José María Quijano

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la relevancia que atesoró José María Quijano en la historia. La forma en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que permaneció en este mundo fue determinante no sólo para las personas que conocieron a José María Quijano, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más insondable de lo que logremossospechar en la vida de personas que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a José María Quijano en persona.José María Quijano fue un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.

Conocer lo bueno y lo malo de las personas significativas como José María Quijano, personas que hacen girar y evolucionar al mundo, es algo esencial para que seamos capaces de poner en valor no sólo la vida de José María Quijano, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por José María Quijano, aquellas personas a quienes de un modo u otro José María Quijano influenció, y indudablemente, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió José María Quijano.

Vida y Biografía de José María Quijano

(José María Quijano Fernández-Hontoria; Corrales de Buelna, Santander, 1843 - 1911) Abogado y empresario español, principal creador de Forjas de Buelna. Procedente de una familia con tradición en la abogacía, José María decidió estudiar la carrera de Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Valladolid, de la que se licenció en 1866. Tras hallar la licenciatura, se trasladó a Santander donde ejercitó como letrado y como secretario de la Diputación. Sin embargo, debió dejar este trabajo por el hecho de que la inmediata muerte de su tío político Víctor Gómez de los Ríos le brindó la posibilidad de hacerse cargo del bufete de abogados que había abierto este.

Gracias a su traslado al bufete marchó, ya que, a su rincón de origen, y allí volvió a entrar en contacto con familiares y amigos. Entre ellos estaba su tío Benigno Arce, que era ingeniero de minas. Durante la Exposición Universal conmemorada en París en 1873, a la que fueron Benigno y José María, les llamó la atención una máquina de crear clavos. A su regreso a España han comenzado a idear la fabricación del modelo visto en París utilizando las instalaciones de un molino de la familia. Se estaban gestando los comienzos de Forjas de Buelna.

Gracias a la carencia de experiencia empresarial de José María, los inicios de la compañía no fueron simples. Tras un primer instante de inestabilidad, la financiación de Benigno Arce, el conde de Mansilla, la familia Pombo y Pedro Ruiz de Tagle (aparte del reclutamiento de distintas expertos familiarizados a los negocios como es la situacion de Domingo Salas, dueño de una herrería, que fue nombrado profesor y solicitado), la compañía ha podido llevar a cabo en frente de las primeras pretensiones de instalación y de adquisición de materias primas. La factoría empezó a marchar el 14 de octubre de 1874, dedicada al comienzo de forma exclusiva al abastecimiento de las ferreterías de Santander.

Esta clase de mercado tan poco fue la tónica general de la estrategia empresarial adoptada por Quijano a lo largo de todos estos años ya que los mediadores encarecían bastante el producto. Fiel a su iniciativa de sostener una economía de escala, esto no le impidió la exportación de su producto a Lieja, Liverpool y Londres. La adquisición de novedosa maquinaria dejó al empresario español acrecentar la producción y el mercado, mezclando la forja con la trefilería. En 1880 incorporó la energía eléctrica a sus factorías.

Esa fue la primera etapa de la diversificación de mercado del negocio de Quijano, que continuó su expansión con la instalación de un tren de laminación el 1883 y siete años después instaló 2 hornos de calentar y recocer el alambre. El buen desempeño del negocio de Quijano se vio ensombrecido por la rivalidad con los Altos Hornos de Bilbao y la Vizcaya, que han comenzado a crear alambres. Como contramedida, con el siglo XX recién estrenado, Quijano decidió disponer sus hornos Siemens y levantó tres naves novedosas para la fabricación, en este momento sí, a enorme escala de puntas y tachuelas. Tras el fallecimiento del principal creador, sus herederos lo transformaron la compañía en Sociedad Anónima José María Quijano o Forjas de Buelna.

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