Joseph Louis Proust

Conocer las luces y las sombras de las personas relevantes como Joseph Louis Proust, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo sustancial para que podamos apreciar no sólo la vida de Joseph Louis Proust, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por Joseph Louis Proust, aquellas personas a quienes de un modo u otro Joseph Louis Proust influenció, y por supuesto, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió Joseph Louis Proust.

Las biografías y las vidas de personas que, como Joseph Louis Proust, seducen nuestro interés, tienen que valernos siempre como punto de referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por comprender la biografía de Joseph Louis Proust, porqué Joseph Louis Proust vivió de la forma en que lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a entender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de Joseph Louis Proust

(Angers, 1754 - id., 1826) Químico francés. Emigrado a España, fue instructor en Segovia y en Salamanca y dirigió en Madrid un laboratorio que le logró crear Carlos IV. Miembro de la Academia de Ciencias francesa, realizó varios trabajos de análisis de cuerpos compuestos y estableció la ley de las des establecidas.

Joseph Louis Proust empezó a estudiar en el laboratorio de su padre, a la sazón farmacéutico, y al tiempo en el instituto de los oratorianos de su localidad natal. Continuó sus estudios en París, donde trabó amistad con Lavoisier y ganó en 1776, tras un refulgente certamen, el puesto de farmacéutico jefe en el hospital de la Salpêtrière. Por aquella época publicó sus primeros trabajos y también inició su tarea enseñante en el museo de su amigo Pilâire de Rozier, en cuyas vivencias aerostáticas participó. Esta vocación por la enseñanza le haría dejar París a fines de 1778 y establecerse en Vergara (Guipúzcoa) para desempeñar la cátedra de química en el Real Seminario Patriótico, fundado antes por la Real Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País.

Regresó a su patria en 1780, hasta el momento en que años después fue llamado por Carlos IV y designado, en 1785, instructor de química del Real Colegio o Academia Militar para Oficiales y Caballeros Cadetes de Artillería, instalada en el alcázar de Segovia desde 1763. Desde 1799 hasta 1806 dirigió el laboratorio que el rey le logró crear en Madrid. Éste era el resultado de la fusión de sendos laboratorios dependientes de los ministerios de Estado y de Hacienda, liderados hasta el momento, respectivamente, por Pedro Gutiérrez Bueno y Francisco Chavaneau.

En 1798 había contraído matrimonio con una compatriota, la aristócrata Ana Rosa de Chatelain D’Aubigne, asilada en España a causa de la persecución de la aristocracia que instituyó la Convención (1792-1795), y con ella regresó a Francia a fines de 1806, agotado y probablemente enfermo. Allí se enteró, en 1808, del saqueo de su laboratorio a lo largo del alzamiento habitual producido en Madrid contra el invasor francés, tal como de la pérdida de su empleo.

Tras una corto estancia en París fijó su vivienda en su zona natal, en concreto en el pueblo de Craon. Fueron años de dificultad económica y, al tiempo, de esenciales logros científicos: en 1808 descubrió el azúcar de uva o glucosa, una vez que Napoleón invitara a todos y cada uno de los químicos franceses a buscar una exclusiva substancia que remediara la escasez de edulcorantes ocasionada por la guerra. Sin embargo, ahora en España Proust había adelantado este hallazgo (1799), e inclusive había anunciado en Madrid su obra Ensayo sobre el azúcar de uva (1806). Para la investigación y producción de esa substancia recibió, en 1810, una subvención que no acabó de solucionar su maltrecha coyuntura económica.

Las reiteradas negativas del gobierno español de Fernando VII frente a la solicitud por la parte de Proust de una pensión o por lo menos de ciertas compensaciones, tal como ciertos inconvenientes familiares, aumentaron aún mucho más la natural introversión del sabio francés, que vivió apartado en su casa de Craon hasta finales de 1817. Poco antes, en 1816, había tenido rincón el primer reconocimiento oficial de sus méritos científicos siendo nombrado académico de número de la Academia de Ciencias de París. Sin embargo, la desaparición de su mujer, ocurrida por año siguiente, logró que Proust se retirara de manera determinante a su localidad natal y viviese el resto de sus días en suma aislamiento, no perturbado por sus nombramientos como caballero de la Legión de Honor (1819), integrante de la Real Academia de Ciencias de Nápoles (1819) y integrante asociado no habitante de la Real Academia de Medicina de París (1820).

