sociales que, teóricamente, defienden.

Garduña (1896) aborda una situación popular muy similar, aquí plasmada en la carencia de escrúpulos del letrado homónimo, quien sale airoso en sus innobles intrigas merced a la pobreza ética y al egoísmo de una red social en medio de una descomposición, reflejada por Zeno Gandía como un campo abonado para los turbios intereses de abogados, mercaderes, prestamistas y demás mediadores que previenen, con sus artimañas, la justa distribución de la riqueza y el avance de todos y cada uno de los conjuntos sociales. Y exactamente el mismo encono contra los causantes del inmovilismo en las sociedades latinoamericanas de finales del XIX y inicios del XX da sentido a El negocio (1922).

Demasiado representativa de las ideas políticas del doctor Zeno Gandía es la última novela que concluyó en vida, Redentores (1960), entre los primeros contenidos escritos de las Letras puertorriqueñas que aborda el fenómeno de la emigración a los Estados Unidos de América. Sin embargo, la tensión generada en sus páginas no procede del combate entre puertorriqueños y norteamericanos, sino de las posiciones encontradas que defienden los individuos estadounidenses, divididos entre los defensores a ultranza del espíritu imperialista y los incondicionales de los derechos soberanos de Puerto Rico. Áureo del Sol, entre los personajes principales de esta obra, encarna la forma de pensar acomodadiza -objeto de la crítica de Zeno Gandía- de esos puertorriqueños que, en función de sus intereses, apoyaron las acciones de los estadounidense imperialistas.

Zeno Gandía, exactamente la misma Balzac y Pérez Galdós, representa un cosmos narrativo en el que sus individuos se muestran en múltiples narraciones o tienen especificaciones recurrentes con distintas nombres. La sociedad con sus tipos representativos es el eje de sus novelas. Una colectividad degradada por sus pasiones y empeorada por el colonialismo, primero bajo España y después bajo Estados Unidos de Norteamérica.

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Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Manuel Zeno Gandía, que tuvo su significación en un momento concreto de la historia, es indispensable intentar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

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