La historia del mundo la narran las personas queen el paso de los años, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han hecho quela sociedad, de un modo u otro,avance.
Las biografías y las vidas de personas que, como Magda Salarich, seducen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Magda Salarich, porqué Magda Salarich vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma implacable, la historia.
(Madrid, 1957) Ejecutiva de españa. Magdalena Salarich nació en Madrid en 1957, en el seno de una familia de clase media alta. Su vida profesional empezó en el instante en que decidió, igual que su padre, ser ingeniera del Instituto Católico de Artes y también Industrias (ICAI), en Madrid. El 1 de abril de 1979 empezó a trabajar en la factoría de Citroën en Vigo como jefe del departamento de información interior.
Solamente un mes después, el 12 de mayo, se casó y, a la vuelta de la luna de miel, los directivos de Citroën, que se habían fijado en aquella joven llena de aplomo y de ideas, la llamaron para efectuar unas prácticas de un par de meses en la central de la compañía, en París. Allí pasó cierto tiempo en una factoría de fundición, donde aprendió, in situ, de qué manera funcionaban punto por punto una factoría y un departamento de información interior.
Primeros años en Citroën
En 1980 fue designada jefe del departamento de capacitación, cargo que, hasta 1981, compaginó con el de información interior. A fines de ese año dio a luz a su primer hijo. En 1982, gracias a situaciones personales, solicitó el traslado a la central de Citroën Hispania, en Madrid, donde ejercitó como jefe del servicio de prensa y relaciones públicas de la sucursal de españa de la marca francesa.
El teléfono sonó nuevamente desde París de manera muy inoportuna: el día que se instalaba en su novedosa casa, con su bebé, le comunicaron que debía viajar nuevamente a la ciudad más importante francesa para efectuar unas prácticas de capacitación y empaparse del desempeño del departamento de prensa de la vivienda matriz. De nuevo logró las maletas para viajar hasta la ciudad más importante francesa, donde pasó mucho más de un par de meses, mientras que el recién nacido, su marido y una asistenta se fueron a vivir con los progenitores de Magda a Madrid.
Hasta 1986, tras hallar un máster de dirección comercial y marketing en el Instituto de Empresa y un diploma en dirección general en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), ocupó la dirección del departamento de prensa. Este cargo fue el comienzo de una época que la marcó bastante pues se percató de la «agilidad mental que se debe tener para tratar con los cronistas, el dinamismo, la exigencia de estar completamente cada día».
Mientras que, utilizando que su hermano, diez años mucho más joven, comenzaba estudios de ciencias económicas, se apuntó asimismo a esta carrera: «Estudiábamos los fines de semana; él me facilitaba los apuntes y nos examinábamos juntos», recuerda. Aunque se encontraba encantada con la novedosa carrera, debió abandonarla en cuarto curso pues la nombraron directiva de marketing.
A caballo entre 2 capitales
En 1992 la dirección de la vivienda matriz, con su directivo general Claude Satinet a la cabeza, le solicitó que instalase su cuartel general en París. Reconoce que aquella exigencia supuso un inconveniente personal esencial, pero, en el final, alcanzó un acuerdo: pasaría tres días en Madrid y 2 en París, con lo que aseguraba su relación con la familia, sin el acompañamiento de la que podría haber sido irrealizable desarrollar su trayectoria profesional ascendiente.
La nombraron entonces anexa a la dirección comercial para Europa, cargo que a la sazón compaginó con el de anexa a la dirección de marketing, hasta 1994, en el momento en que fue nombrada directiva de marketing para Europa. En aquella temporada, y a lo largo de un par de años, no se aplicó el acuerdo, de forma que pasaba los cinco días laborables en París y solo los fines de semana con la familia en Madrid. En París pernoctaba en un hotel, «pues en un piso me sentiría mucho más sola». Así lo siguió realizando a lo largo de los últimos tiempos.
En 1996 regresó a España como directiva general anexa de Citroën Hispania, sin menoscabo de su cargo de directiva de marketing comercial para Europa. Ese nuevo cargo en la sucursal de españa le dejó nuevamente pasar tres días en Madrid y 2 en París. En 2000, al final, fue nombrada directiva general de Citroën Hispania. De esta forma, además de esto, Salarich se transformó en la primera persona de españa en la crónica de Citroën que ocupaba puestos de máxima compromiso, en tanto que sus competencias englobaban todos y cada uno de los países de Europa occidental, salvo Francia, donde la compañía aplica una política comercial singular.
