Ya sea inspirando a más personas o siendo parte de la actuación. Luis Usoz y Río es uno de esos seres humanos cuya vida, en verdad, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Luis Usoz y Río es comprender más acerca de periodo preciso de la historia de la humanidad.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que atesoró Luis Usoz y Río en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo mientras estuvo en este mundo fue decisivo no sólo para las personas que trataron a Luis Usoz y Río, sino que a lo mejor dejó una huella mucho más profunda de lo que logremosfigurar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Luis Usoz y Río de forma personal.Luis Usoz y Río ha sido una persona que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Luis Usoz y Río, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es una cosa esencial para que podamos poner en valor no sólo la existencia de Luis Usoz y Río, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Luis Usoz y Río, gentes a quienes de un modo u otro Luis Usoz y Río influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Luis Usoz y Río.
(Chuquisaca, de hoy Bolivia, 1805 - Madrid, 1865) Erudito español. Era hijo de José Agustín de Usoz y Mori, natural de Madrid, oidor y alcalde de Corte, y de María Antonia del Río y Arnedo, de Arévalo. La temprana muerte de sus progenitores (la madre en 1813 y el padre en 1820) provocó su traslado a España, adjuntado con sus hermanos, para estudiar en diferentes instituciones de la ciudad más importante, si bien pasaron asimismo ciertas temporadas en América.
Estudió en el Colegio de San Mateo, con Hermosilla y Lista, y bajo la supervisión de este último fue entre los creadores, el 25 de abril de 1823, de la Academia del Mirto. Luego estudió Moral y Derecho Natural en la Universidad Central (1822-1823), Derecho español en Valladolid (1825; el paso a Valladolid semeja que estuvo animado por un desafío) y también Instituciones civiles y Teología ética en Alcalá (1826-1827). Volvió a Valladolid, en esta ocasión a instruir hebreo como regente de cátedra. De noviembre de 1828 a octubre de 1833 amplió sus estudios en San Clemente de los españoles de Bolonia. Luego emprendió un viaje por Italia (1834), del que regresó a Madrid en 1835.
Cooperó en El Artista y fue entre los creadores del segundo Ateneo de Madrid. En 1836 escribió en El Español y, esporádicamente, en El Observatorio Pintoresco (1837), que dirigía Basilio Sebastián Castellanos de Losada. A inicios de 1836 conoció a George Borrow, y se interesó por la tarea evangelizadora de la Sociedad Bíblica Británica. En noviembre de 1837 comenzó en el Ateneo sus clases de hebreo, y fue por aquella temporada en el momento en que contrajo matrimonio con María Sandalia Acebal y Arratia, que se transformó en su enorme cooperadora.
Se apasionó por el Romancero, por los estudios filológicos, por la salvaguardia del bien común español, y por la independencia, más que nada religiosa. De 1838 a 1840 viajó por Italia, y en el mes de abril de 1840 se trasladó a Londres, donde conoció a Benjamin Wiffen, hermano del traductor de Garcilaso de la Vega. Editó en 1841 el Cancionero de proyectos de mofas provocantes a risa, con los que trataba de poner de relieve la contradicción y también hipocresía del siglo XVI.
A lo largo de 1842 viajó y estudió en Simancas, Burgos, Bilbao, Santander y Sevilla, localidad esta última en donde cooperó en la Revista Andaluza. Publicó en San Sebastián una carta del padre de Garcilaso a los Reyes Católicos (1842), y en el mes de octubre del mismo año en Valladolid el Proyecto de Constitución de la Junta de las Comunidades de Castilla, movimiento que reclamaba.
Estableció entonces contactos con los cuáqueros ingleses, y en 1847 emprendió su obra de sobra aliento: la Colección de Reformistas Antiguos Españoles, que no era una obra de proselitismo protestante, sino más bien de justicia histórica y de alegato por la independencia de conciencia. Hacia 1851 editó la comedia Lo que pasa en un torno de monjas, obrilla anónima donde mostraba su enemistad hacia monjes y monjas. En 1855 publicó la Vida de D. Juan Calderón, su amigo fallecido el año previo, y Cervantes vindicado. Editó en 1860 el Diálogo de la lengua de Juan de Valdés. Murió de una afección pulmonar tras divulgar el vigésimo volumen de la Colección de Reformistas.
¿Qué piensas de la existencia de Luis Usoz y Río? ¿Has podido leer todo aquello que deseabas hallar?
Indudablemente descubrir en lo más recóndito a Luis Usoz y Río es algo que está reservado a escasas personas, y que pretender reconstruir quién y cómo fue la vida de Luis Usoz y Río es una especie de rompecabezasque tal vez lleguemos a rehacer si cooperamos todos a la vez.
Debido a esto, si eres de aquellos que confían en que de forma cooperativa es posible crear algo mejor, y conservas información con respecto a la existencia de Luis Usoz y Río, o acerca de algún característica de su figura u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente importantes, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como Luis Usoz y Río, que poseyó su relevancia en una época concreta, es vital procurar brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para referirnos qué conoces con respecto a Luis Usoz y Río. Estaremos muy contentos de poder completar esta biografía con más información.