Justus von Liebig

La historia de la civilización la narran las mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela civilización, de un modo u otro,prospere.

Ya sea inspirando a más personas o tomando parte de la acción. Justus von Liebig es una de las personas cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra atención por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la vida de Justus von Liebig es conocer más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.

Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que detentó Justus von Liebig en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo durante el tiempo que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para aquellas personas que conocieron a Justus von Liebig, sino que posiblemente legó una huella mucho más profunda de lo que podamossospechar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya jamás a Justus von Liebig personalmente.Justus von Liebig ha sido una de esas personas que, por alguna causa, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Justus von Liebig, cautivan nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar entender la biografía de Justus von Liebig, el motivo por qué Justus von Liebig vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Justus von Liebig

(Justus, barón von Liebig; Darmstadt, de hoy Alemania, 1803 - Munich, 1873) Químico alemán que fue vanguardista de la química orgánica, la bioquímica y la química agrícola, y se considera por este motivo entre los científicos mucho más consagrados del siglo XIX. Se doctoró en 1822 por la Universidad de Erlangen. Discípulo de Gay-Lussac en París, fue después instructor en las universidades de Giessen y Munich. En Giessen revolucionó la enseñanza de la química y creó entre las mucho más reputadas academias de investigación. Su primer hallazgo importante, el isomerismo (compuestos diferentes con exactamente la misma fórmula molecular), lo efectuó con el apoyo de Friedrich Wöhler. Más tarde desarrolló una teoría sobre los radicales químicos, y realizó un trámite para la preparación de extractos cárnicos. Interesado en cuestiones químicas similares con la agricultura, en 1840 publicó una obra primordial para el posterior avance de estas cuestiones: Química orgánica y su app a la agricultura y a la fisiología.

Hijo de un mercader de pinturas y artículos de droguería, desde niño se manifestó su curiosidad por aquel estridente planeta de la tienda de su padre. Sin interés por los estudios, los abandonó para ocuparse al negocio familiar, utilizando su tiempo de ocio para presenciar con las substancias en venta: realizó sus primeras vivencias en la trastienda de la droguería, donde preparaba colores, lacas y embarnices. Posteriormente, en 1820, estudió en la Universidad de Bonn; la química era entonces una materia principalmente especulativa, sin solamente experimentación. Decepcionado, prosiguió formándose de modo autodidacta y creó y encabezó la Sociedad de Ciencia Natural.

Su participación en una algarada política le costó tres días de reclusión. Al salir de la prisión, solicitó al Gran Duque de Renania que le costease sus estudios en París, a eso que la alta autoridad accedió para librarse de los ímpetus revolucionarios del joven químico. De esta inverosímil forma llegó Liebig a establecerse en la ciudad más importante francesa en 1822, bajo la tutela de profesores de física y química tan importantes como Thénard, Gay-Lussac, Chevreul y Vauquelin.

Merced a una recomendación de Louis-Jacques Thénard, el joven Justus von Liebig fue aceptado en un laboratorio privado, donde tuvo ocasión de efectuar varios ensayos de los que notificó a la Academia Francesa el 22 de marzo de 1824. Sus progresos habían sido tan espectaculares que un par de días después, con tan solo veintiún años de edad, fue nombrado instructor increíble de la Universidad de Giessen (Alemania).

Pese al cuidado que despertaban en sus colegas su juventud y su pasión por una especialidad tan poco estudiada, Liebig próximamente transformó el laboratorio de su facultad en un centro en fase de prueba que habría de ser útil de modelo a todos y cada uno de los estudiosos químicos de Europa y América. Trabajando de manera infatigable, en condiciones penosas, en un miserable barracón que le había cedido la facultad, el joven científico de Darmstadt efectuó varios ensayos que extendieron su popularidad. Pronto contó con una legión de acólitos que, que proceden de muy distintos países, lograron revisar in situ los nuevos métodos desarrollados por Liebig para la enseñanza y la educación de la química; entre sus estudiantes aparecen August Wilhelm von Hofmann y Friedrich August Kekulé.

