Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como Luc Montagnier, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa esencial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Luc Montagnier, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Luc Montagnier, aquellas personas a quienes de un modo u otro Luc Montagnier influenció, y ciertamente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Luc Montagnier.
(Jean-Luc Montagnier; Chabris, Indre, 1932) Virólogo francés que recibió en 2008, adjuntado con su vieja cooperadora del Instituto Pasteur Françoise Barré-Sinoussi, el premio Nobel de Medicina por haber descubierto el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) responsable del vih (síndrome de inmunodeficiencia conseguida), una patología que se había cobrado 23 millones de vidas desde el instante en que fuera tipificada en 1981.
Hijo único del contable Antoine Montagnier y de Marianne Rousselet, desde muy joven se interesó por la ciencia a través su padre, quien instaló un laboratorio en el sótano de la vivienda familiar. A la edad de catorce años, la pasión de Jean-Luc por el trabajo de laboratorio le llevó a efectuar ensayos con nitroglicerina. Cursó el bachillerato en el instituto de Châtellerault, y estudió medicina y biología en las universidades de Poitiers y de París. Tras conseguir la licenciatura (1955), fue instructor asistente de fisiología en la Facultad de Ciencias de París. Paralelamente continuó sus estudios y consiguió el doctorado en medicina por La Sorbona en 1960.
Ese mismo año ingresó en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, en sus iniciales en francés) de París, y continuó su capacitación como médico estudioso en Reino Unido aprendiendo los mecanismos de replicación de los virus en el ácido ribonucleico (ARN). Durante ese periodo desarrolló sus indagaciones en el Medical Research Council de Carshalton, Londres (1960-1963), y en el Instituto de Virología de Glasgow, Escocia (1963-1964).
A su vuelta a Francia (1965) fue designado directivo de laboratorio en el Instituto del Radio de París (centro que, en honor a Marie Curie, pasó a llamarse Instituto Curie en 1970) y empezó a estudiar los retrovirus, singularmente el del sarcoma de Rous. En 1971 recibió el premio Rosen de oncología en reconocimiento por su trabajo en la guerra contra el cáncer, y por año siguiente fue nombrado directivo de la recién construída Unidad de Oncología Viral del Instituto Pasteur. Desde 1974 compaginó este puesto con el de directivo de investigación en el CNRS.
El hallazgo del VIH
En la década de 1980, la aparición de una exclusiva patología, el llamado síndrome de inmunodeficiencia conseguida (vih), comenzaba a ocasionar una enorme alarma popular, al ignorarse los mecanismos de transmisión y la terapia a proseguir en el caso de generarse una infección. En 1982, Montagnier creó un aparato en el Instituto Pasteur para investigar esta novedosa entidad patológica. Este aparato, del que asimismo formaban parte Françoise Barré-Sinoussi y Jean-Claude Chermann, logró en 1983 aislar y detallar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
El virus, que procedía de un ganglio de un tolerante infectado con vih, fue bautizado en un primer instante como LAV (virus asociado a linfoadenopatía), y no sería hasta 1986 en el momento en que al final se aceptaría como primer VIH-1. El aparato de Montagnier publicó el descubrimiento en el mes de mayo en la gaceta Science, ofreciendo además de esto una prueba de sangre que posibilitaba la detección de los anticuerpos del virus. En este producto se señalaba que el tolerante del que procedía la exhibe no tenía aún los síntomas propios de la patología, pero los estudiosos pensaban que el virus era el agente responsable del vih.
En 1984, no obstante, en el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el laboratorio comandado por Robert Gallo anunció por su parte haber reconocido la causa del vih, un retrovirus bautizado como HTVL-III. Este aviso fue el principio de una extendida disputa sobre la paternidad del hallazgo: según Montagnier, Gallo no había hecho mucho más que descubrir de nuevo el virus, ya que la secuencia del LAV y la del HTVL-III eran idénticas.
La polémica entre los 2 equipos asimismo debía ver con las patentes derivadas de este descubrimiento, y particularmente con los futuros provecho que iban a proveer las patentes de los análisis de sangre para advertir el VIH. Esta disputa no quedó zanjada hasta 1987, en el momento en que el mandatario de EEUU Ronald Reagan y el presidente francés Jacques Chirac mediaron para lograr un convenio entre el Instituto Pasteur y el Instituto Nacional de la Salud (NIH) de Estados Unidos sobre el reparto de provecho.
