Jutta Kleinschmidt

Ya sea inspirando a otros o tomando parte de la acción. Jutta Kleinschmidt es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Jutta Kleinschmidt es conocer más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que atesoró Jutta Kleinschmidt en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que frecuentaron a Jutta Kleinschmidt, sino que posiblemente produjo una señal mucho más profunda de lo que podamosconcebir en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Jutta Kleinschmidt de modo personal.Jutta Kleinschmidt ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Jutta Kleinschmidt, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la existencia de Jutta Kleinschmidt, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Jutta Kleinschmidt, gentes a quienes de un modo u otro Jutta Kleinschmidt influyó, y desde luego, comprender y entender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Jutta Kleinschmidt.

Vida y Biografía de Jutta Kleinschmidt

(Colonia, 1962) Piloto alemana que ha señalado singularmente por ser la primera mujer que logró la victoria en el Rally París-Dakar.

Jutta Kleinschmidt nació el 29 de agosto de 1962 en la localidad alemana de Colonia, en el seno de una familia de clase media baja. Esta alemana de ojos azules prontísimo se independizó de sus progenitores. Como no tenía dinero para un turismo, a los dieciocho años se adquirió una motocicleta desvencijada, con la que, no obstante, comenzó a correr como turista en el Rally de los Faraones de 1987, y después, a formar parte en carreras de motos hasta 1992, año en que se proclamó campeona del mencionado rally en la categoría de motocicletas femenina.

Ese año descubrió el atrayente de los turismos de competición, dentro de un buggy, como copiloto del propio Schlesser, con quien comenzó en 1993 y que se transformó en su compañero sentimental. Fue una turbulenta relación que se extendió hasta el Rally París-Dakar de 1998, en el momento en que la pareja rompió de manera poco amistosa, por el hecho de que Schlesser, que iba tras Jutta, la forzó a detenerse, puesto que no podía aguantar que ella fuera mucho más rápida.

En 1994 comenzó ahora como conduzco titular en el raid de Tunicia. Con un buggy de la escudería de Schlesser, fue, en 1997, la primera mujer que ganó una época del París-Dakar y la primera en liderarlo tras aquella etapa particular. Dicho año, además de esto, terminó quinta en el Dakar-Agadés-Dakar, en el que se transformó asimismo en la primera mujer que ganaba una época. Después, a fines de 1998, fichó por Mitsubishi, aparato con el que logró su primer podio en 1999 y con el que alcanzó la tercera situación del París-Dakar del mismo año. En la Copa del Mundo de Rallies Todoterreno de 2000 fue subcampeona con 233 puntos, tras Schlesser, con 406, quien le arrebató el liderato en los últimos km.

Una victoria providencial

Apoyada por la filial alemana de la marca de Japón, Jutta probó con creces su calidad, pero como no lograba el título, la compañía no pensaba renovarle el contrato en 2001. Su victoria fue, ya que, providencial. Mitsubishi la aprovechó para mudar un aspecto de su eslogan promocional (una mujer puede correr el Dakar con nuestro turismo, tú asimismo puedes llevarlo a cabo). Después del triunfo de Jutta, el comienzo del lema fue cambiado: una mujer puede ganar el Dakar....

Jutta se halló con la victoria en el París-Dakar de 2001 prácticamente sin caer en la cuenta. Había efectuado un Dakar sólido, jugando siempre y en todo momento las mejores bazas, pero sin poder lograr el liderato. Se lo halló de súbito en el momento en que Schlesser fue sancionado con una hora de penalización por haber salido en primera situación en la penúltima etapa, donde, según el reglamento, ese derecho correspondía al líder de la prueba, Masuoka, correspondiente, exactamente la misma la alemana, a la escudería Mitsubishi. El japonés, al notar que la lengua francesa y su compañero de escudería, Josep Maria Servià, se adelantaban con la intención de lograr que el polvo levantado por sus turismos incordiase a sus perseguidores, deseó contrarrestar la maniobra con una salida brusca, rompió la suspensión y perdió 50 minutos.

Allí se encontraba Jutta, que aguardaba una ocasión como aquella desde hacía años. Aguantó el tipo, prosiguió el ritmo y, al día después, tras una particular de solo 25 km, entró victoriosa en el lago Rosa, en Dakar. Schlesser, que pasó de ser ex- novio a transformarse en su contrincante mucho más acerado, prácticamente llegó a las manos con los comisarios, y también impugnó la victoria, que por último fue ratificada el 5 de marzo por un tribunal de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

Símbolo femenino

Después de este sonado triunfo, Jutta se transformó en un símbolo de la igualdad entre sexos en Alemania y en otros países, y ciertos medios se apuraron a endosarle sobrenombres como el de la Domadora del Desierto y otro mucho más manido, la Dama de Hierro de los Rallies, con los que aseguró que no se sentía nada a gusto, ya que sencillamente se consideraba un conduzco mucho más entre los hombres. Pero esa victoria más que nada acalló a quienes aseguraban que una mujer nunca podría ganar un rally tan competitivo y bien difícil.

En marzo de 2001, la vencedora del París-Dakar confirmó su situación en el planeta de los rallies al ganar las cinco etapas del segundo tramo del Mundial de Rallies. Ella impidió que Schlesser la adelantase, hasta el punto de lograr que se retirara de la carrera. No había duda de que Jutta se había transformado ahora en una obsesión para los hombres.

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Sin duda alguna conocer en profundidad a Jutta Kleinschmidt es algo que se reserva a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién y cómo fue la vida de Jutta Kleinschmidt es una especie de puzzleque a lo mejor logremos rehacer si contribuimos todos a la vez.

A causa de esto, si eres de aquellos que creen en que de modo colaborativo es posible hacer algo mejor, y tienes información acerca de la vida de Jutta Kleinschmidt, o sobre algún particularidad de su persona u creación que no hayamos observado en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el tema de la vida de una persona como Jutta Kleinschmidt, que detentó su significación en un momento histórico concreto, es indispensable tratar de brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para narrarnos qué conoces en relación con Jutta Kleinschmidt. Estaremos ilusionados de poder completar esta biografía con más información.