La historia del mundo está contada por aquellas mujeres y hombres queen el paso de los años, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela civilización, de un modo u otro,progrese.
Ya sea inspirando a más personas o siendo parte de la actuación. Joseph Caillaux es uno de esos seres humanos cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés por el nivel de influencia que tuvo en la historia.Conocer la existencia de Joseph Caillaux es conocer más sobre época determinada de la historia del ser humano.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como Joseph Caillaux, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo sustancial para que seamos capaces de valorar no sólo la vida de Joseph Caillaux, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por Joseph Caillaux, aquellas personas a quienes de de una forma u otra Joseph Caillaux influyó, y por supuesto, entender y comprender cómo fue vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió Joseph Caillaux.
Las biografías y las vidas de personas que, como Joseph Caillaux, cautivan nuestra atención, deben servirnos en todo momento como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de Joseph Caillaux, el motivo por el cual Joseph Caillaux vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo en su vida, es algo que nos impulsará por un lado a vislumbrar mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma inexorable, la historia.
Vida y Biografía de Joseph Caillaux
(Joseph Marie Auguste Caillaux; Le Mans, 1863 - Mamers, 1944) Político francés. Llegó a ser presidente (entre junio de 1911 y enero de 1912) y múltiples ocasiones ministro de Hacienda de su país, cargo desde el que ingresó el sistema proporcional del Impuesto sobre la Renta. Inicialmente conservador, fue evolucionando pausadamente hacia posiciones mucho más izquierdistas y progresistas, y también ingresó en el Partido Socialista Radical de Aristide Briand, que llegó a comandar. Durante la Primera Guerra Mundial, Joseph Caillaux sostuvo una secuencia de contactos con altas autoridades alemanas con el fin de encontrar una vía dialogante que diese por concluido el enfrentamiento, lo que le sirvió a fin de que una vez acabada la guerra fuera acusado de alta traición por colaboracionista.
Solamente finalizar sus estudios de derecho, Joseph Caillaux entró en la administración francesa en 1888 como inspector de hacienda, ya que compaginó con el de instructor en la Escuela Libre de Ciencias Políticas. Tras un primer fracaso en su búsqueda de entrar a la carrera política, en el año 1898 fue escogido diputado en representación del departamento de Sarthe. Gracias a su increíble reputación como fiscal, Caillaux fue nombrado, por año siguiente, ministro de Hacienda bajo el gobierno encabezado por Walderk-Rousseau, cargo en el que estuvo hasta el año 1902.
En esos tres años, Caillaux hizo una secuencia de reformas y reestructuraciones: reordenó el régimen fiscal de la colonia de Argelia, rehabilitó intensamente las tarifas sobre las bebidas alcohólicas, reguló las sucesiones hereditarias y el régimen impositivo sobre los azúcares, etcétera. En el año 1902, Caillaux fue de nuevo reelegido diputado por exactamente el mismo departamento hasta el año 1906, fecha donde el nuevo presidente francés, Georges Clemenceau, le llamó para regresar a ocupar el ministerio de Hacienda, el que dirigió hasta el año 1909. Un año después, Caillaux fue de nuevo escogido diputado por el departamento de Mamers. Tras seis meses como ministro de Hacienda del gobierno encabezado por Ernest Monis, fue escogido Primer Ministro en el momento en que este cayó, el 27 de junio de 1911.
El nuevo Gobierno de Caillaux no ha podido empezar peor, en tanto que brotaron graves enfrentamientos con Alemania en Marruecos (crisis de Agadir). Joseph Caillaux adoptó una posición conciliadora y pacifista en el enfrentamiento con Alemania, a la que ofreció extensos territorios del Congo francés en lugar de la independencia de acción francesa en Marruecos y la cooperación industrial y comercial entre las dos naciones. La clase política francesa, contrincante de Caillaux, aprovechó la coyuntura para atacarle con saña, acusándole de traidor a la patria y de ser transigente con un país enemigo de Francia como lo era Alemania en esos instantes.
Por último, el Senado formó una comisión de investigación para aclarar el tratado firmado con el país germano que, a la postre, terminó con el corto Gobierno de Caillaux a fines de enero de 1912, y fue sustituido por un nuevo Gobierno encabezado por Raymond Poincaré, quien, en las próximas selecciones festejadas el 1 de enero del año siguiente, fue escogido presidente de la República. Tras un fugaz periodo de gobierno de Aristide Briand, se hizo cargo nuevo Gobierno a Barton, que fue sustituido por su parte por Gaston Doumergue, el que volvió a confiar el ministerio de Hacienda a Caillaux. Fue en este periodo adelante de las finanzas francesas en el momento en que Joseph Caillaux aprobó la primera Ley del Impuesto sobre la Renta.
Durante el gobierno de Doumergue se causó un escándalo bancario realizado por un obscuro personaje llamado Rochette. El hecho fue aprovechado por el editor del respetado periódico Le Fígaro, Gastón Calmette, entre los contrincantes mucho más contumaces de Caillaux, para acusar al ministro de Hacienda de utilizar su predominación a fin de que Rochette pudiese eludir la acción de la justicia. Calmette dirigió desde su periódico una campaña muy dura de difamación contra Caillaux con el propósito de derribarle, donde llegó a amenazarle con divulgar una sucesión de cartas cariñosas entre Caillaux y su mujer en el momento en que los dos aún eran novios.
El escándalo llegó hasta el Parlamento, donde, tras una votación segrega, se declaró a Caillaux inocente de la acusación de encubrimiento y abuso del cargo. No obstante, la reputación política de Caillaux salió con seriedad dañada. Madame Caillaux, para eludir el escándalo de la viable publicación de la correo cariñosa, decidió tomarse la justicia por su cuenta y disparó mortalmente al editor de Le Fígaro. El episodio terminó por sacar del Gobierno a Caillaux, quien presentó su dimisión.
Durante la Primera Guerra Mundial Caillaux se distinguió por respaldar una paz negociada con Alemania, lo que le valió, al lado de Louis Malvy (ministro de Interior del Gobierno de Doumergue), el ser acusado de alta traición y colaboracionismo con el enemigo. Fue detenido el 14 de enero de 1918. Tras un par de años de extendida espera, fue juzgado en el mes de febrero de 1920 por un tribunal militar que le halló culpable de todos y cada uno de los cargos que se le imputaron. Condenado a tres años de prisión, por último se le conmutó la pena por la de destierro y diez años de inhabilitación política en todos y cada uno de los territorios correspondientes a Francia.
Tras una amnistía política general, concedida el 14 de julio de 1924, Caillaux recobró todos y cada uno de los derechos políticos de los que se encontraba por un tiempo privado. El Partido Socialista Radical llegó al poder por extensa mayoría a través de Paul Painlevé, quien volvió a llamar a Caillaux como ministro de Hacienda en el mes de abril de 1925. En enero de 1927, Caillaux fue escogido senador y jefe de la Comisión de Finanzas de esa cámara, donde resaltó como uno de sus integrantes mucho más esenciales. El 1 de julio de 1935, Caillaux regresó resumidamente al ministerio de Hacienda, del que salió de forma rápida al no lograr realizar en frente de una severa depresión económica que sacudió a Francia, aparte de comenzar un giro político hacia posiciones mucho más centristas.
Joseph Caillaux se mostró conveniente a los intentos de Édouard Daladier de negociar con Adolf Hitler para eludir el inminente estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando Francia cayó bajo el dominio alemán en 1940, Caillaux, resistiendo los continuos intentos por la parte del régimen colaboracionista de Vichy por atraerle a su causa, se retiró terminantemente de la política activa.
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