La historia de las civilizaciones la narran las personas quea lo largo del tiempo, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han originado quela civilización, de una forma u otra,avance.
Apreciar lo bueno y lo malo de las personas destacadas como José Manuel Blecua, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo básica para que podamos valorar no sólo la vida de José Manuel Blecua, sino la de toda aquellas gentes que fueron inspiradas por José Manuel Blecua, personas a quienes de un modo u otro José Manuel Blecua influyó, y sin duda, entender y comprender cómo fue el hecho de vivir en el momento de la historia y la sociedad en la que vivió José Manuel Blecua.
(José Manuel Blecua Perdices; Zaragoza, 1939) Filólogo español. Desde su juventud estuvo relacionado al planeta universitario barcelonés; la primera causa de esto fue dado que su padre, el asimismo respetado filólogo José Manuel Blecua Teijeiro, ganara las oposiciones en Barcelona, localidad donde Blecua, de la misma su hermano Alberto, concluyó sus estudios de filología, que había comenzado en Zaragoza y continuado en La capital española.
Al finalizar su capacitación universitaria inició su tarea enseñante, primero en la Universidad de Barcelona y más tarde, desde septiembre de 1968, como instructor de lengua de españa en la Universidad Autónoma, donde dirigió el Seminario de Filología y también Informática. Fue instructor invitado en la Ohio State University (1971) y en el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios del Colegio de México (1986-1987); secretario ejecutivo de la Comisión Científica del Congreso de la Lengua Española (Sevilla, 1992) y directivo académico del Instituto Cervantes.
Varios libros y trabajos jalonaron su trayectoria. Algunos son proyectos colectivas, diccionarios y estudios de gramática y de otros campos de la filología (trabajos de lexicografía, de historia de las ideas lingüísticas en España, de app de las novedosas tecnologías al estudio de la lengua de españa y de la situación del español como lengua extranjera), si bien no faltan manuales de empleo didáctico y estudios sobre literatura, singularmente sobre literatura medieval. Colaboró con Juan Alcina en la Gramática de españa (1975), publicó el libro de estilo del periódico barcelonés La Vanguardia (1982), un trabajo vanguardista en este campo, y dirigió el Diccionario general de sinónimos y antónimos (1999).
El 25 de junio de 2006 ingresó en la Real Academia Española de la Lengua, donde ocuparía el sillón “h”, vacante tras el fallecimiento del asimismo filólogo Emilio Lorenzo. En el curso del solemne acto, Blecua leyó su alegato de ingreso basado en “arrojar algo de luz” sobre ciertos puntos teóricos y prácticos de las páginas iniciales del primer diccionario de la institución, el Diccionario de autoridades (1726).
En su alegato, Blecua recordó que la primera oportunidad que entró en el Salón primordial de la institución fue el 21 de marzo de 1954, día en que escuchó otro alegato de ingreso, el de quien poco después sería su profesor, Rafael Lapesa. “Desde entonces, los instantes y las horas fueron cavando en mi vivir, a jornal de mi pena y mi precaución, […] Es verdad que no solo no he perdido la ilusión juvenil que tenía entonces, sino además de esto he ganado en el inmenso desconcierto que me genera hallarme en este sitio”, ha dicho feliz.
Blecua ha manifestado en distintas oportunidades lo esencial que es proteger la utilización del idioma, algo que queda bien claro en el apartado, tomado de unas expresiones del poeta Pedro Salinas, usado en uno de sus libros: “Cabe la promesa de que en el momento en que los hombre charlen mejor, mejor se van a sentir en compañía, se comprenderán mucho más con delicadeza”.
Una visión de la lengua íntimamente relacionada con las pretenciones escenciales del Diccionario de autoridades, en relación al como Blecua disertó en su alegato de ingreso en la RAE, que son “cultivar y fijar la pureza y distinción de la lengua castellana, desterrando todos y cada uno de los fallos que en sus palabras, en sus métodos de charlar, o en su construcción introdució la ignorancia, la vana afectación, el abandono, y la mucha independencia de crear: va a ser su empleo distinguir los palabras, oraciones, o creaciones extranjeras de las propias, las trasnochadas de las utilizadas, las bajas y rústicas de las cortesanas y levantadas, las burlescas de las serias, y al final las propias de las figuradas”. Todo un programa.
