Juan de Villanueva

Ya sea inspirando a otros o siendo parte de la actuación. Juan de Villanueva es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestra consideración debido al nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de Juan de Villanueva es comprender más sobre época determinada de la historia del género humano.

Las biografías y las vidas de personas que, como Juan de Villanueva, atraen nuestro interés, tienen que valernos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de Juan de Villanueva, porqué Juan de Villanueva vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos ayudará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de Juan de Villanueva

(Madrid, 1739 - id., 1811) Arquitecto español, máximo exponente, adjuntado con Ventura Rodríguez, de la arquitectura neoclásica en España. Durante la segunda mitad del siglo XVIII se adoptaron en España las maneras de la tendencia neoclásica europea, más allá de que estas compartieron aún importancia con resoluciones tardobarrocas. Las novedosas formulaciones, como ocurrió ahora en las primeras décadas del siglo XVIII, fueron auspiciadas por la corte de los Borbones, nuevamente a contracorriente de los deseos populares mucho más enraizados en la Península. A diferencia de Francia o Inglaterra, el neoclasicismo se propagó en España merced a la intención activa de una minoría ilustrada. La arquitectura neoclásica alcanzó su auge con el reinado de Carlos III, que tras subir al trono emprendió la reforma urbanística de la ciudad más importante de españa, con el fin de transformarla en una enorme localidad europea.

Formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Juan de Villanueva fue el mucho más adelantado arquitecto de su temporada; asimiló velozmente la lección neoclásica y fue además de esto entre los mucho más visibles arquitectos españoles de siempre. La Academia de San Fernando le concedió una beca para llenar su capacitación en Italia. Residió en tal país de 1758 a 1765, pero la primordial fuente de inspiración para sus proyectos no serían los profesores italianos, sino más bien los españoles Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, autores de El Escorial.

Su trayectoria empezó en 1767 con ciertas realizaciones para particulares. En 1768 fue nombrado arquitecto de la red social de los Jerónimos de El Escorial. De ese año data el emprendimiento de 2 viviendas en los Reales Sitios de El Escorial, una para el cónsul de Francia y otra para el marqués de Campo Villar, donde deja traslucir aún su capacitación italiana, más que nada en los almohadillados. Se mira ahora, sin embargo, una aproximación al estilo magistral de Herrera, cuya pensada dureza había alcanzado su cima en el monasterio de El Escorial.

Su eclosión se causó en 1777, en el momento en que Carlos III lo nombró arquitecto del príncipe y los infantes. En lo sucesivo trabajó prácticamente en única para la vivienda real, para la que efectuó sus proyectos mucho más esenciales: la casa de Arriba y la casa de Abajo en El Escorial y la casa del Príncipe en el palacio de El Pardo. Las "casas", como generalmente se conocen, son pabellones de recreo de inspiración palladiana, un género de construcción frecuente que ahora mismo acostumbraba a edificarse en una gran parte de Europa en los terrenos ajardinados. Siguieron a estas sus 2 mejores proyectos, el Museo del Prado, construido como Museo de Historia Natural, y el Observatorio Astronómico de Madrid.

El Museo del Prado, que es indudablemente su pieza maestra, compendia perfectamente el estilo de Juan de Villanueva, caracterizado por el predominio de las líneas rectas y por la predisposición estrictamente simétrica de los elementos arquitectónicos. El edificio del Museo ha justo un completo estudio monográfico de Fernando Chueca Goitia que lo define como "el Templo de la Ciencia soñado por un arquitecto del Siglo de las Luces". Chueca Goitia apunta que de los cinco cuerpos insertados en un mismo eje, uno se ajusta a un templo tradicional (el cuerpo central), al tiempo que los extremos equivalen a 2 enormes palacios y los intermedios a "festivas galerías de gusto veneciano". El emprendimiento del Prado se aprobó en 1785 y lo consagró como arquitecto oficial de la corte.

Juan de Villanueva fue un arquitecto prolífico, al que se tienen que asimismo el edificio de la Academia de Historia y el oratorio del Caballero de Gracia, los dos en Madrid, localidad a la que contribuyó a ofrecer el nuevo aspecto de urbe actualizada y monumental que deseaba el rey Carlos III para su capital.

Del resto de su obra debe destacarse, por su singular hermosura, singularidad y perfección, el mencionado Observatorio Astronómico (1790). Cuenta con un pórtico corintio hexástilo doble, sobre cuyo entablamento no se dispuso tampoco (como en el Prado) frontón alguno, sino se remató en una amable terraza. Dos cuerpos alargados se adosan al cuerpo central cúbico, que se corona con un muy elegante templete en forma de enorme linterna, sostenida asimismo por airosas columnas jónicas y rematada en cúpula. Si bien no es la obra mucho más meritoria de Juan de Villanueva (honor que le corresponde, sin dudas, al Museo del Prado), sí es, en cambio, el mucho más embriagador de las edificaciones neoclásicos españoles.

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Por eso, si eres de aquellos que confían en que colaborando es posible elaborar algo mejor, y detentas información en relación con la vida de Juan de Villanueva, o sobre algún elemento de su persona u obra que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos importantes, ya que destacan la singularidad, y en el caso de la vida de un ser como Juan de Villanueva, que poseyó su relevancia en una época determinada, es vital intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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