La historia de las civilizaciones está escrita por los hombres y mujeres queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho queel mundo, de un modo u otro,prospere.
Ya sea inspirando a otros seres humanos o siendo una pieza esencial de la acción. Julio Gómez es una de esas personas cuya vida, en efecto, merece nuestra atención debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Julio Gómez es comprender más acerca de una época concreta de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Julio Gómez en la historia. La manera en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes frecuentaron a Julio Gómez, sino que a caso legó una huella mucho más profunda de lo que logremosconcebir en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a Julio Gómez en persona.Julio Gómez ha sido una persona que, por alguna razón, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
Las biografías y las vidas de personas que, como Julio Gómez, atraen nuestra atención, deben servirnos en todo momento como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Julio Gómez, el motivo por el cual Julio Gómez vivió del modo en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
(Domingo Julio Gómez García; Madrid, 1886-1973) Compositor y musicólogo español. Comenzó sus estudios musicales con su padre y con Antonio Santamaría, que había sido alumno de Emilio Arrieta y que fomentó en Gómez el interés por la zarzuela. Posteriormente estudió piano con Andrés Monge y Manuel Fernández Grajal, armonía con Pedro Fontanilla, composición con Emilio Serrano y también historia y estética con Felipe Pedrell en el Conservatorio de Madrid, donde consiguió primeros premios en las materias de armonía, piano y composición.
Simultaneó sus estudios musicales con los de Historia en la Universidad Central de Madrid. Se licenció en 1907 y años después, en 1918, consiguió su doctorado en esa especialidad. En aquella temporada conoció a los músicos Bartolomé Pérez Casas y Tomás Bretón, con quienes entabló amistad. Trabajó como profesor concertador en el Teatro Real de Madrid entre 1908 y 1911, intérvalo de tiempo en todo el como tuvo ocasión de formar parte en los estrenos de las óperas El oro del Rhin, Salomé, Margarita la tornera y Colomba, por ejemplo. Posteriormente dirigió el Museo Arqueológico de Toledo hasta 1913.
Ese año empezó a trabajar como directivo de la sección de música de la Biblioteca Nacional, institución donde trabajó al lado de Manuel Machado. Abandonó su puesto un par de años después para ocuparse de la biblioteca del Conservatorio de Madrid hasta 1956. En ella procuraría efectuar diferentes actualizaciones a través de la adquisición de compilaciones de libros y ficheros terminados. Compaginó su puesto como bibliotecario con la docencia en el Conservatorio de Madrid y la composición. Sus mucho más de cien partituras triunfaron distintos premios nacionales.
La obra de Gómez tiene influencias del neorromanticismo y de la música clásico de españa, singularmente en creaciones como El Pelele, con libreto de Cipriano Rivas Cherif, o la Tonadilla del Prado. Su obra sinfónica Suite en La le dio una enorme popularidad como creador nacionalista. Su interés por el folclore se deja ver en proyectos como su Cuarteto plateresco. Sus Catorce poemas líricos puestos en música, que incluían seis de Juana de Ibarbourou, dan buena exhibe de su enorme talento y sensibilidad para la música vocal.
Gómez efectuó además de esto una esencial tarea musicológica de la que dan prueba sus indagaciones sobre los cuartetos de Manuel Canales y sobre el tonadillero Blas de Laserna. Dichas indagaciones le hicieron merecedor del Premio Nacional de Música en sus ediciones de 1912 y 1913, respectivamente. Su faceta como crítico musical se desarrolló en los diarios madrileños La día y El liberal, tal como en las gacetas Harmonia y Revista Musical de Bilbao. En oportunidades se opuso a las teorías de Adolfo Salazar y de Pedrell, al que recriminaba su rechazo hacia la zarzuela.
¿Qué juicio te merece la vida de Julio Gómez? ¿Has podido leer todo aquello que suponías que ibas a encontrar?
Indudablemente conocer en profundidad a Julio Gómez es algo que se reserva a pocas personas, y que pretender reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Julio Gómez es una suerte de puzzleque probablemente consigamos rehacer si cooperamos todos juntos.
Por ese motivo, si eres de aquellos que creen en que de modo colaborativo es posible elaborar algo mejor, y detentas información con respecto a la existencia de Julio Gómez, o con respecto a algún aspecto de su personalidad u creación que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre determinantes, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Julio Gómez, que tuvo su relevancia en una época concreta, es fundamental procurar brindar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para contarnos qué sabes en relación con Julio Gómez. Estaremos ilusionados de ultimar esta biografía con más información.