Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como Juan Luis Arsuaga, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo fundamental para que seamos capaces de valorar no sólo la vida de Juan Luis Arsuaga, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Juan Luis Arsuaga, personas a quienes de de una forma u otra Juan Luis Arsuaga influyó, y por supuesto, comprender y entender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Juan Luis Arsuaga.
Las biografías y las vidas de personas que, como Juan Luis Arsuaga, cautivan nuestra atención, deben ayudarnos siempre como referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Juan Luis Arsuaga, el motivo por qué Juan Luis Arsuaga vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que se mueve, de forma implacable, la historia.
(Madrid, 1954) Paleontólogo español que codirige, adjuntado con Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, los esenciales yacimientos pleistocenos de Atapuerca (Burgos). Juan Luis Arsuaga Ferreras nació en Madrid en 1954, hijo de madre madrileña y de padre vasco perteneciente de Tolosa. Muy próximamente le entró la pasión por la prehistoria, de manera especial tras la lectura del libro En busca del fuego. Después de licenciarse y doctorarse en ciencias biológicas por la Universidad Complutense de Madrid (1977), donde después sería instructor de paleontología humana, comenzó a interesarse por la paleoantropología de campo.
Arsuaga estudió ciencias biológicas pues siempre y en todo momento creyó que la evolución humana había de ser estudiada como la de cualquier ser vivo: desde los postulados de Charles Darwin. Y, además de esto, con rigor, lo que supuso que percibiese inmediatamente la relevancia que tenían para el trabajo paleontológico los ordenadores y la estadística. Por eso, en su proposición doctoral empleó el análisis multivariante, una complicada técnica estadística, para la que empleó un computador con tarjetas horadadas.
Con esas herramientas examinó mucho más de 500 pelvis humanas modernas. Desde entonces, la evolución y la morfología de la cadera y los temas relacionados con ella (locomoción, parto) fueron sus temas preferidos, sin desatender los otros temas de la evolución humana. Realiza sus indagaciones a la cabeza de un aparato desarrollado por él mismo en el Departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense.
Un jalón: Atapuerca
En 1982 organizó el aparato de estudiosos de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, del que fue nombrado codirector en 1991. En 1976 ahora había tomado contacto con Emiliano Aguirre, el instructor de la Complutense que en 1978 formó el primer aparato de investigación de la sierra burgalesa con la meta de estudiar fósiles para su proposición doctoral, pero no fue hasta 1982 en el momento en que tuvo la posibilidad de estudiar ciertos restos: unos extractos de cráneo y los conocidos dientes con surcos de palillo que Arsuaga examinó al lado de José María Bermúdez de Castro.
También en 1982 conoció a Eudald Carbonell, de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Fue en el I Congreso Internacional de Paleontología Humana, festejado en Niza: «Paseaba al lado de la playa y vi a un tipo tallando piedras; debía ser español, conque me aproximé. Era Eudald». Desde entonces la asociación entre los dos fué angosta, personal y profesionalmente.
Arsuaga tiene algo de naturalista de la vieja escuela, y asimismo de explorador y científico. Aceptar hacerse cargo de la excavación de la Sima de los Huesos era en su instante un paso muy riesgoso, dada la contrariedad que implicaba y la carencia de infraestructuras. Pero en 1986 Arsuaga era ahora instructor universitario, lo que facilitó la creación de un equipo nuevo y la financiación del emprendimiento. Junto a Pilar Julia Pérez, paleontóloga, basó allí el nuevo conjunto de trabajo, un conjunto que está a la cabeza de la investigación paleoantropológica mundial merced a la incorporación de las últimas técnicas.
La Sima de los Huesos
En 1987 Arsuaga solicitó y se le concedió un subproyecto sin dependencia para centrarse solo en la Sima de los Huesos. En 1991, una vez completada la infraestructura, los trabajadores se centraron en las excavaciones. En 1992, el descubrimiento en la Sima de los Huesos de 2 cráneos muy terminados, aparte de otros restos, ocasionó enorme encontronazo en la red social científica en todo el mundo, y el descubrimiento, un par de años después, del Homo antecessor (bautizado como tal en 1997) marcó un jalón, pues según Arsuaga se habla del hombre que colonizó Europa hace unos 800.000 años. «Eso es seguro», remarca Arsuaga. «No obstante -sigue-, hay fósiles de homínidos de 1,8 millones de años, de Homo ergaster, en Georgia, indudablemente la primera clase humana que salió de África.»
Este hallazgo echaba por tierra las declaraciones de los arqueólogos de Boxgrove, un yacimiento en el sur de Gran Bretaña, que han publicado en la época de aquel mismo año que los restos humanos hallados en su excavación (fragmento de tibia) eran los mucho más viejos de Europa, con una edad sutilmente inferior al quinientos mil de años.
En 1999 el aparato de Arsuaga recobró una pelvis masculina completa, apodada Elvis, que aportó mucha luz sobre la composición corporal de esos humanos. Según Arsuaga, un consumado experto -«he medido mucho más caderas que absolutamente nadie»--, las dimensiones de esta pelvis son inusuales y no hay otra afín en el planeta.
