Léo Delibes

Conocer lo bueno y lo malo de las personas relevantes como Léo Delibes, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que podamos apreciar no sólo la vida de Léo Delibes, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Léo Delibes, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Léo Delibes influenció, y por supuesto, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Léo Delibes.

Las biografías y las vidas de personas que, como Léo Delibes, atraen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Léo Delibes, el motivo por qué Léo Delibes vivió como lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Léo Delibes

(Saint-Germain-du-Val, Francia, 1836 - París, 1891) Compositor francés. Aunque carece del genio de Georges Bizet o de la inspiración de Charles Gounod, la música de Delibes ocupa un puesto de privilegio en el repertorio lírico galo. Formado en el Conservatorio de París, donde tuvo como profesor a Charles Adam, se dio a comprender como compositor de operetas, la primera de las que fue Dos céntimos de carbón, estrenada de forma exitosa en 1856. Le prosiguieron títulos como Seis señoritas solteras (1856), La tortilla a la Follembuche (1859) y Mi amigo Pierrot (1862), partituras en las que el músico hacía gala de una inventiva y un desenfado poco recurrentes. Su consagración, empero, debió aguardar hasta el estreno en 1870 de su ballet Coppélia, que aún el día de hoy todavía es entre los mucho más populares del repertorio. Su éxito se repitió en 1876 con Sylvia. En 1883, la Opéra Comique de París representó su ópera mucho más ambiciosa y conseguida, Lakmé, exótica historia amorosa ambientada en la India que le intentó un éxito resonante.

Satisfactorio y favorecido creador de óperas, operetas y ballets, Léo Delibes estudió en el Conservatorio de la ciudad más importante francesa con Le Couppey, Benoist, Bazin y Adam. En 1853 fue nombrado profesor de clavicordio del Théâtre-Lyrique; al tiempo ocupó el cargo de organista en la iglesia de Saint Pierre, de Chaillot. Luego fue acompañante y segundo profesor de los coros de la Opéra (1863-72) y organista del templo de St. Jean y St. François (1862-71). En 1881 se le nombró instructor de composición del Conservatorio parisiense, y en 1884 ingresó en la Academia de Francia.

Entre sus varias proyectos (escritas para el Théátre-Lyrique, el Folies-Nouvelles, el Bouffes-Parisiens, el Variétés, la Opéra y la Opéra Comique), luce por su mayor celebridad el refulgente ballet Coppélia, brindado por primera vez en la Opéra el 25 de mayo de 1870 y todavía el día de hoy objeto de usuales representaciones. Basado en un cuento de Y también. T. A. Hoffmann, este ballet en tres actos relata de qué manera un joven alocado, Franz, se siente atraído por una autómata fantástica, Coppélia, y de qué manera Swanilda, la prometida de Franz, logra recobrar su aprecio al probarle que Coppélia es, de todos modos, una muñeca mecánica.

La historia tiene un trasfondo filosófico que se sintetiza en la pelea entre lo vivo y lo inerte, entre lo precioso y lo siniestro, con la victoria final de lo real (Swanilda) sobre lo irreal (Coppélia). La música de Delibes se descubrió aquí bailarina, atractiva, ingeniosa, espiritual y llena de colorido. Al situar la acción en la Europa central, los argumentistas brindaron al músico la ocasión de emprender temas exóticos, más que nada eslavos y húngaros. Números como la refulgente Mazurca o el Vals de Swanilda han alcanzado una digna celebridad como piezas de concierto.

Del resto de sus proyectos se destaca la ópera en tres actos Lakmé, según libreto de Edmond Gondinet y Philippe Gille. Estrenada en la Opéra Comique de París el 14 de abril de 1883, es la única ópera de Léo Delibes que aún se recuerda y, en ocasiones, se ejecuta. La acción sucede en las Indias inglesas, donde Gérald, un joven oficial, debe de casarse con Miss Ellen. El azar desea que un día conozca a la hermosa y atractiva Lakmé, hija de un brahmán, y se enamore de ella. Pero el padre de Lakmé, Nilacantha, es un sacerdote fanático que, en relación se entera de que Gérald ha osado profanar el jardín donde se encuentra su hija, jura vengarse. Nilacantha ordena a Lakmé que le prosiga a través de la región, y, disfrazado de monje mendicante, ordena a su hija a entonar canciones para atraer la atención de Gérald, y de esta manera hallarle.

El padre logra su propósito: el joven oficial se da a comprender y una puñalada le hace caer dificultosamente herido. Lakmé le protege a ocultas y logra sanarlo, y los dos deciden sumarse para toda la vida y escapar. Pero en el momento en que Lakmé prepara la boda según el rito de Brahma, se escucha en la lejanía una marcha militar: es el regimiento de Gérald que se dispone a reprimir una rebelión de los indios. El sentido del deber sobrepasa el cariño de Gérald, que desea dejar a Lakmé para sumarse con los suyos. La hermosa india no sabe soportar este golpe: se envenena con el jugo de una hoja mortal y muere entre los brazos de su amado. La aparente sencillez y lozanía de sus armonías y la elegancia de sus tonos y colores fueron las claves del arrollador éxito que tuvo en Europa esta obra, que se destaca ente la producción operística francesa de finales del XIX por su refinamiento artístico y su gusto romántico.

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