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(Salta, 1831 - Buenos Aires, 1914) Diplomático argentino que encabezó la República Argentina entre 1895 y 1898. Nacido en el seno de una vieja y aristocrática familia, José Evaristo Uriburu empezó sus estudios en Chuquisaca, lugar desde donde se trasladó a Buenos Aires para doctorarse en derecho en 1854. Miembro del Congreso Constituyente Provincial de Salta, como lo fue su padre, resultó escogido para la legislatura. En 1855 creó el períodico El Comercio. Al año siguiente ejercitó como secretario de la embajada argentina en Bolivia, país en el que continuó hasta 1860.
Regresó nuevamente a Salta para ser ministro de Gobierno entre los años 1861-62. En 1861 Domingo Faustino Sarmiento le nombró procurador del Tesoro de la Nación. Tras la reunificación provincial fue escogido gerente al Primer Congreso Nacional; reelegido en 1864, fue gerente de la Cámara en 1866. En 1867, en el momento en que Bartolomé Mitre estuvo ausente de Paraguay, el presidente en ejercicio, Marcos Paz, le nombró ministro de Justicia y también Instrucción Pública.
Tras un periodo de un par de años como juez federal en Salta (1872-74), cumplió una misión diplomática en Bolivia y Perú; en este último país representó a Argentina, en el mes de diciembre de 1876, en un Congreso Americano de Juristas. Regresó a Buenos Aires en 1881 pero recibió una exclusiva convidación para contribuir a solucionar inconvenientes legales y diplomáticos producidos en la Guerra del Pacífico; con permiso del gobierno argentino, Uriburu aceptó la convidación de Bolivia y Chile para accionar como árbitro en la comisión singularmente construída para la tregua; realizó esta misión con éxito y regresó a Argentina.
En 1892, tras una época de complejas maniobras políticas, la Unión Cívica y el Partido Nacional, bajo el liderazgo de Bartolomé Mitre y Julio A. Roca, concretaron una fórmula presidencial con Luis Sáenz Peña como presidente y José Evaristo Uriburu como vicepresidente. Sáenz Peña renunció el 22 de enero de 1895 a la presidencia, cargo en el que le sucedió Uriburu.
La presidencia de Uriburu (1895-1898) fué siempre y en todo momento considerada como entre las que vigorizaron el poder del gobierno. Un periodo de relativa tranquilidad política le dejó efectuar valiosas contribuciones: logró la paz en relación a la frontera con Chile; el ejército y la marina se reorganizaron en un programa de profesionalismo; se edificó un puerto militar en Bahía Blanca; se adquirieron novedosas entidades navales y equipos protectores terrestres; se creó el Museo de Bellas Artes en Buenos Aires, adjuntado con la Escuela Industrial, la Escuela de Comercio y la Facultad de Filosofía y Letras; se fomentaron los estudios de elementos naturales en la costa patagónica y otros estudios marítimos; y se completó el segundo censo nacional.
Tras dejar la presidencia, José Evaristo Uriburu continuó en la vida pública con el cargo de presidente del Senado. Fue candidato por el Partido Republicano para la presidencia en 1904, pero resultó electo Manuel Quintana. En 1910 se retiró finalmente de la vida pública.
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