Esos descubrimientos y el trabajo del aparato estudioso, en el que Arsuaga es, al lado de Bermúdez de Castro y Carbonell, una parte clave, hicieron de Atapuerca, gracias en decisión correcta a la aptitud de divulgación que exhibe Arsuaga, un marco de referencia obligada para la prehistoria europea y un genuino pensamiento para el estudio de la evolución humana. En 2001 estaban en curso mucho más de veinta proposición doctorales que se sumarán a los múltiples cientos y cientos de trabajos publicados en las gacetas científicas de mayor prestigio. En 1997, el aparato de Atapuerca recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, tal como el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades.
Divulgación de los descubrimientos
Arsuaga es creador de varios productos en las mucho más esenciales gacetas científicas de campo en todo el mundo, como Journal of Human Evolution, de la que es editor asociado, o American Journal of Physical Anthropology. Invitado como ponente en varios congresos científicos de todo el mundo, ha dado charlas en ciertas mucho más esenciales universidades de todo el mundo, como Londres, Cambridge, Zurich, Roma, Arizona, Filadelfia, Berkeley o Nueva York.
Arsuaga convirtió la divulgación científica en entre las preferencias de su aparato. En los últimos años ha producido y escrito el guion de 2 reportajes sobre Atapuerca. Rodando en Atapuerca es un concepto que tuvo ahora en 1987 para anunciar el trabajo que se hace en la sierra. Producido por Javier Trueba entre 1990 y 1996, hablamos de un archivo histórico inusual sobre varios de los descubrimientos mucho más esenciales del siglo XX en el campo de la paleoantropología. Ha recibido varios y reputados premios como archivo cinematográfico científico.
Arsuaga y su aparato no solo trabajan en Atapuerca. Colaboran asimismo con ciertos conjuntos de estudiosos en paleontología humana mucho más esenciales de todo el mundo, como el del estadounidense Timothy White, de la Universidad de California, que trabaja en la conocida zona etiope de Afar, o con el de James Buschoff, geocronólogo experto en el pleistoceno.
Su último libro, escrito al lado de Ignacio Martínez Mendizábal, La clase escogida, se situó desde su aparición en la lista de libros mucho más vendidos, al lado de su previo obra individual, El collar del neandertal. También es prologuista de La danza del tigre, de Björn Kurtén, en el que se discute en clave de novela la oportunidad de mestizaje entre neandertales y cromañones. Colabora además en gacetas de primera línea en todo el mundo como Nature o Science.
Entre otros muchos cargos, es integrante de la comisión de rastreo del Museo del Hombre de París y del comité directivo de la Asociación Internacional para el Estudio de la Paleontología Humana, aparte de instructor visitante del Departamento de Antropología del University College de Londres.
Últimos descubrimientos
El descubrimiento, en el primer mes del verano de 2001, de un hogar que prueba que los homínidos que habitaban la sierra ahora utilizaban el fuego hace 150.000 años, fue anunciado por Arsuaga con su frecuente tono de divulgador con pasión por su trabajo. Además, en la Sima del Elefante se halló un fémur terminado correspondiente a un Homo heidelbergensis que ha podido vivir hace unos 300.000 años. Se trata del único fémur terminado que hay en el planeta de esta antigüedad y ha podido formar parte a un varón de 1,70 metros de estatura y 90 kilogramos de peso.
Arsuaga protege el ingrediente emotivo de la ciencia: «La ciencia tiene alma -frecuenta decir-, y los paleoantropólogos requerimos ver a los ojos de los humanos que nos antecedieron. Por eso no tenemos la posibilidad de eludir ponerle carne a los huesos fósiles y también imaginar una cara».
La paleontología es, según agrada determinar Arsuaga, no la ciencia que estudia los animales y las plantas que fallecieron hace bastante tiempo, sino más bien la de los que «vivieron» hace un buen tiempo. Esta forma de comprender esta ciencia es la que permitió al conjunto de estudiosos españoles dirigidos por este paleontólogo estudiar la vida de los de europa de hace un millón de años. Gracias a sus trabajos, se conoce de qué manera eran las plantas de aquella temporada y que la gente tenían una dieta mezclada, a partir de vegetales y animales.
¿Qué opinas de la vida de Juan Luis Arsuaga? ¿Has hallado todo aquello que deseabas encontrar?
Sin duda descubrir en lo más recóndito a Juan Luis Arsuaga es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Juan Luis Arsuaga es una suerte de enigmaque tal vez logremos reconstruir si contribuimos juntos.
Por ese motivo, si eres de las personas que creen en que de modo colaborativo existen posibilidades de elaborar algo mejor, y detentas información acerca de la biografía de Juan Luis Arsuaga, o sobre algún detalle de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre imprescindibles, ya que destacan la singularidad, y en la ocasión de la vida de alguien como Juan Luis Arsuaga, que tuvo su trascendencia en un momento histórico concreto, es indispensable tratar de brindar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para contarnos qué conocimientos tienes tú sobre Juan Luis Arsuaga. Estaremos muy contentos de perfilar esta biografía con más información.