Joseph Louis Proust fue entre los mucho más importantes químicos de su época. Entre sus aportaciones a la química se destaca, aparte del hallazgo de la glucosa, el lugar la ley de las des establecidas que transporta su nombre y que le supuso una conocida y extendida disputa (1801-1807) con su compatriota Claude Berthollet. La ley de las des establecidas establece que, en el momento en que múltiples elementos se mezclan para conformar un preciso compuesto, lo hacen en una relación de pesos fija. Así, por servirnos de un ejemplo, 1,11 gramos de hidrógeno siempre y en todo momento se mezclan con 8,89 gramos de oxígeno para conformar diez gramos de agua. Si aumentamos la proporción de oxígeno y no la de hidrógeno, se consigue exactamente la misma proporción de agua: el exceso de oxígeno queda sin reaccionar.

En la reacción descrita, al hidrógeno se le llama reactivo limitante de la reacción pues ésta deja de generarse en el momento en que se agota esa substancia. Con la ley de las des establecidas, Proust probó que cada compuesto tiene dentro sus elementos en unas des fijas, con independencia del modo en que se prepare el compuesto. Por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) se puede conseguir realizando reaccionar hidróxido de sodio con ácido clorhídrico (NaOH HCI) o, por contra, intentando carbonato de sodio con ácido clorhídrico (NaCO3 HCI). Comprobamos que en los dos casos llegamos a un complejo que tiene dentro un 39,33 % de sodio y un 60,66 % de cloro.

La predominación de Proust sobre la química de españa no se tradujo en la capacitación de genuinos acólitos si excluimos a Juan Manuel Munárriz, traductor de Lavoisier. Ello hay que en buena medida a que sus oyentes en España no eran reales expertos, sino más bien exactamente la misma clase popular deliciosa y también ilustrada que él mismo frecuentaba. Esta situación no impidió que publicara en España varios trabajos, como las tres notas introduces en los Extractos de las Juntas Generales de la Sociedad Vascongada de Amigos del País (sobre los espatos pesados, el cobalto y la composición de la bilis) y los libros Investigaciones sobre el azul de Prusia (1794-1798), Sobre los sulfatos metálicos (1801), Indagaciones sobre el estañado del cobre, la vajilla de estaño y el vidriado (1803) y Compendio de distintas visualizaciones de Química (1806).

Publicó, además de esto, los 2 volúmenes de los Anales del Real Laboratorio de Química de Segovia a lo largo de su estancia en esta localidad, y años después, en 1799, participó en la redacción de los Anales de ciencias naturales al lado de Cristiano Herrgen, Domingo García Fernández y Antonio José Cavanilles. Por su parte, las indagaciones que Proust realizó en Francia se dieron a conocer plasmadas no solo en gacetas preparadas, como Journal de Physique, Annales de Chimie et de Physique o Memoirs du Musée d’Histoire Naturelle, sino más bien asimismo en los volúmenes titulados Mémoire sur le sucre de raisin (1808), Recueil des mémoires relatifs à la poudre à canou (1815), Sur l’existence vraisemblable du mercure dans les eaux de l’Océan (1821) y Essai sur une des causes qui peuvent amener la formation du calcul (1824).

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Indudablemente conocer en profundidad a Joseph Louis Proust es algo que está reservado a un grupo limitado de personas, y que tratar de recomponer quién fue y cómo fue la vida de Joseph Louis Proust es una especie de rompecabezasque a lo mejor alcancemos a rehacer si contribuimos todos en conjunto.

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Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en la ocasión de la vida de una persona como Joseph Louis Proust, que detentó su importancia en un momento histórico concreto, es fundamental tratar de mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.

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