La historia de las civilizaciones la escriben las mujeres y hombres quea lo largo del tiempo, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han originado queel mundo, de una forma u otra,avance.
Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Juan Lindolfo Cuestas es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Juan Lindolfo Cuestas es comprender más sobre etapa determinada de la historia del ser humano.
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(Paisandú, 1837 - París, 1905) Político uruguayo que fue ministro en los gabinetes de Vidal y Santos y ocupó la presidencia de Uruguay entre 1899 y 1903. En su juventud se dedicó a las finanzas, haciendo un trabajo en el banco de su localidad natal. En 1963 desempeñó la teneduría de libros de tal banco y en 1866 fue impulsado a la gerencia de la sucursal del Banco Italiano, en el departamento de Cerro Largo. Después empezó a trabajar en aduanas como receptor de la aduana del Salto y más tarde como jefe de la aduana de la ciudad más importante.
Adherido al Partido Colorado, en 1881 fue nombrado ministro de Hacienda por el presidente interino Francisco Antonio Vidal, tras efectuar una espléndida administración como contador-tesorero de la Junta de Crédito Publico y más tarde encargarse de la organización de los impuestos directos y el servicio de la Deuda Pública. En su administración de Hacienda, Cuestas regularizó dentro de lo posible el estado del Tesoro, pero le fue irrealizable unificar la deuda, gracias a las demandas de los capitalistas ingleses con los que realizó la negociación.
En 1884 fue nombrado ministro de Instrucción Pública, Justicia y Culto, en el gabinete del general Santos. Su política reformista y su búsqueda de achicar los permisos del clero le granjearon la enemistad de las clases mucho más conservadoras del país. Ocupó nuevamente la cartera de Hacienda en el transcurso de un corto intérvalo de tiempo del año 1886, tras lo que fue enviado a la República Argentina como ministro plenipotenciario. De vuelta en su país fue escogido múltiples ocasiones senador y diputado y por último presidente del Senado, lo que asimismo incluía la vicepresidencia del país.
En 1897 fue nombrado presidente interino del Uruguay, tras el homicidio de Idiarte. Su primera acción adelante de Uruguay fue la pacificación del país, que logró en menos de un mes, a través de la negociación con los insurgentes de Rio Grande do Sul (Pacto de la Cruz, septiembre de 1897), liderados por el caudillo Aparicio Saravia; los revolucionarios demandaban garantías electorales y representación proporcional.
El éxito de la negociación dio a Cuestas tal popularidad que se hicieron varias manifestaciones para soliciar que fuera escogido presidente efectivo, pero frente a la oposición del Senado, esa cámara fue diluida por decreto (diez de febrero de 1898) y Cuestas se erigió dictador. En marzo de 1899 fue ratificado como presidente constitucional unánimemente de la Asamblea, pese a la fuerte actividad opositora. Formaron una parte de su gabinete Manuel Herrero y Espinosa (1899), Óscar Hordeñana (1901), Germán Roosen (1901) y Luis Varela (1903). Cuestas firmó un tratado según con el Partido Nacional, al que dio control sobre seis departamentos de Uruguay, y prometió a todos y cada uno de los ciudadanos el respeto a los derechos constitucionales, lo que apaciguó el panorama político, pero con el tiempo sirvió para acentuar la división del país.
A lo largo de su presidencia se reordenó la administración y se realizaron ciertas proyectos públicas esenciales, como la rehabilitación del puerto de Montevideo. De ideología anticlerical, Cuestas creó limitaciones al ejercicio del catolicismo de roma y a la admisión de curas en el país. En 1903 abandonó la presidencia sin haber completado muchas de las reformas que se planteaba y fue sustituido por Batlle y Ordóñez. Después abandonó su patria y se trasladó a París, donde radicó hasta su muerte.
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