Ya sea inspirando a otros o siendo una pieza esencial de la acción. Lorin Maazel es uno de esos sujetos cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Lorin Maazel es conocer más sobre una época concreta de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la relevancia que atesoró Lorin Maazel en la historia. Cómo vivió y lo que hizo mientras permaneció en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Lorin Maazel, sino que a caso legó una huella mucho más honda de lo que logremosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Lorin Maazel en persona.Lorin Maazel ha sido un ser humano que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Vida y Biografía de Lorin Maazel
(Neuilly-sur-Seine, 1930) Director de orquesta estadounidense. Hijo de progenitores norteamericanos y descendiente de músicos rusos, inició sus estudios de piano y violín a la temprana edad de cinco años. A los ocho se trasladó a la localidad estadounidense de Pittsburgh, donde estudió dirección al lado de Vladimir Bakaleinikof, y tomó la batuta por vez primera un año después, en un concierto festejado en Nueva York con ocasión de la Exposición Universal de 1939.
Solamente logrados los diez años, compartió la dirección de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles con Leopold Stokowski, y después estuvo adelante de la Orquesta Sinfónica de la National Broadcasting Corporation (NBC) y de la Filarmónica de Nueva York. Su capacitación musical siguió en la Universidad de Pittsburgh, donde asimismo cursó estudios de literatura y filosofía, que compaginaba con el puesto de violinista en la orquesta de Pittsburgh y en el Fine Arts Quartett.
En 1952 consiguió una beca para seguir sus estudios en Europa, y comenzó como directivo profesional en la localidad italiana de Catania, para después accionar en ciudades como Florencia, Turín y Bolonia. Dirigió en Viena en 1955 y en Berlín un año después, y logró ser el directivo mucho más joven y el primer estadounidense que actuaba en el respetado festival de Bayeruth (Alemania), en el que dirigió Lohengrin, de Richard Wagner.
Estuvo adelante de la Orquesta de la Radio Televisión Austríaca (ORTF), con la que efectuó una da un giro por Estados Unidos, y en 1965 accedió a los cargos de directivo artístico de la Ópera de Berlín Este y directivo musical de la Orquesta de la Radio Berlín (RIAS), que abandonó a inicios de los setenta para ejercer, al lado del respetado Otto Klemperer, como directivo gerente de la Orquesta Nueva Filarmonía de Londres. Fue primer directivo invitado en la Orquesta Nueva Filarmonía entre 1976 y 1980, y en 1972 tomó las bridas de la Orquesta de Cleveland, a la que dirigió hasta 1982.
Fue asimismo directivo general y directivo artístico de la Ópera Estatal de Viena, entre 1982 y 1984, directivo musical de la Orquesta Nacional de Francia (1988 a 1990) y de la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh (1988 a 1996), y desde 1993 estuvo adelante de la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión Bávara. Casado y divorciado en un par de ocasiones, recibió múltiples galardones en reconocimiento de su trayectoria, como la Orden de la Legión de Honor Francesa o el título honorífico de Embajador de Buena Voluntad, concedido por la ONU.
Su estilo, de enorme teatralidad y pródigo en la utilización de elementos gesticulares, es leal expresión de su concepción emotiva y apasionada de la música, y refleja su elevada sensibilidad y especial dominio de la técnica, más allá de que le ha valido el ser tildado de elevado y efectista por algunos campos de la crítica. Destacan en su muy amplio repertorio sus personales visiones de recitales y sinfonías que corresponden al periodo postrromántico, tal como de una gran parte de la producción operística de autores como Verdi, Puccini y Gershwin.
También son dignas de mención sus lecturas de proyectos tradicionales de Richard Strauss y otros integrantes de la célebre familia vienesa, tal como de Zemlinsky, Schumann, Mahler, Rachmaninov o Dvorak. La música moderna fue del mismo modo objeto de su atención, en especial la de autores adscritos al serialismo como Berio y Dallapiccolla. También dirigió las bandas sonoras de las ediciones cinematográficas de Don Giovanni, Otello y Carmen, y la adaptación para televisión de la suite orquestal Los Planetas, de Holst.
Si bien de menor relevancia en su trayectoria, cabe realizar mención a su obra como intérprete de violín, donde resaltan ediciones de Massenet y los convocados Berio y Dallapiccolla. En mayo de 2004 fue nombrado directivo de la Orquesta Filarmónica Arturo Toscanini, lo que coincidió en el tiempo con el estreno de su ópera 1984, que es, en sus expresiones "una observación al planeta del caos que se aproxima".
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