Tras vocalizar su alegato, introducido por los asimismo académicos de la institución el poeta Francisco Brines y el arquitecto Antonio Fernández Alba, fue contestado por el lexicógrafo y asimismo académico José Antonio Pascual, quien resaltó del nuevo académico su perfección y “colosal precaución” en sus tareas.
Pascual destacó como peculiaridades escenciales de la personalidad de Blecua el haberse entregado desde muy joven “en cuerpo y alma” a un trabajo que le encanta, y cuya especialización no fué en lo más mínimo incompatible con la divulgación. Incluso, cabría añadir, tampoco fué incompatible con la incorporación, tanto al trabajo de investigación como al enseñante, de las novedosas tecnologías, y de esta manera le fue famoso por la Generalitat de Catalunya, que en 2005 le concedió el premio Jaume Vicens Vives a la calidad enseñante universitaria, en reconocimiento a su extendida trayectoria profesional, “singularmente como promotor de la renovación en el campo de la filología, sabiendo la incorporación de las novedosas tecnologías a los estudios de lengua y literatura”.
Blecua, que en 2005 fue presidente de la Comisión Nacional del IV Centenario de El Quijote, con motivo del cuarto centenario de la publicación de la obra mucho más conocida de Miguel de Cervantes, reconocería que Don Quijote de la Mancha “puede ser el sendero de ingreso a los tradicionales, entre los enormes inconvenientes de la enseñanza”. De hecho, la enseñanza y la divulgación, al lado de la investigación, han ocupado y llenan al nuevo académico y guían su actividad como filólogo. “La entrada en la Academia -como él mismo declaró- es un honor, es la culminación de una carrera.”
Pero no comenzaba en 2006 su relación con la institución. Ya en el año 2002, antes de su ascenso, inició un trabajo de enorme trascendencia para la Real Academia Española. Ignacio Bosque dirigía la elaboración de una gramática gráfica y actualizada, y a Blecua le correspondería regentar el aparato que preparaba los materiales de fonética y fonología.
Esta novedosa gramática dejaría a Blecua cultivar una de sus pasiones: el español que se charla en América. Sobre esta cuestión manifestó al escritor Ignacio Vidal-Folch, en el primer mes del verano de 2006, que “es excelente contemplar de cerca la gran aptitud que tiene América para sostener, por un lado, una fuerte tradición de elementos que se perdieron en la Península, creaciones gramaticales que consideras que por la extensión que tienen deben ser del siglo XVI, y, por otro lado, su aptitud de innovación: por servirnos de un ejemplo, en la capacitación de expresiones. Esa doble fuerza de América le da un sello particular a la lengua”.
Blecua reconocía que todavía el día de hoy podía fascinarse yendo “a un pueblecito pequeño de Uruguay y conseguir a un individuo que tiene unas especificaciones fonéticas que jamás habías soñado”, de lo que concluía que “hay una riqueza tan enorme […] que América quizá sea lo mucho más atrayente que tiene la lengua de españa”. Y todo lo mencionado iba a quedar de manifiesto en la novedosa gramática, ya que según el filólogo, “este aspecto de integrar los elementos americanos de una forma sistemática hará que esta sea verdaderamente revolucionaria”.
¿Qué piensas de la biografía de José Manuel Blecua? ¿Hallaste toda aquella información que deseabas encontrar?
Evidentemente conocer profundamente a José Manuel Blecua es algo que se reserva a muy pocas personas, y que tratar de recomponer quién fue y cómo fue la vida de José Manuel Blecua es una especie de rompecabezasque posiblemente logremos reconstruir si colaboramos todos en conjunto.
A causa de esto, si eres de las personas que confían en que colaborando se puede hacer algo mejor, y conservas información en relación con la existencia de José Manuel Blecua, o acerca de algún peculiaridad de su persona u obra que no se contemple en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que ocupan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de un ser como José Manuel Blecua, que detentó su significación en un momento concreto de la historia, es indispensable intentar mostrar un panorama de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
Sin titubeos, contacta con nosotros para narrarnos qué sabes en relación con José Manuel Blecua. Estaremos encantados de poder completar esta biografía con más información.