En 1832, Liebig creó la reconocida gaceta Anales de Farmacia (que entonces habría de mudar su cabecera por la de Anales de Química), y ocho años después dio a la imprenta su obra mucho más conocida, Química orgánica y su app a la agricultura y a la fisiología (1840). Otras proyectos suyas son Instrucción sobre el análisis de los cuerpos orgánicos, Diccionario de química, Manual de farmacia, La química orgánica aplicada a la fisiología animal y a la nosología, Elementos de química, La química animal, La química orgánica aplicada a la farmacia, Los movimientos de los jugos en el cuerpo animal, Investigaciones sobre la química alimentaria y Teoría y práctica de la economía agrícola.

Nombrado presidente de la Academia de Ciencias de Berlín, y integrante honorífico de la Royal Society londinense y de muchas otras academias y asociaciones científicas de europa y americanas, en 1845 Justus von Liebig fue honrado en su país natal con el título de barón. Siete años después, abandonó su querida Universidad de Giessen para incorporarse a la de Munich, donde dio clases en calidad de instructor de química.

Descubrimientos y aportaciones de Liebig

En un inicio se dedicó a la química orgánica, y, con Gay-Lussac, estudió los fulminatos, cuya analogía química con los cianatos reconoció; fue entre los primeros casos de isomería (fenómeno por el que 2 o mucho más compuestos tienen fórmulas químicas idénticas pero construcciones moleculares distintas), que observó asimismo Wöhler. Descubrió el ácido hipúrico, el cloroformo y el cloral, y estudió los compuestos del ácido úrico, los alcaloides, los aminoácidos y las amidas. Cabe nombrar aquí además la extendida colaboración de Liebig con Friedrich Wöhler, iniciada con las indagaciones sobre el extremista benzoilo. Defendió la precisión de la teoría de los radicales en la interpretación de las reacciones orgánicas, y aceptó la presencia del extremista etilo, que dedujo de las fórmulas del éter, el alcohol, el cloruro de etilo y el éter benzoico.

En una segunda etapa de su trayectoria profesional, Justus von Liebig se centró en la química fisiológica o bioquímica (o sea, la química de los procesos vitales). Clasificó los alimentos en tres enormes conjuntos (grasas, proteínas y también hidratos de carbono), y, tras haber construido los primeros aparatos que dejaban absorber el anhídrido carbónico expulsado en el desarrollo de la respiración, se halló en condiciones de probar que el calor del cuerpo (y, generalmente, la energía escencial) es el resultado de la combustión de grasas y también hidratos de carbono (es decir, de los alimentos digeridos dentro del organismo). Al hilo de estas indagaciones sobre el cuerpo humano y los alimentos, Liebig inventó un procedimiento para conseguir extractos de carne que se empleó en el mundo entero hasta mediados del siglo XX.

Se le debe, además de esto, la app de la química al estudio de la agricultura: entre otros muchos progresos, experimentó con éxito en el campo de los fertilizantes artificiales y también ingresó el empleo de los abonos minerales. Sugirió que las plantas convierten la materia inorgánica de la tierra y de la atmósfera en materia orgánica. Su obra Química orgánica y su app a la agricultura y a la fisiología (1840) revolucionó la ciencia agraria y enunció la teoría química de la fermentación.

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Está claro que llegar a comprender a Justus von Liebig es algo que está reservado a muy pocas personas, y que pretender reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Justus von Liebig es una especie de puzzleque con toda probabilidad logremos rehacer si colaboramos todos juntos.

Por esta razón, si eres de las personas que confían en que cooperando se puede hacer algo mejor, y posees información sobre la existencia de Justus von Liebig, o acerca de algún característica de su personalidad u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre importantes, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como Justus von Liebig, que tuvo su significación en una época concreta, es esencia tratar de mostrar una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.

No lo dudes y contacta con nosotros para contarnos qué sabes tú con respecto a Justus von Liebig. Estaremos encantados de poder completar esta biografía con más información.