La historia del mundo la escriben aquellas mujeres y hombres queen el transcurrir de los siglos, gracias a su forma de actuar, sus ideales, sus hallazgos o su arte; han ocasionado queel género humano, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a otras personas o formando parte de la acción. José Giral es uno de esos seres humanos cuya vida, sin duda alguna, merece nuestra consideración debido al grado de influencia que tuvo en la historia.Conocer la biografía de José Giral es comprender más acerca de época determinada de la historia del ser humano.
(José Giral Pereira; Santiago de Cuba, 1879 - México, 1962) Político español. Realizó estudios universitarios en química y farmacia y consiguió en 1905 la cátedra de química inorgánica de la Universidad de Salamanca. En 1928 se trasladó a Madrid para ocupar la cátedra de química biológica de la Universidad Central. Durante su temporada de estudiante fue entre los integrantes mucho más relevantes del conjunto de los novecentistas de la Unión Escolar, que tenía la simpatía de individuos tan importantes como Miguel de Unamuno o Francisco Giner de los Ríos. Su militancia republicana y masona le llevó por vez primera a la prisión en 1917, gracias a su actividad a favor de la huelga general. Volvería a la prisión en otras tres oportunidades a lo largo de las dictaduras de Primo de Rivera y Dámaso Berenguer, por su acompañamiento a las ideas republicanas.
Giral, que llegó a ser amigo íntimo de Manuel Azaña, participó adjuntado con este en la creación del partido Acción Republicana. Tras la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931, José Giral ocupó los puestos de asesor de Estado y de rector de la Universidad de Madrid. Fue ministro de Marina en todos y cada uno de los gobiernos encabezados por Azaña, tanto en el que fue de octubre de 1931 hasta septiembre de 1933, como en el que salió de la victoria del Frente Popular en el mes de febrero de 1936.
Como diputado por Cáceres, representó en el Parlamento a Acción Republicana primero y más tarde a Izquierda Republicana. Seguía ocupando la cartera de Marina en el momento en que, en el mes de mayo de 1936, formó gobierno Casares Quiroga. Conociéndose la preparación de una sublevación militar contra la República, Giral fue responsable, como ministro de Marina, de la prohibición de las maniobras navales previstas en las costas marroquíes y canarias en los días precedentes al alzamiento de julio de 1936. Colocó en las estaciones radiotelegráficas, singularmente en la madrileña de Ciudad Lineal, a obreros de su absoluta seguridad, con la intención de continuar de cerca cualquier movimiento de los militares rebeldes.
El 18 de julio de 1936, tras el alzamiento de las guarniciones del Protectorado de Marruecos, ordenó a los destructores Lepanto, Sánchez Barcaiztegui y Almirante Valdés, atracados en Melilla, tal como al destructor Churruca y al cañonero Dato, próximos a la costa de Ceuta, abrir fuego sobre campamentos, destacamentos regulares, centros militares o cualquier agrupación de fuerzas sospechosa de secundar la rebelión. Los comandantes de los barcos no cumplieron la orden.
Frente al fracaso de las medidas adoptadas por el gobierno, el presidente de la República, Manuel Azaña, encargó a Giral la capacitación de un nuevo gabinete. Este decidió ofrecer entrada en el gobierno a ámbitos mucho más moderados del republicanismo. Giral prosiguió ostentando la cartera de Marina, aparte de asumir la presidencia del gobierno.
Como primera medida de su gabinete, Giral decidió construir a las masas obreras y a los sindicatos, para eludir que la sublevación se propagase sin resistencia. Esta medida resultó impopular entre la casta política, aun entre los integrantes de su gobierno. Otra de sus disposiciones, esta totalmente inútil, fue organizar la disolución instantánea del ejército rebelado. Giral se apuró a pedir la asistencia de Francia contra el progreso del fascismo. Más tarde logró exactamente la misma solicitud a la Unión Soviética. Sus siguientes actuaciones estuvieron dirigidas a normalizar la revolución libertaria que se se encontraba generando en varios sitios de la región republicana, a través de la incautación y expropiación de tierras y también industrias. Destituyó a todos y cada uno de los gobernantes públicos sospechosos de respaldar el alzamiento y reemplazó a la Guardia Civil por la Guardia Nacional Republicana.
La situación crítica de la guerra provocó por último la dimisión de Giral como presidente del gobierno, el 5 septiembre de 1936. El solicitado de reemplazarle fue el dirigente socialista Francisco Largo Caballero. En los 2 gabinetes que formó este último, Giral participó como ministro sin cartera. Durante el gobierno de Juan Negrín (1937-1938), Giral dirigió el ministerio de Estado y después participó en los consejos de ministros sin cartera definida. Asimismo, tomó parte en la comisión de representantes republicanos que negoció el trueque de presos con el gobierno rebelde de Burgos. Estas diálogos solamente brindaron fruto gracias a la negativa contumaz de los rebelados.
En 1939, Giral acompañó a Manuel Azaña al exilio francés. Ambos se refugiaron en la embajada de españa en París. Poco tiempo después, Giral se trasladó a México, país en el que radicó hasta su muerte. Allí enseñó bioquímica en el Colegio de México, en el Instituto Politécnico y en la Universidad Nacional Autónoma. El 18 de septiembre de 1945 ocupó la presidencia del gobierno republicano en el exilio, con el reconocimiento único del gobierno mexicano. No dio entrada en este gabinete a los asilados marxistas, apoyándose más que nada en republicanos, socialistas moderados y ciertos representantes del sindicato anarquista CNT.
Ello logró que el movimiento de los asilados españoles se dividiera y enfrentara. Giral no pretendía reanudar una exclusiva pelea intestina, pero, comprendiendo que era indispensable el acompañamiento de los estados socios para deponer al régimen de Franco, dejó fuera a los marxistas totalitarios. En 1947 abandonó la presidencia del gobierno republicano. La muerte le llegó en su destierro mexicano en 1962.
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