En cuanto a la autoría del hallazgo, de momento la conclusión fue entregar a los 2 máximos personajes principales de la disputa, Montagnier y Gallo, el mérito del descubrimiento. En 1988 los dos científicos han publicado un producto grupo en Scientific American que parecía terminar con la polémica, pero en el mes de noviembre de ese año el períodico Chicago Tribune descubrió que los trabajos de Gallo se fundamentaban en muestras de sangre que le habían sido mandadas por Montagnier. El tema se encontraba ahora siendo investigado por la Oficina de Integridad Científica del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, que decretó que Gallo había efectuado un estafa y también incurrido en mala conducta. Nuevamente, en 1992 un informe del Departamento de Salud de Estados Unidos dio la razón al virólogo francés. El fallo final y también irrevocable llegó con la concesión del premio Nobel de Medicina en 2008: el galardón fue a parar al grupo francés, y a Gallo solo se le dedicaba una reservada mención en el artículo que especificaba el hallazgo.
A partir del hallazgo del VIH en 1983, Montagnier se dedicó completamente a la pelea contra el vih. En 1986, él y su aparato aislaron una segunda forma del virus del vih, el VIH-2, mucho más recurrente en África. A partir de 1990 comenzó a alejarse de la estrategia de investigación dominante, aseverando que el VIH era inútil por sí mismo de generar la patología, y que precisaba obligatoriamente del certamen de cofactores.
En 1991 fue designado directivo del nuevo departamento Sida y Retrovirus del Instituto Pasteur, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1997. Ese mismo año se trasladó a Estados Unidos, donde fue nombrado directivo del Centro de Biología Molecular y Celular en el Queens College de Nueva York. Allí compaginó hasta 2001 la docencia con sus indagaciones sobre los mecanismos por los que el VIH inducía el descenso de los linfocitos CD4, la regulación del virus en estado latente y el estudio de las encefalopatías producidas por este virus.
Desde 1993 encabeza la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida (WFARP, en sus iniciales en inglés), una organización no del gobierno que, bajo los auspicios de la Unesco, tiene como propósito primordial la creación de una red mundial de centros de investigación y de prevención del VIH/Sida para alentar la cooperación en todo el mundo y hacer más simple la transferencia del comprender.
Conferenciante asiduo en todas y cada una de las unas partes del planeta, Luc Montagnier es creador aparte de varios libros y publicaciones. Ha escrito Sobre virus y hombres: la carrera contra el vih (1994), libro en el que cuenta sus indagaciones desde los comienzos, la polémica con Robert Gallo y de qué forma la irrupción del vih marcó su trayectoria profesional. En Los combates de la vida. Mejor que sanar, impedir (2008) se interroga sobre los límites de la medicina y milita a favor de la prevención de las patologías crónicas.
Caballero de la Legión de Honor francesa (1984), fue distinguido con la Orden al Mérito Nacional en 1985. Ha recibido varios premios, entre ellos el Lasker (1986), el Gairdner (1987), el de la Fundación Científica y Tecnológica de Japón (1988), el en todo el mundo Rey Faisal de medicina (1993) y el Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica (2000). Miembro de la Academia de Medicina y de la Academia de las Ciencias francesas, es del mismo modo doctor honoris causa por la Universidad de La Habana (Cuba). Montagnier está casado desde 1961 con Dorothea Ackermann, y tiene tres hijos: Jean-Luc, Anne Marie y Francine. Se afirma que es un especialista pianista con particular predilección por Mozart. Su vida es un ir y venir entre París (sede de la WFARP), Nueva York y los países de África mucho más golpeados por el vih.
¿Qué piensas de la crónica de la vida de Luc Montagnier? ¿Has hallado la información que esperabas encontrar?
Sin duda alguna descubrir en lo más recóndito a Luc Montagnier es algo que está reservado a pocas personas, y que tratar de recomponer quién fue y cómo fue la vida de Luc Montagnier es una suerte de enigmaque probablemente logremos rehacer si colaboramos juntos.
Por esta razón, si eres de esas personas que confían en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y posees información acerca de la biografía de Luc Montagnier, o en relación con algún particularidad de su persona u obra que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de alguien como Luc Montagnier, que detentó su relevancia en un momento histórico concreto, es imprescindible intentar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué conoces acerca de Luc Montagnier. Estaremos encantados de ultimar esta biografía con más información.