Ya sea inspirando a otras personas o tomando parte de la acción. Manuel Montt es uno de esos sujetos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Manuel Montt es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que detentó Manuel Montt en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para quienes frecuentaron a Manuel Montt, sino que a lo mejor legó una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Manuel Montt personalmente.Manuel Montt fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Apreciar las luces y las sombras de las personas significativas como Manuel Montt, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de apreciar no sólo la existencia de Manuel Montt, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Manuel Montt, gentes a quienes de de una u otra forma Manuel Montt influenció, y ciertamente, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Manuel Montt.
(Manuel Montt Torres; Petorca, Chile, 1809 - Santiago de Chile, 1880) Político chileno que fue presidente de la República entre 1851 y 1861. A pesar de su ideología conservadora y de su actitud déspota, a lo largo de sus 2 ordenes se causó un profundo avance económico y cultural, y su administración fue entre las mucho más activas de la historia chilena. Reeligido en 1856, tuvo que confrontar tanto a los ultraconservadores católicos gracias a su política reformista como a los liberales por sus métodos antidemocráticos. Hacia finales de su segundo orden, en 1859, su actitud inflexible, la recesión económica y los miedos liberales a su presunto sustituto, Antonio Varas, provocaron una rebelión. Montt prefirió dar su seguridad al moderado José Joaquín Pérez, quien le sucedió adelante de la República en 1861.
Nativo de el seno de una familia de pocos elementos económicos, Manuel Montt ha podido formarse merced a una beca en el Instituto Nacional, donde empezaría además de esto una meteórica carrera: fue inspector, instructor de derecho civil y después rector de tal lugar de enseñanza (1835). Se había recibido de letrado en 1831. A la edad de 29 años fue designado ministro interino de la Corte Suprema y a los 32 la encabezó. Fue diputado por Vallenar y en 1840 fue escogido por Valparaíso y Casablanca. En exactamente el mismo año fue escogido presidente de la cámara de miembros del congreso de los diputados.
Al año siguiente el presidente Joaquín Prieto lo nombró ministro del Interior y de Relaciones Exteriores y Culto. De forma simultánea sirvió interinamente en los ministerios de Hacienda y Guerra. El nuevo presidente, Manuel Bulnes, lo designó ministro de Justicia y también Instrucción Pública, y fue él quien escogió a Andrés Bello como primer rector de la Universidad de Chile y a su amigo Antonio Varas para el Instituto Nacional. Al argentino Domingo Faustino Sarmiento se le encargó la apertura de la Escuela Normal de Preceptores.
Simultáneamente continuó en su cargo de parlamentario. En 1843 fue escogido por Petorca, su tierra natal. En 1845 cambió de ministerio y aceptó el de Interior y Relaciones Exteriores. Gracias a sus diligencias como ministro, ha podido ser reelecto para un nuevo periodo (1845-1851). En 1846 volvió a su cargo parlamentario siendo reelecto diputado. Posteriormente fue escogido presidente de la cámara de miembros del congreso de los diputados hasta 1849. Ejerció, además de esto, su profesión de letrado, resaltando siempre y en todo momento por su honradez y responsabilidad.
En las postrimerías del gobierno de Bulnes, la situación política se había difícil. La oposición se había unido al alero del Club de la Reforma y de la Sociedad de la Igualdad de Francisco Bilbao. Dos alzamientos, uno en San Felipe y otro en Santiago, fueron reprimidos por Bulnes. En medio de este caos se festejaron las selecciones de presidentes. Manuel Montt consiguió un arrollador triunfo en las urnas en frente de su contrincante el coronel José María de la Cruz, gobernador de Concepción. Por primera oportunidad desde su Independencia, el país elegía a un civil como presidente. No admitiendo, no obstante, el resultado de las urnas, José María de la Cruz se levantó en armas en Concepción. Luego le prosiguieron Coquimbo y La Serena. Bulnes en persona dirigió las fuerzas constitucionales y derrotó a los rebeldes en Loncomilla, tras lo que el contrincante capituló. La Serena se encontraba asediada por las fuerzas gobiernistas y la localidad se entregó.
