Kon Ichikawa

La historia universal está escrita por aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel mundo, de un modo u otro,progrese.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la importancia que atesoró Kon Ichikawa en la historia. Cómo vivió y las cosas que hizo durante el tiempo que estuvo en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Kon Ichikawa, sino que quizá produjo una huella mucho más honda de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Kon Ichikawa de modo personal.Kon Ichikawa ha sido una de esas personas que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Comprender lo bueno y lo malo de las personas significativas como Kon Ichikawa, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es una cosa fundamental para que podamos poner en valor no sólo la vida de Kon Ichikawa, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Kon Ichikawa, aquellas personas a quienes de un modo u otro Kon Ichikawa influyó, y indudablemente, comprender y entender cómo fue vivir en la época y la sociedad en la que vivió Kon Ichikawa.

Las biografías y las vidas de personas que, como Kon Ichikawa, seducen nuestra curiosidad, tienen que ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Kon Ichikawa, el motivo por el cual Kon Ichikawa vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo en su vida, es algo que nos ayudará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Kon Ichikawa

(Ise, 1915) Director de cine japonés. La niñez de Ichikawa transcurrió en Ise, una bella localidad de la prefectura de Mie. Cuando llegó el instante de comenzar sus estudios, debió viajar a Osaka, donde se inscribió en la Escuela Comercial Ichioka. Al joven le agradaban singularmente los espectáculos de marionetas y asimismo le maravillaba el planeta de los dibujos animados.

Guiado por esta vocación, logró en 1933 entrar en el departamento de animación de J.O. Studios, en Kioto. Fue en esta pequeña compañía donde aprendió todo lo relacionado con las técnicas de filmación de muñecos articulados. Se transformó en ayudante de dirección por la temporada en que, gracias a la adquisición de la firma por la parte de la compañía Toho, debió moverse a Tokio para proseguir allí su trabajo. Conoció a la escritor de guiones Natto Wada, que terminó por ser su mujer. La colaboración entre los dos fue muy angosta y Wada, una refulgente autora, firmó parte importante de los más destacados guiones que dirigió Ichikawa.

En 1946 preparó su primer emprendimiento como directivo, Musume Dojoji, versión animada de una obra teatral kabuki. Sin embargo, si bien el rodaje se completó, las autoridades norteamericanas que dominaban la postguerra de Japón impidieron su estreno y la exhibición de la película. Esta imposición tiene 2 fundamentos. Por un lado, el largometraje tiene un contenido polémico que choca de lleno con las reglas de la censura estadounidense en El país nipón. De otra sección, hay una grave contrariedad burocrática, ya que el guion no fué anunciado antes a los censores, lo que impide la autorización del mismo. Pese a este mal comienzo, la trayectoria posterior de Kon Ichikawa medró en intensidad y próximamente empezó a ofrecer muestras de genio.

La primera pieza maestra de la carrera del realizador es El harpa birmana (1956), redactada por su mujer Natto Wada desde la novela de Michio Takeyama. Se trata de una obra de profunda humanidad, donde, por medio de una posición clemente que tiene bastante que ver con el budismo, el espectador tiene ocasión de ayudar a los horrores de la guerra. Esta película antibélica, ovacionada en los festivales de todo el mundo, va a ser objeto de una exclusiva versión por la parte de su realizador en 1985, lo que revela la completa vigencia de su mensaje.

En 1959 Ichikawa vuelve a este género de temas con un largometraje aún mucho más duro que el previo. Fuego en la llanura es un relato descarnado de la pobreza de la guerra en Filipinas. Los personajes principales, soldados nipones, se ven reducidos a la mucho más mínima condición de lo humano, probando con su catástrofe el sinsentido de las guerras. El mensaje humanista del guion, de nuevo obra de Natto Wada, es puesto en imágenes por Ichikawa con increíble talento. La acción avanza poco a poco, dejando entrever datos poéticos que revelan la sensibilidad estética del realizador.

Tras el éxito de La venganza de un actor (1963), entre los enormes instantes en la carrera de Ichikawa es la realización de la película oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio. Olimpiada de Tokio (1965) es un largometraje dinámico en el que se expone la faceta mucho más comercial de su realizador, que asimismo quiere las situaciones de acción y se siente encantado con este retrato de los deportistas en incesante rivalidad.

Ichikawa probó fortuna exitosamente en el planeta de la televisión, donde efectuó distintas producciones de interés. Preocupado por arrimarse a un público extenso, este medio es sin lugar a dudas entre los que mejor sirve al directivo para sus propósitos. A partir de esta temporada, regresó de manera recurrente a la televisión y completó una obra de calidad en este medio.

En los años 80 la carrera cinematográfica de Ichikawa rechazó poco a poco. Algunas de sus siguientes producciones se dirigen al público juvenil, caso de Hordas salvajes (1980), una película inspirada en un habitual cómic y que el directivo efectúa mezclando imagen auténtica y dibujos animados. Al mismo público se dirige La princesa de la luna (1987), fundamentada en un bello cuento clásico. Este género de trabajos, en fachada ligeros, son desarrollados con enorme pericia narrativa, como no podría ser de otra forma tratándose de entre los nombres mucho más esenciales de la historia del cine japonés.

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Indudablemente llegar a comprender a Kon Ichikawa es algo que está reservado a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Kon Ichikawa es una suerte de puzzleque con toda probabilidad consigamos rehacer si contribuimos todos en conjunto.

Por ese motivo, si eres del tipo de personas que creen en que de forma cooperativa existen posibilidades de elaborar algo mejor, y posees información en relación con la vida de Kon Ichikawa, o acerca de algún característica de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son decididamente determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de alguien como Kon Ichikawa, que poseyó su relevancia en una época concreta, es vital intentar mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué sabes tú acerca de Kon Ichikawa. Estaremos ilusionados de perfeccionar esta biografía con más información.