Mujer influyente en Europa
La tarea profesional de Magda Salarich fué conocida con varios premios. En 1999 recibió el Premio Empresarial del Año de la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid (ASEME), agrupación cuyo propósito es respaldar y fomentar el avance pleno de la mujer en su condición de empresaria profesional o de directiva de compañía.
En 2000, tras transformar a Citroën en la única compañía automovilística que experimentó un aumento de ventas (2,7% en relación a 1999), recibió el premio Woman of the Year, concedido por la reconocida gaceta del campo automovilístico Automotive News Europe, cuyo directivo, el estadounidense Richard Johnson, instantaneamente de distribución presentó a la ejecutiva de españa como «la mujer con mayor nivel y aptitud de administración de la industria europea del automóvil». Ella respondió diciendo que tenía que ver con un premio inmerecido y que «los desenlaces de una compañía no tienen sexo». Aquel mismo año fue distinguida asimismo con el premio Women Together, concedido por Together in the World, programa oficial de la Unesco.
En 2001 The Wall Street Journal la situó entre las treinta mujeres mucho más capaces de Europa, al lado de otras 4 españolas, Fabiola Arredondo, Ana Patricia Botín, Esther Koplowitz y también Isabel Aguilera, vieja compañera de estudios de Salarich en el Instituto de Empresa. Aquel mismo año, PSA Peugeot-Citroën, consorcio de las dos fabricantes francesas que comercializan separadamente todos sus automóviles, experimentó un increíble desarrollo de ventas (mucho más del 20% de promedio), pero la palma se la llevó Citroën con un soberbio 33%.
En 2002 exactamente el mismo respetado medio situó a la número 2 de Citroën entre las veinticinco mujeres mucho más predominantes de Europa, tras haber vendido el año previo 730.000 automóviles de la marca. Pero el premio que mucho más valora Salarich es la insignia de Caballero de la Legión de Honor, máxima distinción francesa que, en el último mes del año de 2001, recibió del embajador de Francia en España, Alfred Siefer Gaillardin, en un acto festejado en la madrileña Casa de Correos. Con este ascenso, las autoridades francesas reconocían la aportación de la directiva de españa a la industria nacional gala.
Asegura que en el IESE enriqueció claramente no solo sus entendimientos de todo el mundo empresarial clásico, sino más bien asimismo su visión actualizada de este planeta tan competitivo, con novedosas visiones y con una aptitud de análisis que le ha facilitado la toma de resoluciones.
Trabajo y vida familiar
No obstante, no es autosuficiente y solicitud sus resoluciones con su aparato de trabajo y con compañeros o compañeras de estudios. Además, con sus 2 hijos comparte los inconvenientes que está por el sendero. Como madre los insta de manera continua a formar parte a fin de que se formen de una forma efectiva.
Desde fines de 2001, el primer día de la semana por la mañana está en Madrid y por la tarde se va a su despacho de París, hasta el viernes. Sin una aceptable forma física y mental le sería irrealizable soportar el ritmo de trabajo. Por ello, más allá de que es una fumadora implacable, sostiene su cuerpo en forma merced a la gimnasia y a los 70 km de bicicleta que cada fin de semana cubre con su marido, Rafael, y otros apasionados, con los que forma una peña informal pero muy disciplinada. También se relaja asistiendo a un estreno de ópera en el Teatro Real de Madrid. Los fines de semana quiere que absolutamente nadie le hable de cuotas de ventas. Aunque ella, quizás, las prosiga teniendo en cabeza.
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Es cierto que conocer en profundidad a Magda Salarich es algo que se reserva a escasas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Magda Salarich es una suerte de puzzleque posiblemente lleguemos a reconstruir si colaboramos todos juntos.
Debido a esto, si eres de las personas que creen en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y conservas información en relación con la vida de Magda Salarich, o con respecto a algún particularidad de su persona u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Magda Salarich, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es indispensable tratar de brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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