La historia del mundo está escrita por aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Julio Camba es una de esas personas cuya vida, en verdad, merece nuestro interés debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Julio Camba es conocer más sobre una época concreta de la historia de la humanidad.
(Villanueva de Arosa, 1882 - Madrid, 1962) Escritor y periodista español. Cursó los primeros estudios en su villa natal y, a los trece años, embarcó como polizón con rumbo a Buenos Aires, donde radicó un par de años. De regreso a la patria cooperó en el Diario de Pontevedra, reflejando en sus crónicas las vivencias adquiridas en tierras argentinas. Poco después se trasladó a Madrid presto a ocuparse al periodismo y, si bien sus principios no fueron simples, su perserverancia le abrió las puertas del períodico El País; sus escritos adecuados y también premeditados próximamente llamaron la atención.
Algo después pasó a la redacción de España Nueva y de aquí a la de El Mundo, ocupando ahora un espacio señalado en este esencial y recién desarrollado periódico. Pero como su incomodidad y el ansia de noticias le demandaban mudar de lugar, no tardó en marchar a Constantinopla como corresponsal de La Correspondencia de España. Así empezaba Camba su refulgente carrera de periodista viajero y cosmopolita.
Tras una extendida permanencia en Turquía volvió a Madrid, entrando nuevamente como redactor de El Mundo; pero en el joven periodista se había despertado el afán de viajar y no cejó hasta ser enviado a París como cronista. Fue desde entonces en el momento en que sus escritos adquirieron el sello definitivo de su personalidad. En las crónicas que escribía para El Mundo se advertía ahora su estilo característico con el que tanta popularidad debía lograr.
De París fue Camba a Londres, donde vivió un par de años, trasladándose entonces a Munich asimismo en calidad de corresponsal. No estuvo un buen tiempo aquí pues el diario ABC contrató sus servicios y tuvo que instalarse en Berlín, continuando hasta el estallido de la primera Guerra Mundial. Obligado a regresar a España, salió instantaneamente para los Estados Unidos, y allí radica hasta el momento en que en la primavera de 1917 este país intervino en la contienda.
Llegado a Madrid se dedicó a lo largo de unos años a una intensa actividad literaria, fruto de la que fueron ciertas de sus mejores proyectos. De nuevo emprendió viaje a Norteamérica, radicando en Nueva York hasta 1931; pero la proclamación de la segunda República de españa lo trajo otra vez a la patria. Durante una de sus muchas salidas al extranjero le sorprendió en Portugal el Alzamiento, accediendo Camba en la España Nacional y retirándose a vivir a su casa de Villanueva de Arosa. A partir de estas datas sus viajes fueron mucho más apartados y cortos, viviendo entre Galicia y Madrid los últimos años de su agitada vida.
Su obra, llevada a cabo de talento y fino humorismo, está marcada por un sello personal. La sátira, o mejor, la ironía de Camba no es jamás áspera y se agrada en acentuar, siempre y en todo momento en tono menor, los puntos cómicos y los entretenidos contrastes que revela a su paso, con fina y penetrante mirada de humorista nato. A través de su enorme producción literaria se adivina en él a un puro intelectual y a un sutil y muy elegante crítico.
Indudablemente, sus 2 mejores libros son La rana viajante (1921) y Aventuras de una peseta (1923). Entre sus muchas proyectos, nacidas de propias vivencias, meritan citarse: Las alas de Ícaro (1913), Alemania (1916), Londres (1916), Playas, ciudades y montañas (1917), Un año en el otro planeta (1917), Sobre prácticamente todo y Sobre prácticamente nada (1928). En otro orden son entrometidas La casa de Lúculo o el arte de bien comer (1929), La localidad automática y Haciendo de República (1945). Escribió muchas otras mucho más, así como Esto, aquello y todo lo demás, Ni Fú ni Fá, etcétera. En 1943, la Real Academia Española le concedió el Premio Castillo de Chirel. Por su producto Las plumas de avestruz consiguió en 1951 el Premio Mariano de Cavia pertinente a ese año.
¿Qué juicio te merece la existencia de Julio Camba? ¿Has hallado todo aquello que pensabas que ibas a hallar?
Indudablemente llegar a comprender a Julio Camba es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Julio Camba es una suerte de puzzleque posiblemente alcancemos a reconstruir si contribuimos todos a la vez.
Por eso, si eres del tipo de personas que creen en que de modo colaborativo se puede elaborar algo mejor, y detentas información en relación con la biografía de Julio Camba, o sobre algún particularidad de su personalidad u creación que no hayamos observado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Julio Camba, que tuvo su trascendencia en una época determinada, es imprescindible intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
contacta con nosotros para relatarnos qué sabes con respecto a Julio Camba. Estaremos muy contentos de completar esta biografía con más información.