La historia de las civilizaciones la escriben aquellos hombres y mujeres quea lo largo de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han ocasionado quela humanidad, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. Juan de Zumárraga es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestra atención por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Comprender la existencia de Juan de Zumárraga es conocer más sobre periodo preciso de la historia del ser humano.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la trascendencia que tuvo Juan de Zumárraga en la historia. La forma en que vivió y lo que hizo en el tiempo en que permaneció en la tierra fue determinante no sólo para quienes conocieron a Juan de Zumárraga, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más vasta de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Juan de Zumárraga personalmente.Juan de Zumárraga ha sido una persona que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Juan de Zumárraga, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa básica para que podamos valorar no sólo la vida de Juan de Zumárraga, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Juan de Zumárraga, personas a quienes de de una forma u otra Juan de Zumárraga influenció, y sin duda, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Juan de Zumárraga.
Las biografías y las vidas de personas que, como Juan de Zumárraga, cautivan nuestra atención, deben servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para ofrendar un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Juan de Zumárraga, porqué Juan de Zumárraga vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que avanza, de forma implacable, la historia.
(Durango, Vizcaya, 1476 - México, 1548) Religioso franciscano español, primer obispo de México (1528). Ingresó en la provincia franciscana de la Concepción a través del convento del Abrojo, ubicado cerca de Valladolid, del que fue Guardián. Allí le conoció el Emperador en el momento en que se alojó en tal Convento para ayudar a las Cortes de Valladolid del año 1527.
Fruto de este acercamiento fue un veloz ascenso del franciscano, escogido poco después Visitador de Navarra para accionar en un desarrollo sobre brujería (en compañía de Fr. Andrés de Olmos, con el que pasaría a América) y su presentación para el obispado de la ciudad más importante mexicana, que terminaba de erigirse.
Todo fue vertiginoso. Zumárraga fue escogido Obispo y Protector de Indios el 12 de diciembre del mismo año 1527 y partió para su destino sin consagrarse en el mes de enero de 1528, adjuntado con los integrantes de la primera Audiencia de México (encabezada por Nuño de Guzmán y los oidores Parada, Maldonado, Matienzo y Delgadillo) a los que se confiaba entablar el orden jurídico contra el impuesto por los conquistadores.
Llegó a México el 6 de diciembre siguiente y poco después fallecieron los oidores Parada y Maldonado, muertes que favorecieron el comienzo en la Audiencia de un periodo de irregularidades que la confrontaron con el obispo. Zumárraga recibía de manera continua reclamos de los indios por la explotación, en su calidad de Protector, pero no podía llevar a cabo nada con las acusaciones. Finalmente el presidente Nuño de Guzmán violó el derecho de asilo al sacar de la iglesia a unos presos y el Obispo respondió con la excomunión de los oidores y con la suspensión del culto en la ciudad más importante (1530).
Fue la batalla entre los poderes civil y eclesiástico. Zumárraga escribió al Emperador y también procuró ponerle alerta de la actuación de la Audiencia y del castigo al que sometían a los naturales, pero no ha podido remitir lo escrito por los óbices que le pusieron. Lo logró al final y Carlos I respondió con la creación del Virreinato en México, tal como con el envío de la segunda Audiencia, encabezada por Ramírez de Fuenleal. Zumárraga comenzó a ayudar con las novedosas autoridades pero recibió orden de presentarse en España para hablar de los enfrentamientos en los que había intervenido.
Partió para la Península en el mes de mayo de 1532 y, tras proteger su actuación recibió su consagración como Obispo y preparó su viaje de regreso, que pensaba realizar en compañía de 30 franciscanos. No le autorizaron a llevar muchos religiosos y al cabo partió con solo ciertas familias de artesanos. Embarcó en Sevilla en el primer mes del verano de 1534 y llegó a México en el mes de octubre. Zumárraga, a quien se había desposeído del cargo de Protector de Indios, convivió mejor con la segunda Audiencia mexicana y con el virrey don Antonio de Mendoza. Por entonces llegó la aprobación del Papa Paulo III (1537) a los bautismos colectivos de indios, que debían efectuarse con las garantías debidas. Zumárraga convocó una Junta de Prelados en 1539 (con los de Oaxaca, Michoacán y Guatemala) que estableció ciertos pormenores sobre el especial.
