Machaquito

La historia del mundo la narran las personas quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Machaquito es una de esas personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Machaquito es comprender más sobre un periodo concreto de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Machaquito en la historia. La forma en que vivió y aquello que hizo en el tiempo en que permaneció en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Machaquito, sino que a lo mejor dejó una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Machaquito en persona.Machaquito fue una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Vida y Biografía de Machaquito

(Rafael González Madrid; Córdoba, 1881-1955) Torero español. Formó una parte de la cuadrilla juvenil que organizara un banderillero retirado, "Caniqui", donde alternó muchas tardes con "Lagartijo Chaval", sobrino del excelente Rafael Molina Sánchez. Recibió la opción alternativa el 16 de septiembre de 1900 de manos de Emilio Torres Reina, "Bomba", hermano mayor de quien próximamente habría de transformarse en su contrincante sobre la arena. El toro cedido se llamaba Costillares, y procedía de la ganadería del Duque de Veragua. Unos minutos antes, "Lagartijo Chaval", apadrinado por don Luis Mazzantini y Eguía, se había doctorado con la lidia y muerte de Jardinero, correspondiente a exactamente la misma vacada.

Desde esta fecha, las trayectorias de "Machaquito" y "Lagartijo Chaval" han comenzado a divergir: mientras que este, inútil de contestar a las esperanzas derivadas de sus antecedentes familiares, salió hundiendo de a poco en el montón de los coletudos mediocres, "Machaquito" comenzó a progresar desde la temporada de 1901, donde intervino en sesenta festejos.

En 1902, considerado ahora como entre los primeros espadas actualmente, protagonizó un episodio heroico que le reportó la Cruz de la Beneficencia: el día 29 de agosto, mientras que lidiaba un toro en la pequeña plaza de Hinojosa del Duque (Córdoba), una parte del tendido se vino abajo y dio con sus ocupantes en la arena del ruedo. Asustado, el toro se dispuso a cornear a los caídos; pero Rafael González se interpuso en su acometida, y, con desprecio de su vida (era muy, muy peligroso ingresar a matar en aquel trance improvisado), terminó con el toro de una soberbia estocada.

Aquella temporada actuó en cincuenta y tres sesiones; en 1903, fueron sesenta y 4 las corridas que lidió, y cien en la campaña de 1904. Fue este último uno de sus años mucho más triunfantes, tanto en España como en Hispanoamérica, más que nada por su considerable suma de actuaciones. En 1905, más allá de que redujo sus intervenciones a cincuenta y tres festejos, logró un logro que quizás no iguale jamás ningún diestro: para terminar con los ciento veintiséis toros que mató, empleó tan solo ciento treinta y cinco estocadas. En San Sebastián, además de esto, el día 20 de agosto, enjaretó al miura Resbaloso de las mejores faenas que nunca haya visto la afición easonense.

Fue por estos años en el momento en que parte del mundillo taurino deseó combatir el estilo noble, rudo y peleón de Rafael González Madrid, "Machaquito", con la técnica mucho más refinada -más allá de que del mismo modo imprudente- de Ricardo Torres Reina, "Bomba". Esta rivalidad en los cosos, más allá de que un poco obligada, sirvió para ocupar de emoción y también interés el arriesgado vacío que ha podido haber quedado entre la retirada de Rafael Guerra Bejarano,"Guerrita", y la estruendosa aparición de José Gómez Ortega, "Joselito" y Juan Belmonte García.

Si bien es verdad que este combate con un torero mucho más largo y poderoso que él -como, de hecho, lo era "Bomba"- fue en menoscabo de "Machaquito", no es así menos que de exactamente la misma inmediata rivalidad ganó el torero cordobés un afán por pulimentar, en sus restricciones artísticas, la aspereza de su estilo legionario. Unida esta optimización a su habilidad en el momento de emprender la fortuna suprema, no es de extrañar que "Machaquito" contara, a lo largo de los primeros años del siglo XX, con una nutrida y escandalosa multitud de incondicionales.

Esta innata sencillez para recetar estoconazos fulminantes (que, pese a su efectividad, no venían ejecutados con toda la pureza que solicita la ortodoxia, ya que arrancaban de un antiestético paso atrás dado por "Machaquito" segundos antes de tirarse sobre el toro), le transformó en el pensamiento del torero valeroso, certero y efectivo. El 9 de mayo de 1907, en la arena de la plaza de la Corte, se sirvió de semejante maestría para despenar al miura Barbero, que el respetado crítico Don Modesto rogó que tan increíble lance quedara inmortalizado en una estatua. Don Mariano Benlliure, enorme aficionado a la Fiesta, aceptó el reto y reprodujo el feliz hecho en una de sus proyectos mucho más conseguidas: La estocada de la tarde.

"Machaquito" estuvo en los primeros puestos del escalafón hasta el momento en que, el 4 de julio de 1909, en el ruedo de Palma de Mallorca, el toro Gurupeto, del hierro de Saltillo, le asestó una cornada tremenda que anduvo a pique de terminar con su historia. Recuperado y reaparecido en 1910, volvió a lidiar mucho más de sesenta corridas, cantidad que asimismo excedió en las campañas de 1911, 1912 y 1913. Pero por el momento no mandaba como antes, y buena prueba de esto es que la afición había enredado en este momento a su viejo contrincante en una apasionada rivalidad con Rafael Gómez Ortega, "El Gallo".

Además de esto, la nobleza y gallardía de "Machaquito" le llevó a ser solidario con "Bomba" en los litigios que este levantó contra los hombres de negocios mucho más poderosos, de resultas de lo que se vio poquísimo favorecido en la confección de los avisos. Abrumado, además de esto por la irrupción vertiginosa y también incontenible de "Joselito", se retiró del toreo en Madrid, el 16 de octubre de 1913, día en que cedió los trastos a un toricantano que venía, desde novillero, revolucionando el mundo de los toros: Juan Belmonte.

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Sin duda conocer profundamente a Machaquito es algo que se reserva a muy pocas personas, y que pretender recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Machaquito es una especie de rompecabezasque probablemente logremos reconstruir si colaboramos juntos.

Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que colaborando se puede hacer algo mejor, y tienes información con respecto a la biografía de Machaquito, o acerca de algún elemento de su persona u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre importantes, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de una persona como Machaquito, que detentó su relevancia en una época concreta, es esencia procurar ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

No lo dudes y contacta con nosotros para contarnos qué sabes sobre Machaquito. Estaremos complacidos de completar esta biografía con más información.