La historia universal está escrita por aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel género humano, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Lucrecia Bori es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Lucrecia Bori es comprender más acerca de un periodo concreto de la historia del género humano.
Comprender las luces y las sombras de las personas significativas como Lucrecia Bori, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo fundamental para que podamos valorar no sólo la existencia de Lucrecia Bori, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Lucrecia Bori, aquellas personas a quienes de de una u otra forma Lucrecia Bori influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Lucrecia Bori.
Las biografías y las vidas de personas que, como Lucrecia Bori, cautivan nuestra atención, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Lucrecia Bori, porqué Lucrecia Bori vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(Lucrecia Borja González de Riancho; Valencia, 1888 - Nueva York, 1960) Soprano de españa. Dotada de una voz cristalina, deducible y de timbre seductor, que transmitía enorme emoción poética a sus interpretaciones, asimismo resaltó por su encanto personal.
Desde muy pequeña vivió solo para la música; se subió por vez primera a un ámbito con tan solo seis años y enseguida comenzó a estudiar canto en el Conservatorio de Valencia. Tuvo la fortuna de estudiar con geniales instructores, tal como de viajar a Milán, centro mundial de la ópera, y familiarizarse prontísimo con su futura profesión. Antes de cumplir los veinte años ahora había comenzado con el personaje de Micaela en Carmen, de Georges Bizet, y había logrado un contrato por tierras italianas. También intervino de manera refulgente en La Bohème que en 1909 se estrenó en Génova y en la Madame Butterfly representada en Nápoles.
En el Teatro Châtelet de París cantó al lado del enorme Enrico Caruso Manon Lescaut, de Giacomo Puccini, frente a la presencia del propio compositor. La misma obra, nuevamente al lado del tenor italiano, le sirvió un par de años después (en 1912) para presentarse en el Metropolitan Opera House de Nueva York; a esta primera comparecencia le prosiguieron muchas otras durante veinticuatro años.
Antes de viajar hacia América, Lucrecia Bori había acabado su etapa europea cantando en la Scala de Milán, a lo largo de tres temporadas sucesivas y consiguiendo el reconocimiento de su comprendido público, las óperas El matrimonio misterio, de Domenico Cimarosa; El caballero de la rosa, de Richard Strauss; la célebre trabaja de Charles Gounod inspirada en el Romeo y Julieta de Shakespeare; y, al final, un Falstaff conmemorativo del centenario del nacimiento de Verdi, en que fue escogida por el directivo Arturo Toscanini.
En el ámbito neoyorquino del Metropolitan mostró su madurez como soprano, al tiempo que edificó una sólida carrera. Destacaban en su repertorio La vida corto, Mignon, Pelleas y Melisande, Fausto, La Bohème y Manon. La intensa actividad de esos años le dejó retirarse en plenitud de éxitos sin por este motivo ver mermada su popularidad. Su última actuación sucedió en el tercer mes del año de 1936, cita a la que asistieron varios compañeros de profesión. Con la retirada recuperó su auténtico apellido, Borja, y creó la sociedad Amigos del Metropolitan Opera House. Lucrecia Bori prosiguió relacionada a la institución hasta su muerte, adecuada a un derrame cerebral, en 1960.
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Obviamente conocer en profundidad a Lucrecia Bori es algo que se reserva a pocas personas, y que intentar reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Lucrecia Bori es una especie de rompecabezasque a lo mejor consigamos rehacer si contribuimos todos juntos.
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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de alguien como Lucrecia Bori, que tuvo su significación en una época determinada, es imprescindible procurar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
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