Ya sea inspirando a más seres humanos o siendo parte de la actuación. José Vives y Tutó es uno de esos sujetos cuya vida, indudablemente, merece nuestro interés por el grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de José Vives y Tutó es conocer más acerca de época determinada de la historia del género humano.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como José Vives y Tutó, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa fundamental para que podamos valorar no sólo la vida de José Vives y Tutó, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por José Vives y Tutó, personas a quienes de de una forma u otra José Vives y Tutó influenció, y por supuesto, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió José Vives y Tutó.
Las biografías y las vidas de personas que, como José Vives y Tutó, cautivan nuestra curiosidad, deben ayudarnos en todo momento como referencia y reflexión para ofrecer un marco y un contexto a otra sociedad y otra etapa de la historia que no son las nuestras. Tratar de entender la biografía de José Vives y Tutó, el motivo por qué José Vives y Tutó vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, la manera en que avanza, de forma inexorable, la historia.
(José de Calasanz Vives y Tutó; San Andrés de Llavaneras, 1854 - Montoporzio Catone, 1913) Cardenal español. De familia humilde, vivió desde los seis años en Mataró, donde perdió a sus progenitores. Cursó estudios en los escolapios de Mataró (Barcelona). Graduado con notas geniales, en 1868 solicitó entrar en la orden escolapia, pero no fue recibido. Sin embargo, conoció al capuchino Segismundo de Mataró, profesor de novicios, que procuraba vocaciones para el convento de Guatamala; José, que por entonces tenía quince años, y su hermano mayor, Joaquín, entraron en la orden y también comenzaron el noviciado en Guatemala, donde vistió el hábito capuchino en 1869 y tomó el nombre de fray José Calasanz de Llavaneras.
A lo largo de unos meses continuó su capacitación en California, siendo echada la red social de Guatemala en el primer mes del verano de 1872; en el mes de octubre del mismo año, José de Calasanz y parte de los novicios de una red social se trasladaron a Tolouse (Francia), donde acabó sus estudios de filosofía. A causa de una patología inquieta se vio obligado a interrumpir sus estudios y en el primer mes del verano de 1875 marchó con múltiples hermanos capuchinos a Ecuador, a la recién establecida casa de la orden en este país, pero debió volverse a Europa en el mes de octubre de 1876 por la dificultosa situación política de Ecuador, aparte de padecer una exclusiva recaída de su patología. En el convento de Perpiñán ha podido al fin finalizar sus estudios; allí fue ordenado sacerdote en el mes de mayo de 1877.
El mismo año de 1877 ejercitó primero como instructor y después directivo de la Escuela Seráfica del convento de Perpiñán, y en 1878 como superior; en 1880 padeció una exclusiva expulsión, al haberse decretado en Francia la supresión de todas y cada una de las órdenes religiosas. Traspasó con sus monjes la próxima frontera de españa y se estableció en el primer mes del año de 1881 en Igualada (Barcelona); en 1882 fue reelegido superior de la red social. En 1884 se trasladó a Roma, para pedir la integración en la orden de la rama de capuchinos españoles, escindida en 1804. El nuevo general de los capuchinos, Bernardo de Andermatt, le nombró asesor especial para acometer la reorganización de la orden que deseaba efectuar.
Tiempo después, el papa León XIII le nombró consecutivamente consultor de múltiples congregaciones. Simultáneamente era examinador del clero de Roma y visitador general de los capuchinos de España; como tal defendió su orden y otras asociaciones religiosas contra el Gobierno, dio disposiciones que dejaban la enseñanza en catalán, y se opuso a la supresión de las diócesis de Solsona, Tortosa, Urgell y Vich. También, a lo largo de cierto tiempo fue instructor de teología ética en el Apolinare de Roma. En 1896 participó en el examen de la validez de las ordenaciones anglicanas y preparó un informe sobre el monje Beda el Venerable, con vistas a su ascenso como doctor de la Iglesia. En el año 1899 medió en ciertos inconvenientes de los católicos suizos como encargado pontificio.
Fue el primordial responsable de la organización del Concilio Plenario Latino-Americano entre mayo y julio de 1899, a lo largo del como recibió el cardenalato, a los 40 y cinco años de edad. Poco después fue nombrado integrante de todas y cada una de las congregaciones romanas y, una vez escogido papa Pío X, de quien fue uno de los más importantes ayudantes, organizó y fue primer prefecto de la Congregación de Religiosos (1908).
De enorme laboriosidad, participó en la redacción de la encíclica Pascendi contra el liberalismo, en la del decreto Lamentabili, y en la publicación del Código de Derecho Canónico. Promovió la capacitación del clero, singularmente en el Colegio Español y en el Colegio Pío Latino-Americano, y resguardó la Alliance des Grands Séminaires ("Coalición de Seminarios Mayores") para acrecentar las vocaciones sacerdotales en Francia. Con una salud muy dañada a consecuencia de su dolencia inquieta y inconvenientes de consciencia, murió con solamente 59 años de edad. A toda la actividad citada tienen que añadirse mucho más de cien proyectos sobre ascética, biografías, compilaciones de documentos, derecho canónico, escrituras, hagiografía, historia eclesiástica, mariología, teología ética y patrística.
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Obviamente conocer profundamente a José Vives y Tutó es algo que se reserva a escasas personas, y que tratar de recomponer la persona que fue y el modo en que vivió la vida de José Vives y Tutó es una suerte de enigmaque con bastante probabilidad consigamos rehacer si colaboramos todos a la vez.
Por eso, si eres del tipo de personas que confían en que de forma colaborativa se puede elaborar algo mejor, y detentas información con respecto a la existencia de José Vives y Tutó, o en relación con algún pormenor de su figura u obra que no se contemple en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.
Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son en todos los casos fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de una persona como José Vives y Tutó, que detentó su importancia en una época concreta, es indispensable tratar de mostrar una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
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