Ya sea inspirando a otras personas o siendo parte de la actuación. Leopoldo Lugones es uno de esos sujetos cuya vida, en verdad, merece nuestro interés debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Leopoldo Lugones es conocer más acerca de un periodo concreto de la historia del ser humano.
Conocer las luces y las sombras de las personas destacadas como Leopoldo Lugones, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Leopoldo Lugones, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Leopoldo Lugones, personas a quienes de un modo u otro Leopoldo Lugones influenció, y desde luego, comprender y entender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Leopoldo Lugones.
Las biografías y las vidas de personas que, como Leopoldo Lugones, seducen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Leopoldo Lugones, el motivo por el cual Leopoldo Lugones vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma implacable, la historia.
(Villa María del Río Seco, Argentina, 1874 - Buenos Aires, 1938) Poeta argentino. Hombre de vasta cultura, fue el máximo exponente del modernismo argentino y entre las figuras mucho más predominantes de la literatura sudamericana. Pasó la niñez y la adolescencia en su tierra natal, y tras corto temporada en Santiago del Estero, se estableció en Buenos Aires en 1895. Trabajó en el períodico El Tiempo y en 1897 creó, con José Ingenieros, La Montaña, periódico socialista innovador.
Tras ciertos empleos inferiores, llegó a la dirección de la Biblioteca Nacional de Profesores. Hizo múltiples viajes a Europa y radicó en París de 1911 a 1914. Colaboró en La Nación y consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1926. En 1928 creó la Sociedad Argentina de Escritores. Su acompañamiento al golpe de Estado de 1930, la posterior desilusión que este le causó y quizás una profunda crisis sentimental lo llevaron a una depresión que acabó en su suicidio.
Es de resaltar su especial evolución política. Leopoldo Lugones se inició como un estable partidario de la ideología socialista, cuya introducción en Argentina hay que, en parte, a sus primeras soflamas políticas. Sin embargo, de a poco fue reculando hacia posiciones mucho más conservadoras: tras un corto periodo de adscripción al pensamiento liberal, se inclinó claramente hacia la derecha y terminó transformado en uno de los más importantes valedores del fascismo argentino, más que nada desde 1924, fecha donde proclamó que había llegado "la hora de la espada". Seis años después, ahora consagrado como entre las cabezas pensantes del movimiento reaccionario austral, cooperó activamente con el golpe para derrocar al gobierno militar del general José Félix Uriburu (6 de septiembre de 1930).
La obra de Leopoldo Lugones
Como poeta, Leopoldo Lugones penetró en el panorama literario argentino con el poemario Los mundos (1893), que pasó prácticamente inadvertido. Su acercamiento con Rubén Darío, en Buenos Aires, en 1896, fue definitivo para reorientar la poesía de Lugones. El retoricismo de Las montañas de oro (1897) no tardó en ser sustituido por el tono irónico, extravagante y también imaginativo de Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909).
En los dos libros se respira una atmósfera refinada y decadente, plena de languidez y distinción modernistas, en una corriente estética precisamente influida por la creación de Rubén Darío. Su estilo se distingue por su singularidad autora, y la precisión y la hermosura lírica de sus versos.
A partir de 1910 Leopoldo Lugones cambió de registro poético para centrarse en una ensaltación de su tierra y sus gentes (Elegías seculares, 1910). Posteriormente los temas rutinarios, vistos al trasluz de una rutina íntima, se transformaron en el objeto de su siguiente distribución poética, llamada El libro leal (1912), obra a la que prosiguieron otros poemarios como El libro de los panoramas (1917), Las horas doradas (1922) y Romancero (1924). Al final de su trayectoria poética, Lugones se decantó por el cultivo de una poesía narrativa: Poemas solariegos (1927) y Romances del Río Seco (que vio la luz, póstumamente, en 1938).
En su faceta de narrador, Lugones sobresalió eminentemente por sus cuentos, recogidos en Las fuerzas extrañas (1906), La torre de Casandra (1919), Cuentos mortales (1924) y La patria fuerte (1933). En muchas de estas narraciones breves, Lugones ensayó distintas acercamientos fabulosos que tienen la posibilidad de considerarse predecesores de los más destacados cuentos de varios de los mucho más enormes cultivadores de este bien difícil género, como Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges (entre los mayores seguidores de Lugones) y Julio Cortázar.
Publicó además de esto 2 novelas magníficas: un relato histórico sobre la guerra de la independencia, que se titula La guerra gaucha (1905), y unas meditaciones esotéricas que, con apariencia de novela teosófica, se dieron a conocer bajo el título de El ángel de la sombra (1926). En la década de los años 40, La guerra gaucha fue objeto de una versión cinematográfica que se transformó en uno de los más importantes referentes del cine argentino de su tiempo.
Asimismo relució Leopoldo Lugones en su condición de ensayista, faceta donde dejó ciertos títulos tan importantes como El imperio jesuítico (1904), Las limaduras de Hephaestos (1910) y también Historia de Sarmiento (1911). Las charlas sobre el Martín Fierro de José Hernández, obra que leyó como poema épico, reunidas en El payador (1916), forman indudablemente un jalón en la interpretación de la literatura gauchesca. Además, dejó testimonio impreso de las permanentes mutaciones de su pensamiento político, plasmadas en Mi beligerancia y La grande Argentina.
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Es cierto que llegar a comprender a Leopoldo Lugones es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Leopoldo Lugones es una especie de rompecabezasque tal vez podamos rehacer si contribuimos juntos.
Debido a esto, si eres de las personas que creen en que de forma cooperativa es posible elaborar algo mejor, y detentas información en relación con la biografía de Leopoldo Lugones, o en relación con algún aspecto de su persona u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son en todos los casos esenciales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de un ser como Leopoldo Lugones, que tuvo su trascendencia en un momento concreto de la historia, es indispensable tratar de mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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