La presidencia de Montt
Montt aceptó la presidencia de la República el 18 de septiembre de 1851, y sostuvo en el Ministerio del Interior a Varas, adjuntado con el que formó un eficaz aparato que ha podido llevar adelante un elevado número de proyectos. Ejerció el poder amparándose en la legalidad déspota natural de 1833, con lo que recurrió a las facultades poco comúnes las ocasiones que lo requirió. Entendía el Ejecutivo como la superior encarnación del Estado, con lo que los conjuntos políticos y sociales debían subordinarse disciplinadamente a él.
Su administración se caracterizó por los adelantos conseguidos en educación, proyectos públicas, administración del Estado, expansión y también integración territorial. Dictó la ley de educación principal que reguló la actividad y dejó acrecentar múltiples ocasiones el número de estudiantes; creó la Sociedad de Instrucción Primaria, varias bibliotecas y el Observatorio Astronómico de Santiago; en proyectos públicas, impulsó las comunicaciones telegráficas, creando el servicio entre Santiago y Valparaíso, que entonces extendió a San Felipe y Talca; las líneas ferroviarias asimismo nacieron llegando a Quillota y San Fernando; fomentó las líneas de navegación en el litoral y a Europa, Callao y Buenos Aires; edificó centros de salud y inmuebles públicos para intendencias y gobernaciones y también inició la construcción del edificio del Congreso Nacional.
Además tuvo particular interés por dotar a la agricultura de varios canales de regadío y tranques; ordenó la administración del Estado y las ocupaciones privadas con la promulgación de las leyes de sociedades anónimas, la reglamentación del crédito, la reformulación de las leyes de patentes y papel sellado; decretó el Código Civil, redactado por Andrés Bello; creó la Caja de Crédito Hipotecario y la Caja de Ahorros; aumentó el circulante con emisión de billetes con resguardo en oro; dictó la ley de municipalidades; y creó un moderno servicio de correos con empleo de sellos postales. En otro orden de cosas, fortaleció la política de colonización, tanto en la región de Los Lagos como en el ajustado de Magallanes y la Patagonia; y firmó un tratado con Argentina que contempló por vez primera el arbitraje.
Las selecciones parlamentarias de 1858 fueron ásperas. El gobierno, a través de enmascarada intervención, ganó extensamente, pero los desenlaces no fueron admitidos por los contrarios. El conservadurismo gobernante se había dividido un par de años antes a causa del enfrentamiento llamado "Cuestión del sacristán", que puso en tensa situación, por competencias jurisdiccionales, al Ejecutivo con el arzobispado de Santiago. Severo defensor de las prerrogativas de presidentes, no aceptó el cuestionamiento al derecho de patronato. Los conservadores mucho más próximos a la Iglesia pasaron a la oposición, mientras que los incondicionales del gobierno formaron el Partido Nacional, popular asimismo como monttvarista.
El enfrentamiento se solventó con prontitud, pero con las secuelas indicadas. Las adversidades políticas y clericales se sostuvieron en efervescencia hasta las selecciones de presidentes. El candidato lógico del gobierno era Antonio Varas, pero en el mes de enero de 1859 había explotado una revolución en Concepción, Talca, La Serena, Copiapó y otras ciudades. El rico minero Pedro León Gallo resistía, pero fue derrotado finalmente por las fuerzas de gobierno en Cerro Grande. No obstante, Varas prefirió abandonar su candidatura y respaldar a un candidato de consenso. El 18 de septiembre de 1861 se entregó el cargo de presidente a José Joaquín Pérez, quien había sido escogido por la concordancia de los votantes.
Montt reasumió sus funcionalidades de ministro de la Corte Suprema y pasó a desempeñarse como presidente de ésta hasta 1880 (año de su muerte). Continuó la vida pública y participó en el Consejo de Estado y en el Congreso Panamericano como ministro plenipotenciario y presidente. Fue senador por Chiloé entre 1876 y 1880. Murió a los 71 años, sin dejar recursos de fortuna a su familia.
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