La historia de la civilización la cuentan las mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho queel mundo, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que detentó Manuel Hedilla Larrey en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Manuel Hedilla Larrey, sino que a lo mejor legó una señal mucho más profunda de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Manuel Hedilla Larrey de forma personal.Manuel Hedilla Larrey ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
(Santander, 1902 - Palma de Mallorca, 1970) Político español. Militante de Falange Española de las JONS desde 1934, fue escogido, por año siguiente, jefe del partido en su provincia natal y asesor nacional. En julio de 1936 participó en el alzamiento militar que desencadenó la Guerra Civil de españa haciendo un señalado papel en la sublevación de La Coruña y Vigo. En los primeros días de septiembre de 1936 es escogido en Valladolid jefe nacional de la Junta de Mando Provisional de Falange Española de las JONS. Poco tiempo después dirigió una carta al secretario general de la Sociedad de Naciones donde manifestaba su oposición a la evacuación de los pequeños españoles habitantes en la región republicana y su traslado a la URSS. Más tarde condenó por medio de Radio Castilla de Burgos los homicidos incontrolados que se estaban haciendo en la región nacional.
El 15 de abril de 1937 convocó una junta extraordinaria del Consejo Nacional de Falange Española, a festejar el día 25 del mismo mes y año, con la intención de arreglar la "...aguda crisis de autoridad, especialidad y relajación de los principios nacionalsindicalistas, causados por el carácter provisional del régimen de la Junta de Mando...". Los inconvenientes principales que se hacía preciso emprender eran 2: por un lado, la disolución de la Junta de Mando Provisional y, por otra, la decisión de un jefe nacional del movimiento hasta el regreso de José Antonio Primo de Rivera, preso en Alicante y al que se creía vivo.
El día 16 de abril de 1937 Agustín Aznar, José Moreno, Jesús Muro, Sancho Dávila y Rafael Garcerán redactaron un pliego de cargos contra Manuel Hedilla y, ahora, acordaron destituirle de su cargo, disolver la Junta de Mando Provisional, instituir un triunvirato conformado por Aznar, Dávila y Moreno que se hacía cargo desde ese instante de la jefatura nacional, y convocar un consejo nacional. Tras procurar en balde la conciliación entre las dos partes el día 18 se festejó una asamblea del consejo nacional, en un ámbito tenso y crispado, donde Manuel Hedilla salió escogido jefe nacional de Falange Española de las JONS, quien inmediatamente avisó su decisión al jefe del Estado, el general Franco.
El 19 de abril Radio Nacional de España emitía un alegato de Franco en el que se realizó publico el decreto por el que Falange Española y Requetés se integraban en solo una entidad política llamada Falange Española Tradicionalista y de las JONS bajo la jefatura única y suprema de Francisco Franco. El 22 de abril de 1937 Manuel Hedilla se enteró por la prensa de su ascenso como integrante del Secretariado Político de FET y de las JONS quien, opuesto a la Unificación, rechazó su nuevo cargo.
Fue detenido en su residencia por un comisario de policía y también ingresado en prisión. Un juez militar dictó coche de procesamiento contra él, imputándole el estimar espantar del mando civil y político de la España nacional al general Franco. Considerando algunos todos y cada uno de los cargos, la autoridad militar dictó coche de procesamiento y prisión para Manuel Hedilla y veinta falangistas mucho más. El 5 de junio se festejó en Salamanca el consejo de guerra contra todos y cada uno de los encausados. Hedilla y otros tres falangistas fueron condenados a muerte, el resto fue culpado a penas inferiores. Días después un nuevo consejo de guerra condenaba asimismo a muerte a Hedilla por el homicidio, en la noche del 16 al 17 de abril de 1937, del falangista José María Alonso Goyo, asesor del SEU que procuró mediar en el enfrentamiento de adentro surgido en Falange Española de las JONS con ocasión de la decisión del jefe nacional del movimiento.
El general Franco indultó a Manuel Hedilla de ámbas penas capitales conmutándolas por la de veinte años de prisión. Acto seguido fue movido de Salamanca a la prisión de Cádiz, y de ahí a la prisión de Las Palmas (Enorme Canaria). El 18 de julio de 1941 se acordó por decreto del jefe del Estado conmutarle el resto de la pena por la de confinamiento. En Palma de Mallorca (Baleares) halló un empleo burocrático que le dejó llevar a cabo en frente de sus pretensiones familiares, al mismo tiempo, rechazó todas y cada una de las promociones de sus correligionarios a fin de que regresara a la política activa. En 1946 fue puesto en independencia y desde ese momento hasta el desenlace de sus días luchó en balde por hallar su rehabilitación.
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