José Paciano Laurel

Si has llegado hasta aquí es porque eres consciente de la importancia que atesoró José Paciano Laurel en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo mientras estuvo en este mundo fue determinante no sólo para aquellas personas que trataron a José Paciano Laurel, sino que posiblemente dejó una señal mucho más insondable de lo que podamosimaginar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a José Paciano Laurel de modo personal.José Paciano Laurel ha sido una persona que, por alguna causa, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Las biografías y las vidas de personas que, como José Paciano Laurel, seducen nuestro interés, tienen que servirnos siempre como referencia y reflexión para proponer un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de José Paciano Laurel, porqué José Paciano Laurel vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo durante su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que avanza, de forma inevitable, la historia.

Vida y Biografía de José Paciano Laurel

(Tanauan, 1891 - Manila, 1959) Abogado y político filipino. Fue presidente de Filipinas entre 1943 y 1945, entre los periodos mucho más complejos del estado asiático gracias a la ocupación de la isla por los nipones, en los lances de la Segunda Guerra Mundial. Estudió Derecho en la Universidad de Manila, licenciándose en 1915, y efectuó estudios de postgrado en la de norteamérica facultad de Yale, donde consiguió el nivel académico en 1920. Tras ello, regresó a Filipinas para arrancar una activa carrera política: en 1925 fue escogido senador por el Partido Nacionalista y en 1936 logró un puesto de juez asociado en la Corte Judicial de Manila.

Tras el estallido de la Guerra del Pacífico, Laurel fue entre los pocos políticos que no prosiguieron el sendero del presidente Manuel Quezón y abandonaron la isla para exilarse en Estados Unidos. A partir de 1942, encabezó la oposición filipina a la dominación de norteamérica del Estado, lo que motivó los primeros acercamientos al gobierno japonés. Cuando se causó la invasión de Japón, en 1942, Laurel fue el responsable de asumir la presidencia del país, pese a la oposición de una parte del ejército, que prefirió pasar a la clandestinidad formando distintas guerrillas.

Entre 1943 y 1945, Laurel fue objeto de 2 atentados por la parte de los rebeldes, pero logró salir ileso de los dos. Su fragilidad como presidente se quebró en 1945, en el momento en que la victoria de Estados Unidos sobre Japón logró que los japoneses abandonasen Filipinas y la dejaran a merced de norteamérica. Las novedosas tropas de ocupación detuvieron a Laurel y le hicieron preso, en espera de juzgarle por las mucho más de 132 causas de traición que los tribunales le acusaron. A pesar de esto, quedó en independencia en el mes de abril de 1948, con motivo de la amnistía general antes de la reorganización democrática del país.

En las selecciones de 1949, Laurel concurrió a la presidencia por el Partido Nacionalista, pero fue derrotado, por un poco margen que avivó la polémica sobre el estafa electoral, por el candidato del Partido Liberal, Elpidio Quirino. Esta derrota no le resignó a dejar Filipinas, sino continuó siendo uno de los más importantes contrarios al Partido Liberal, más que nada una vez que en 1951 se hiciese con un acta de senador.

De esta temporada data su amistad con entre los relevantes líderes de Filipinas a lo largo de la posguerra, Ramón Magsaysay, el que, procedente del Partido Liberal, cedió a los cantos de sirena realizados por Laurel y se pasó al Partido Nacionalista en 1954, previo paso a su decisión como presidente filipino. Con Magsaysay en la presidencia, Laurel fue el presidente de la comisión filipina que en 1955 fue mandada a Estados Unidos con objeto de negociar la reapertura de relaciones comerciales entre los dos países. Tras ello, Laurel se retiró de la política activa y pasó sus últimos años en su vivienda de Manila.

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Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son decididamente imprescindibles, ya que marcan la diferencia, y en la ocasión de la vida de un ser como José Paciano Laurel, que tuvo su significación en un momento concreto de la historia, es vital intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

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