La historia del mundo la escriben aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela civilización, de un modo u otro,prospere.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que tuvo Manoel de Oliveira en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Manoel de Oliveira, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Manoel de Oliveira personalmente.Manoel de Oliveira fue un ser humano que, por alguna razón, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
(Manuel Cândido Pinto de Oliveira; Oporto, 1908) Director de cine portugués. Nacido en una familia de la burguesía industrial, desde niño se sintió atraído por el cine. Durante su capacitación, en el Colegio Universal de Oporto y más tarde en el Colegio Jesuita de La Guardia, en Galicia, ganó notoriedad como deportista, pero a los veinte años se inscribió en la Escola de Actores de Cinema al lado de su hermano Casimiro, y los dos comenzaron como extras en el largometraje Fátima Milagrosa (1928), de Rino Lupo.
Un par de años después ahora disponía de una cámara Kinamo y, si bien continuó con su trabajo de actor, grabó su primera película muda, Douro, Faina Fluvial (1931). Tres años después rodó la versión sonora, que estrenó en el V Congresso Internacional da Crítica; su inusual composición formal y la lentitud en la acción provocaron encendidas reacciones de rechazo de sus compatriotas y encomios de los críticos extranjeros. Un fenómeno que se repetiría durante su prolongada trayectoria.
En 1940 se casó con Maria Isabel Brandão Carvalhais y empezó a repartir su tiempo entre la explotación de los viñedos familiares, en Oporto, y todos y cada uno de los oficios del cine. En 1942 efectuó su primer extenso film, Aniki-Bobo, y a lo largo de esa década y la próxima estableció su modus operandi de rodar de manera alterna cortos y largos, reportajes y adaptaciones literarias.
En la época de la década de 1960 y desde los festivales franceses y también italianos llegó su consagración en todo el mundo, y con O passado y también o presente (1971), su filmografía empezó a amontonar galardones y su prestigio se incrementó con todos sus títulos: Amor de Perdição (1978), Francisca (1981), Los caníbales (1988), La divina comedia (1991), El convento (1995), La carta (1999), Palabra y utopía (2000), La vuelta a casa (2001), Porto da minha infância (2001).
Se puede decir que la obra de Manoel de Oliveira está dominada por el teatro, mientras que transforma al espectador en engranaje primordial en la concepción de sus historias visuales, al que hace partícipe de lo que quiere contar y al que hace con construcciones narrativas supuestamente redundantes pero bien organizadas (quizá en demasía para bastantes de esos espectadores). Sorprende ver a varios de sus individuos hablándose sin mirarse o, por contra y como complemento, ver de forma directa a cámara como deseando llegar al patio de sillas.
La atención viene, además de esto, reclamada por la siempre y en todo momento precisa (de este modo lo considera la composición de Oliveira) voz en off, contenidos escritos que tienen la posibilidad de ser apuntes, recomendaciones, problemas, motivaciones, mensajes llenos de sensibles medites.
El cine de Oliveira (quizá el más esencial cineasta luso) es un cine del alma, y quizá al charlar del espacio de los sentimientos se esté apuntando una singularidad que llama la atención en el seno del cine portugués y europeo, más que nada por su escasez. Su veteranía no le ha impedido sortear, durante su historia, toda clase de óbices que desearon poner freno a una imaginación asombroso.
¿Qué opinas de la biografía de Manoel de Oliveira? ¿Has hallado toda aquella información que esperabas encontrar?
Obviamente conocer profundamente a Manoel de Oliveira es algo que está reservado a escasas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Manoel de Oliveira es una suerte de enigmaque a lo mejor lleguemos a rehacer si colaboramos todos en conjunto.
Por ese motivo, si eres de aquellos que confían en que colaborando es posible hacer algo mejor, y posees información en relación con la existencia de Manoel de Oliveira, o sobre algún característica de su persona u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de alguien como Manoel de Oliveira, que poseyó su relevancia en un momento concreto de la historia, es imprescindible tratar de mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué conoces con respecto a Manoel de Oliveira. Estaremos ilusionados de perfeccionar esta biografía con más información.