Lucas Fernández

Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Lucas Fernández es uno de esos sujetos cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Lucas Fernández es conocer más sobre una época concreta de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la relevancia que atesoró Lucas Fernández en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que frecuentaron a Lucas Fernández, sino que a caso dejó una huella mucho más honda de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Lucas Fernández de modo personal.Lucas Fernández fue una de esas personas que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Lucas Fernández, atraen nuestra atención, tienen que ayudarnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Lucas Fernández, el motivo por qué Lucas Fernández vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Lucas Fernández

(Salamanca, c. 1474 - id., 1542) Escritor español. Fue cantor del coro de la seo helmántica y instructor de música en la localidad (1522). Conoció y trató a Juan del Encina, a cuyo teatro debe puntos como el paralelismo argumental y el régimen técnico, si bien Fernández, contrario a la tendencia italianizante, se sostuvo leal a los moldes de la tradición medieval. Algunas de sus proyectos se representaban ahora en 1501; sus Farsas y églogas al modo pastoril fueron publicadas en Salamanca en 1514.

Muertos sus progenitores como consecuencia de la peste desencadenada en Salamanca desde 1489, Lucas Fernández fue acogido al lado de sus 2 hermanos por su tío Alonso González de Cantalapiedra. Estudiante de música y de arte en la Universidad de Salamanca, en 1498 empezó su rivalidad con Juan del Encina por el puesto de cantor de la catedral, lográndolo Lucas Fernández merced al acompañamiento incondicional de su tío y asegurador Alonso González de Cantalapiedra, capellán de coro, y de Francisco de Salamanca, racionero. Tras la acumulación de distintos favorecidos y diferentes rentas, en 1522 consiguió la cátedra de música de aquella facultad, en sustitución de su tío Alonso.

Si bien estudios parcialmente recientes han intentado desvincular la vinculación que la crítica había predeterminado entre la obra de Lucas Fernández y la de su contrincante Juan del Encina, de quien se le hacía acólito, está claro que a Lucas Fernández le caracteriza una mayor vinculación a un tradicionalismo castellanizante que se traduce en la configuración de un planeta verdadera y costumbrista distanciado de la sociedad cortesana y pastoril reflejada por Encina, y de unos personajes principales que al emplear un lenguaje plano y simple ponen de manifiesto una procedencia rústica y habitual distante del cosmos pastoril mucho más renacentista, todo lo que se encontraba llamado a tener una trascendencia capital en la posterior literatura barroca, construida en buena medida sobre elementos que proceden de la literatura del siglo XV.

Lucas Fernández, de hecho, enriqueció los efectos escénicos y supo acentuar en sus proyectos la comicidad y el realismo, pero ignoró las novedosas tendencias del teatro renacentista, que sí fueron incorporadas por Juan del Encina. Si bien es verdad que sin la obra de Encina no tendría explicación la de Fernández, esto no supone que haya de ser considerado como un mero creador de segunda fila, imitador de aquel, sino más bien como un auténtico constructor con la capacidad de explotar elementos y técnicas que proceden de autores precedentes o contemporáneos para aplicarlos a temas y fundamentos distintos que pone en entornos diferentes. Menos artista que Encina, es, no obstante, mucho más tradicionalista y apegado a su tierra.

La producción teatral de Lucas Fernández fue compendiada en el volumen que se titula Farsas y églogas al modo y estilo pastoril y español (1514), compuesta por tres piezas de carácter espiritual y tres de tema profano. La más esencial entre las de tema espiritual es el Auto de la Pasión, en el que San Pedro, San Mateo y las tres Marías recuerdan patéticamente la desaparición de Cristo, logrando que Dionisio Areopagita se transforme al cristianismo. Las raíces y orígenes de esta obra se encuentran en los contenidos escritos de los oficios de Semana Santa y en los poemas medievales sobre la Pasión de Cristo; muchas de las ocasiones y de los hábitos y reacciones de los individuos de la Pasión los podemos encontrar ahora en el Pianto de ella Madonna de Jacopone da Todi.

Tal y como si se anticipara a la doctrina de varios de los preceptistas de un siglo después, Lucas Fernández tiene el buen gusto de no enseñar de forma directa a Jesucristo y a la Virgen María, y en el momento en que San Mateo pronuncia expresiones de los evangelios, lo realiza en latín, en un afán, por la parte del creador, de no liquidar la condición de los individuos sobrenaturales y sostenerlos en un chato superior al de la lengua y al de la representación. Comparado con Juan del Encina, es menos ágil, pero en compensación es mucho más profundo. Su obra tiene un dramatismo directo, lleno de manera frecuente de elasticidad, lo que da como resultado situaciones y especificaciones de enorme efecto que fueron equiparadas, por Ángel Valbuena, a las estatuas de un Gregorio Hernández o de un Pedro de Mena, o a la pintura de un Van der Weyden.

Las otras 2 proyectos religiosas, la Égloga o patraña del nascimiento de Nuestro Redentor Jesucristo y el Auto o patraña del nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo, se encuentran ligadas aún en determinados puntos a su teatro profano: sobran los diálogos y los modelos populares y la acción se lleva a cabo en un ámbito completamente pastoril, en el que el aviso de lo sobrehumano choca con aquel medio rústico.

De las piezas profanas resalta la llamada Comedia de Bras-Gil y Berenguilla, individuos que acabarán casándose tras la mediación de un vecino, Miguel Turra, que debe de seducir al abuelo de la joven, Juan Benito, preocupado por una viable deshonra de la nieta. La descripción en esta obra de un auténtico ámbito rústico tiene bastante encanto, y no está exenta de insinuaciones de carácter sexual y de mofas sobre la preocupación tan popularizada en la época por el estirpe de la persona.

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Es cierto que llegar a comprender a Lucas Fernández es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer quién fue y cómo fue la vida de Lucas Fernández es una especie de puzzleque probablemente logremos reconstruir si colaboramos conjuntamente.

Por esta razón, si eres de esas personas que confían en que cooperando se puede elaborar algo mejor, y tienes información en relación con la biografía de Lucas Fernández, o acerca de algún particularidad de su figura u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Lucas Fernández, que tuvo su relevancia en un momento histórico concreto, es imprescindible tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

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