Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Klement Gottwald es uno de esos seres humanos cuya vida, realmente, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Klement Gottwald es comprender más acerca de etapa determinada de la historia del ser humano.
(Dedice, 1896 - Praga, 1953) Político comunista checoslovaco que fue presidente (1946-1948) y presidente de la República de Checoslovaquia (1948-1953). Hijo ilícito de un sencillo agricultor, el joven Gottwald fue enviado a Viena con tan solo 12 años para transformarse en aprendiz de carpintero mientras que aprendía alemán. Atraído por las ideas socialistas, 4 años después ingresó en la organización de juventudes socialdemócratas checas, tras de lo que regresó a su provincia natal para ejercer el trabajo de carpintero en las ciudades de Lipnick y Hranice, actividad que se vio interrumpida en el momento en que el Ejército imperial lo llamó a filas para tomar partido en la Primera Guerra Mundial.
En 1918, antes del fin de la contienda -a lo largo de la que fue herido de gravedad en el frente ruso-, Gottwald abandonó del ejército y regresó a su pueblo con la intención de retomar su vieja profesión; no obstante, volvió a alistarse en la milicia, en esta ocasión en el recién desarrollado Ejército checo de la incipiente República de Checoslovaquia. Ese mismo año, ingresó en el Partido Socialdemócrata checo, en que se alineó en el ala izquierda del partido, hasta el momento en que encabezó esa facción política para escaparse del partido y ser entre los integrantes creadores del Partido Comunista Checo (KSC), donde prontísimo empezó a escalar los puestos mucho más importantes y definitivos.
La dirección del partido le confió en 1923 la dirección de su órgano de expresión, el rotativo Hlas Ludn (La Voz del Pueblo), en Bratislava, y, más tarde, la del Pravda (La Verdad). Dos años después, Gottwald entró a ser parte del Comité Central del KSC y se fue a Praga para, en el año 1927, ser escogido secretario general del mismo. Desde el año 1929 fue diputado de la Asamblea Nacional. Pese a las geniales relaciones mantenidas con el presidente checo, Eduard Benes y a la buena prensa que tenían los marxistas entre la población checoslovaca, la estrategia política protegida por Gottwald, consistente en estrechar paulativamente los nudos entre el KSC y el Partido Comunista Soviético, Gottwald y sus fieles han comenzado a perder pausadamente el predicamento preciso en el concierto político del país.
Antes de generarse la agresión nazi sobre la zona checa de los Sudetes, en el año 1938, Gottwald efectuó un viaje a Moscú para ayudar al VII Congreso de la Internacional Socialista, para cuya presidencia terminó siendo escogido adjuntado con los líderes marxistas Maurice Torez y Palmiro Togliatti, y en el que se llegó al acuerdo de constituir múltiples "frentes populares" en todos y cada país gerente.
En el momento en que se causó la crisis de los Sudetes y la posterior firma del Pacto de Munich, el presidente Benes se vio obligado a renunciar del cargo y exilarse en los Estados Unidos de América, al paso que Gottwald regresó a Moscú para regentar la emigración comunista checoslovaca y remarcar aún mucho más su situación en el partido. Desde Moscú, Gottwald dirigió un contundente manifiesto a sus compatriotas en el que les amenazaba a la pelea sin tregua contra el enemigo invasor nazi.
Hasta el año 1943 no se causó contacto alguno entre Gottwald y el Gobierno provisional checo de Eduard Benes predeterminado en Londres, en el momento en que este último fue famoso por las fuerzas aliadas como presidente en funcionalidades de la república. En Moscú, los dos líderes se entrevistaron para saber el futuro político del país una vez acabada la guerra. Gottwald logró comprender a Benes las líneas en general del programa político comunista checo, las que pasaban, sin discusión alguna, en la participación activa de los marxistas en la reconstrucción futura del país.
Consecuencia de la victoria soviética en el frente oriental fue que, en el año 1945, Gottwald regresó a Praga como dueño y señor del KSC, apoyado sin reservas por Joseph Stalin desde Moscú, con el que había llegado a establecer una genuina sabiduría política para llevar hasta lo mucho más prominente del poder al KSC. Gottwald cooperó, como se encontraba pactado en un comienzo, con el Gobierno de Eduard Benes, quien confió la capacitación de un Gabinete a su presidente Fierlinger, que no tuvo mucho más antídoto que denominar viceprimer ministro al comunista Gottwald. Gracias a una coalición formada entre marxistas y socialdemócratas, las selecciones en general del año 1946 brindaron la victoria aplastante a Gottwald, que pasó a ocupar el cargo de presidente.
La primera cosa que hizo Gottwald como presidente fue la implantación del modelo económico planeado, a imagen y semejanza del soviético. La medida en cuestión no tardó en ser respondida por la oposición; en el primer mes del año de 1948 dimitieron en bloque todos y cada uno de los ministros anticomunistas del Gobierno, situación que no desperdició Gottwald para hallar de Eduard Benes la ratificación de un Gobierno completamente comunista.
Logrado esto último, Gottwald halló el sendero abierto para hacer sus proyectos mucho más políticos y económicos mucho más ambiciosos. En mayo del mismo año, Gottwald reafirmó su situación a través de la celebración de selecciones en general por lista del gobierno única, lo que le aseguró el 80% de los votos. Seguidamente, Gottwald decretó una exclusiva Constitución, puso en práctica una reforma agraria profunda, nacionalizó la enorme mayoría de las compañías checas y puso en marcha en primer plan quinquenal checo (1948-1953).
Desengañado y hundido éticamente, Eduard Benes se halló en exactamente la misma situación política del año 1938, en el momento en que se firmo el vergonzoso Pacto de Munich, dimitiendo como presidente de la República de Checoslovaquia, el 14 de junio de 1948. Ese mismo día, Gottwald se apuró a declarar de manera oficial constituida la República Democrática de Checoslovaquia, satélite indiscutible de los dictados que vienen de Moscú.
A lo largo de los cinco años que estuvo en el poder, Gottwald rigió el país con métodos represivos y estalinistas, haciendo purgas y ejecuciones de todos y cada uno de los contrincantes políticos que le salieron al paso, tanto fuera como en el KSC, de entre la que resaltó la supresión de su mayor enemigo político, Rudolf Slánsky, fallecido por orden directa de Joseph Stalin. Sin sitio a inquietudes, Gottwald transformó a su país con su sumisión a Moscú en el más destacable aliado político que halló Joseph Stalin en los años siguientes inmediatos a la guerra que brindaron comienzo a la Guerra Fría. Irónicamente, Gottwald cogió un grave resfriado en el momento en que asistía a los entierros de su enorme asegurador político, Joseph Stalin, el 9 de marzo de 1953, muriendo 5 días después en Praga. A su muerte fue sustituido por otro político comunista de la línea dura, Zápotocky.
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