Manuel Luna Baños

La historia universal la narran los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel género humano, de una forma u otra,avance.

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que tuvo Manuel Luna Baños en la historia. Cómo vivió y lo que hizo durante el tiempo que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Manuel Luna Baños, sino que posiblemente produjo una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Manuel Luna Baños en persona.Manuel Luna Baños fue una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Manuel Luna Baños, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo sustancial para que podamos valorar no sólo la vida de Manuel Luna Baños, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Manuel Luna Baños, personas a quienes de un modo u otro Manuel Luna Baños influenció, y indudablemente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Manuel Luna Baños.

Vida y Biografía de Manuel Luna Baños

(Sevilla, 1898 - Madrid, 1958) Actor de teatro y cine español. Siendo todavía un joven mostró una enorme incomodidad por la escena. Comenzó como aficionado y, con dieciocho años, se confirmó como profesional y entró a ser parte de diferentes compañías, como la de Anita Ferri o la de Carmen Díaz, por ejemplo. Se verídica carrera cinematográfica empezó en la época de los años treinta con su intervención en distintas películas de Florián Rey, que le ofreció papeles de diversa entidad en Nobleza baturra (1935) y Morena Clara (1936), 2 de los mayores éxitos del cine republicano en los que formó, adjuntado con Imperio Argentina y Miguel Ligero, entre los pilares del reparto. Funcionaron realmente bien sus interpretaciones más allá de que se apreció, indudablemente, su marcada apostura teatral.

El comienzo de la Guerra Civil provocó una alguna inestabilidad artística en la carrera de Manuel, pero su participación en 2 películas dirigidas por Florián en Berlín, Carmen, la de Triana (1938) y La canción de Aixa (1939), afianzó en determinada medida su trayectoria. Finalizada la contienda, todavía intervino en otro largometraje del directivo aragonés: La Dolores (1939).

Más allá de que aportó su buen llevar a cabo en estos trabajos y probó que era con la capacidad de hallar individuos de enorme probabilidad durante los 40, su aportación estuvo complicada por la ambientación y el vestuario que se prodigó en la temporada. La comedia, la aventura, el cine militarista, las evocaciones históricas, metas apostólicas, adaptaciones literarias, ámbito taurino o conventual.; un repertorio en el que procuró enseñar su eficiente utilidad alén del personaje tipo al que le sometieron distintos directivos.

De esta forma, fue dejando su huella en Los ladrones somos gente honrada (1942), de Ignacio F. Iquino; El escándalo (1943), de José Luis Sáenz de Heredia; ¡A mí la Legión! (1942), Misión Blanca (1946), Serenata de españa (1947), Locura de amor (1948) y Alba de América (1951), por ejemplo, de Juan de Orduña, y Fuenteovejuna (1947) y Los clarines del temor (1958), de Antonio Román. En la última etapa de su trayectoria trabajó en películas de muy diversa factura de Luis Lucia, como Currito de la Cruz (1948), La hermana San Sulpicio (1952) y El Piyayo (1955), por ejemplo.

Manuel Luna fue entre los semblantes mucho más representativos del cine español de los 40. Caracterizó toda clase de individuos a los que empapó de un talante supuestamente duro, con expresiones que procuraban enseñar al espectador el alma y los sentimientos. Sin duda, como otros varios actores de la temporada, supo amoldarse a esos papeles que demandaron las producciones del cine español, sometido a los vaivenes de un sistema de producción poco dado a saber en terrenos mucho más peligrosos que los que mantenían un cine de enormes decorados y también interpretaciones sobreactuadas. Estuvo casado con la actriz Cándida Meana y durante su trayectoria artística recibió distintos premios de interpretación del Círculo de Escritores Cinematográficos. El Sindicato Nacional del Espectáculo le premió por una carrera a título póstumo.

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Por eso, si eres de esas personas que confían en que de forma cooperativa es posible crear algo mejor, y conservas información en relación con la vida de Manuel Luna Baños, o en relación con algún particularidad de su persona u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de un ser como Manuel Luna Baños, que tuvo su trascendencia en una época concreta, es vital procurar ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

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