Juan Bravo Murillo

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la trascendencia que atesoró Juan Bravo Murillo en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo mientras estuvo en el mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a Juan Bravo Murillo, sino que a caso produjo una huella mucho más insondable de lo que logremosimaginar en la vida de personas que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Juan Bravo Murillo personalmente.Juan Bravo Murillo fue una de esas personas que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas destacadas como Juan Bravo Murillo, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa esencial para que podamos valorar no sólo la existencia de Juan Bravo Murillo, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Juan Bravo Murillo, gentes a quienes de de una u otra forma Juan Bravo Murillo influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Juan Bravo Murillo.

Las biografías y las vidas de personas que, como Juan Bravo Murillo, atraen nuestro interés, tienen que ayudarnos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Tratar de comprender la biografía de Juan Bravo Murillo, el motivo por el cual Juan Bravo Murillo vivió de la forma en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Juan Bravo Murillo

Político español (Fregenal de la Sierra, Badajoz, 1803-1873). Jurista y catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, entró en política al llegar a Madrid a lo largo de la Regencia de María Cristina de Borbón (1836). Frente a la preponderancia militar en la política de aquella época, Juan Bravo Murillo representaba un factor civil excepcional en los círculos conservadores del Partido Moderado al que se adhirió (con lo que era llamado el letrado). De su respetado bufete de Madrid brincó al Congreso de los Diputados en 1837; allí resaltó como representante de los moderados en acompañamiento del emprendimiento que daría sitio a la Constitución de 1845, y después como presidente de la Comisión de Codificación.

Después llegó al gobierno, ocupando consecutivamente las carteras de Gracia y Justicia (1847), Comercio, Instrucción y Obras Públicas (1847-48), Hacienda (1849-50 y 1851-52) y la Presidencia del Consejo (1851-52). Desde esos puestos alcanzó esenciales logros administrativos, llamados a tener extendida duración, como la Ley de Administración y Contabilidad de 1850, el arreglo de la deuda pública que ahogaba el presupuesto (1851), la conclusión de un Concordato con la Santa Sede (1851) o el comienzo de las proyectos del Canal de Isabel II para abastecer de agua a Madrid.

En el chato político, no obstante, adoptó posiciones retrógradas, al ofrecer una reforma constitucional de carácter autoritario que recortaba las libertades y vaciaba de contenido el régimen representativo, inspirándose en el Segundo Imperio francés recién implementado por el golpe de Estado de Napoleón III (1852). Dicho emprendimiento desató una enorme resistencia, aun entre la mayor parte de los moderados, seguidores de Ramón María Narváez; perdida la seguridad de la reina Isabel II, Juan Bravo Murillo cayó del gobierno en 1852, dejando detrás un cúmulo de descontentos que reventaron contra sus sucesores en la Revolución progresista de 1854.

Vueltos al poder los moderados en 1856, Bravo Murillo prosiguió militando en el ala derecha del partido, conjunto dinástico pero de ideas próximas al carlismo, con el que compartía situaciones conservadoras, católicas y antiparlamentarias. Aunque no volvió al gobierno, Juan Bravo Murillo aceptó la presidencia del Congreso de los Diputados en 1858 y desempeñó ciertas metas diplomáticas antes de retirarse de la política con la Revolución de 1868. A pesar de su ideología extremista, fue normalmente reconocido como un político sincero y también capaz.

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Evidentemente llegar a comprender a Juan Bravo Murillo es algo que está reservado a muy pocas personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de Juan Bravo Murillo es una suerte de puzzleque posiblemente lleguemos a rehacer si contribuimos conjuntamente.

Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que cooperando existen posibilidades de elaborar algo mejor, y posees información en relación con la vida de Juan Bravo Murillo, o acerca de algún peculiaridad de su personalidad u creación que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Juan Bravo Murillo, que tuvo su significación en un momento histórico concreto, es vital tratar de ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

Sin titubeos, contacta con nosotros para contarnos qué sabes sobre Juan Bravo Murillo. Estaremos complacidos de poder completar esta biografía con más información.