La historia universal la narran las personas quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado quela sociedad, de un modo u otro,progrese.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la importancia que tuvo Luis Vidales en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en el mundo fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Luis Vidales, sino que posiblemente produjo una señal mucho más vasta de lo que logremosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Luis Vidales en persona.Luis Vidales ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Luis Vidales, seducen nuestro interés, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Luis Vidales, porqué Luis Vidales vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inevitable, la historia.
Vida y Biografía de Luis Vidales
(Calarcá, 1900 - Bogotá, 1990) Poeta colombiano creador de Suenan timbres (1926), el más destacable y prácticamente único poemario vanguardista en Colombia, cuya índole renovadora actúa en la separación con los esquematismos y en la búsqueda de novedosas formas expresivas de la sensibilidad moderna.
Luis Vidales estudió en Bogotá y en París, en la Sorbona y la Escuela de Altos Estudios. En sus años jóvenes cooperó con Rafael Maya, Jorge Zalamea, Germán Arciniegas, León de Greiff y otros compañeros de generación en la gaceta Los Nuevos, tal como en otras publicaciones literarias y políticas. Residió en Génova con el cargo de cónsul y, de regreso a Colombia, fue entre los creadores del partido comunista y su secretario general. Por su actividad política fue detenido treinta y siete ocasiones y expulsado de su cátedra de la Universidad Nacional en 1945. Entre 1953 y 1960 se estableció en Chile.
Vidales se inició en la poesía muy joven, construyendo versos modernistas al modo de Rubén Darío; en las asambleas del conjunto de Los Nuevos entabló una amistad que sería definitiva con Luis Tejada, el que le incitó a redactar algo mucho más que sonetos. Cuando Vidales leyó ciertos versos de su obra Suenan timbres en el café Windsor, sitio de asamblea de Los Nuevos, Luis Tejada colmó de encomios la obra. Las creaciones de Suenan timbres, aparecidas en 1926, le valieron el honor de ser incluido por Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro y Alberto Hidalgo en su Índice de la novedosa poesía de america (1926), donde Vidales fue el único colombiano de los sesenta y 2 versistas latinoamericanos escogidos.
Suenan timbres fue la única obra poética rigurosamente vanguardista redactada en Colombia en aquella temporada; de ahí el escándalo y la incomprensión con que fue recibida en su país. No había medida en los versos, ni rima, ni ritmo; sus temas no eran sentimentales, ni su lenguaje el que frecuentemente estaba en proyectos poéticas. En su rincón, el poemario trata temas rutinarios, con el lenguaje del pueblo de la calle; tenía que ver con una poesía de ideas, expresada en un tono juguetón y humorístico. Vidales cedió a la intuición renovadora de José Asunción Silva y se apropió con sagacidad de las grueguerías de Ramón Gómez de la Serna. Con él penetró en el país esa antipoesía que cobija lo feo y lo diario. Su afán de soberanía expresiva recuerda a Vicente Huidobro y su osadía, a Picasso. El influjo del libro en el avance posterior de la literatura en Colombia fue notable, en especial en las recientes voces líricas nacionales.
En 1978 Luis Vidales volvió a la poesía con proyectos de temática política como La Obreriada (1978) y Poemas del abominable hombre del vecindario Las Nieves (1985). Otras proyectos en verso que tienen que citarse son su Antología poética (1985) y El libro de los espectros (1986). Cultivó además de esto el ensayo en Tratado de estética (1945), La insurrección desplomada (1948), La situación popular en el arte (1973) y también Historia de la estadística en Colombia (1978). En 1982 la Universidad de Antioquia le dio el Premio Nacional de Poesía en reconocimiento a su obra y, en 1983, la Unión Soviética le concedió el Premio Lenin de la Paz.
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Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Luis Vidales, que tuvo su importancia en un momento concreto de la historia, es esencia procurar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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