Juan Pablo Montoya

La historia universal está escrita por aquellos hombres y mujeres queen el paso de los años, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,prospere.

Ya sea inspirando a otras personas o siendo una pieza esencial de la acción. Juan Pablo Montoya es una de las personas cuya vida, en efecto, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la biografía de Juan Pablo Montoya es conocer más acerca de una época concreta de la historia del género humano.

Si has llegado hasta aquí es porque tienes consciencia de la relevancia que detentó Juan Pablo Montoya en la historia. La manera en que vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue determinante no sólo para las personas que frecuentaron a Juan Pablo Montoya, sino que posiblemente produjo una huella mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Juan Pablo Montoya en persona.Juan Pablo Montoya ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como Juan Pablo Montoya, seducen nuestra atención, tienen que servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Juan Pablo Montoya, el motivo por qué Juan Pablo Montoya vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Juan Pablo Montoya

(Bogotá, 1975) Piloto colombiano. Formar una parte del selecto conjunto de pilotos de la Fórmula 1 es una compañía que está al alcance de escasos, ya que el automovilismo es, indudablemente, entre los deportes que denuncian un mayor nivel de exigencia, valor y sacrificio. Si a esta contrariedad se añade el hecho de seguir de un país, Colombia, con enormes futbolistas y corredores legendarios, pero carente de una tradición automovilística comparable a la del fútbol, se comprende el doble mérito de Juan Pablo Montoya, quien recogió el testigo de los enormes pilotos argentinos (Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann) y brasileiros (Emerson Fittipaldi, Ayrton Senna) del pasado para encabezar, adjuntado con el brasileiro Rubens Barrichello, la representación de sudamérica en la Fórmula 1 del nuevo milenio.

La afición al motor de Juan Pablo Montoya le vino por la parte de su padre, Pablo Montoya, arquitecto y conduzco de automovilismo que, tras vencer en una competición, no resistió la tentación de sentar a su pequeño bebé, con solamente tres meses de edad, a fin de que lo acompañara en su vuelta triunfal. Este ritual se repetiría más adelante y quién sabe si no contribuiría a que el niño fuera impregnándose de todo el mundo de la competición sobre 4 ruedas.

Pablo, el mayor de una familia de 4 hermanos (los sobrantes son Liliana, Catalina y Federico), recibió un coche de juguete como obsequio en su segundo aniversario; desde ese momento sería su tesoro mucho más apreciado. Precoz contrincante, con solo cinco años ahora se inició en un campeonato de karts, modalidad donde se proclamó vencedor nacional en la categoría infantil por año siguiente. Durante la década de 1980, y bajo la tutela de su progenitor, continuó manejando karts y juntando torneos nacionales en las categorías Junior y Komet.

En 1990, un quinceañero Montoya cruzó por primera vez el Atlántico con su padre; se trasladó a Lonato (Italia) y participó en el campeonato mundial de karts en la categoría Junior. Empezaba de esta manera la aventura en todo el mundo del joven y agradable conduzco colombiano. En 1992 se le presentó la primera ocasión de formar parte en una competición de nivel superior, si bien para esto debió regresar por un tiempo a su país: anotado in extremis por su padre en la Fórmula Renault, su estreno fue fulgurante, ya que marcó la pole position en la primera carrera, y en el final de la temporada quedó subcampeón tras ganar 4 de las ocho carreras. Al año siguiente, en la Copa Swift GTI, fue saludado con la bandera a cuadros de vencedor en siete de las diez carreras.

En 1995, de vuelta al Viejo Continente, logró, no sin enormes sacrificios, formar parte en la temporada de la Vauxhall Lotus (Inglaterra), donde consiguió 4 victorias. Gracias a ello recibió una convidación para la Copa Internacional de Fórmula 3 disputada en tierras británicas, donde quedó segundo. Con 26 años entró a ser parte del aparato Fortec de la Fórmula 3 británica, con el que logró 2 victorias. El siguiente peldaño en su trayectoria era la Fórmula-3000, pero el coste económico de la categoría se encontraba sobre sus opciones. Todo parecía perdido en el momento en que brotó un rayo de promesa: la escudería austriaca RSM Marko confió en sus opciones. El joven conduzco no defraudó, ya que consiguió victorias en Francia, Austria y España, y acabó la temporada como subcampeón de la categoría.

El año 1998 marcó un instante de inflexión en la carrera de Montoya: que viene dentro en el aparato Super Nova, se impuso en el Campeonato Internacional de Fórmula-3000, mientras que se transformaba en conduzco de pruebas de entre las escuderías punteras de la Fórmula 1, Williams. En 1999 firmó un contrato de tres años con el aparato Target Chip Ganassi, con el que participó en la categoría CART, competitiva modalidad disputada en Estados Unidos donde fue vencedor.

A partir de entonces, la popularidad de Montoya aumentó en exactamente la misma medida en que lo logró el reconocimiento oficial de sus paisanos. El gobierno colombiano le concedió la Cruz de Boyacá, máxima condecoración del país, y la prensa enfocada lo declaró mejor conduzco del año. El deporte del automovilismo comenzaba a reclutar un ejército de seguidores, de la misma en las décadas de 1980 y 1990 los tuvieron los "escarabajos" colombianos en la Vuelta España, el Giro de Italia o el Tour de Francia.

La consagración determinante le vino en 2001, con su inclusión en el minoritario conjunto de pilotos de la Fórmula 1, encuadrado en la escudería Williams. A los mandos de de las mejores máquinas del circuito, consiguió la victoria en el Gran Premio de Italia, en Monza, y por año siguiente alcanzó el tercer sitio del podio en la clasificación final de la temporada. Entretanto, el 27 de octubre de 2002, Montoya se casó con su compatriota Connie Freydell en Cartagena de Indias. También en la temporada de 2003 consiguió la tercera plaza en la clasificación final, erigiéndose como una opción alternativa real a la tiranía del heptacampeón mundial Michael Schumacher. Figuras míticas del volante como Emerson Fittipaldi o el escocés Jackie Stewart le dirigieron enormes encomios y auguraron nuevos triunfos.

Al año siguiente, no obstante, las deficiencias de su monoplaza dañaron su competitividad y su progresión se vio frenada; acabó la temporada de 2004 en un meritorio quinto sitio, y fichó por la escudería McLaren-Mercedes, con la que correría los un par de años siguientes. En 2005, una lesión en el hombro le impidió formar parte en 2 carreras, pero venció en tres enormes premios y acabó cuarto en la general. Pero las malas relaciones con el jefe del aparato McLaren, Ron Dennis, tal como con la organización y los arbitrajes, conducirían a Montoya a dejar la Fórmula 1 en la temporada 2006, que no acabó. No por este motivo dejó Montoya de pilotar: exactamente el mismo 2006 pasó a la categoría Nascar, donde proseguiría rivalizando en años consecutivos. Su buen estado de manera quedó probado en una proeza al alcance de pocos: vencer en 2 ediciones sucesivas (2007 y 2008) de las insignes 24 h de Daytona.

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Sin duda alguna conocer profundamente a Juan Pablo Montoya es algo que se reserva a escasas personas, y que pretender recomponer quién y cómo fue la vida de Juan Pablo Montoya es una suerte de puzzleque con bastante probabilidad logremos reconstruir si colaboramos todos a la vez.

Por ese motivo, si eres de las personas que creen en que de forma cooperativa se puede elaborar algo mejor, y posees información en relación con la biografía de Juan Pablo Montoya, o acerca de algún faceta de su figura u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son decididamente esenciales, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de una persona como Juan Pablo Montoya, que poseyó su significación en una época determinada, es imprescindible tratar de mostrar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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