El mayor inconveniente de su nuevo orden derivó de su ascenso como inquisidor en 1535, ya que debió accionar en el desarrollo que se realizó en 1539 contra don Carlos Ometochtzin, hijo del señor de Texcoco, Nezahualpilli, acusado de apóstata y también instigador de la idolatría. El juicio acabó con la ejecución de don Carlos. Fue quemado vivo el 30 de noviembre de ese año en la Plaza Mayor de México. El Obispo recibió una dura reprimenda del Inquisidor General y aun por nuestro Emperador por haber actuado contra los paganos conversos tal y como si fuesen de otra Religión.
Zumárraga pensó dejar Nueva España y embarcar para China, pero al cabo decidió continuar cumpliendo su obligación y admitir sumisamente la amonestación. Empezó la construcción de la catedral, cooperó activamente en la fundación del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco (estrenado en 1536) para la capacitación de los naturales, edificó el hospital del Amor de Dios y apoyó la introducción de la imprenta, que estrenó el impresor Juan Cromberger en 1539 con la edición de la Breve y mas compendiosa doctrina cristiana en lengua mexicana y castellana.
Otro de los instantes bien difíciles del prelado fue el año 1544 en el momento en que llegó a México el Visitador y también Inquisidor Francisco Tello de Sandoval para imponer las Leyes Nuevas de 1542 que prohibían esclavizar los indios e inclusive, en un comienzo, la perpetuidad de las confías (anulada entonces). Los encomenderos le han recibido vestidos de luto estricto y la tensión fue colosal. Zumárraga se sumó al Virrey en soliciar la suspensión temporal de las Leyes mientras que se efectuaban las consultas oportunas, lo que evitó mayores inconvenientes. Su última actuación esencial fue formar parte el año 1544 en la junta donde se delimitó las diócesis mexicanas. El 8 de julio de 1548 Zumárraga fue nombrado Arzobispo de México. La bula llegó tarde a la ciudad más importante de la Nueva España, ya que Zumárraga había fallecido el 3 de junio de 1548.
Zumárraga fué acusado de haber quemado manuscritos aztecas en genuinos coches de fe, en especial los de Texcoco. El tema fomentó una enorme polémica y García Icazbalceta anotó que los ficheros de Texcoco fueron destrozados por los tlaxcaltecas, socios de Cortés, al tomar esa localidad en 1520, pero esto no probó que no hubiese expurgado otros códices que los religiosos españoles consideraban demoníacos. Como contrapartida Zumárraga incitó a Andrés de Olmos a investigar sobre las antigüedades indígenas. Zumárraga escribió y publicó en 1544 Doctrina corto, muy ventajosa de las cosas que forman parte a la fe católica...., prohibida más tarde, que fue un plagio de la Summa de doctrina christiana del protestante Constantino Ponce de la Fuente; otra Doctrina cristiana (1545) y Regla Christiana (1547).
¿Qué juicio te merece la crónica de la vida de Juan de Zumárraga? ¿Has hallado la información que esperabas encontrar?
Evidentemente llegar a comprender a Juan de Zumárraga es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que pretender recomponer quién y cómo fue la vida de Juan de Zumárraga es una suerte de enigmaque probablemente alcancemos a reconstruir si cooperamos todos juntos.
Por esta razón, si eres del tipo de personas que creen en que de forma colaborativa se puede crear algo mejor, y tienes información con respecto a la biografía de Juan de Zumárraga, o con respecto a algún aspecto de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos fundamentales, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de una persona como Juan de Zumárraga, que tuvo su trascendencia en un momento concreto de la historia, es fundamental procurar mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para narrarnos qué conocimientos posees en relación con Juan de Zumárraga. Estaremos muy contentos de perfilar esta biografía con más información.