(Fómeque, Cundinamarca, 1826 - Tocaima, Cundinamarca, 1884) Político colombiano que fue presidente de Colombia (1882-1884). Estudió Derecho en el Colegio de San Bartolomé de Bogotá, donde se graduó en 1851.
Tras desempeñar a lo largo de cinco años el cargo de Gobernador del Estado de Boyacá, participó activamente en las rebeliones liberales en oposición a José María Melo y Mariano Ospina Rodríguez.
Actuó como presidente de la Convención de Rionegro, que sancionó en tal ciudad antioqueña la constitución liberal federal de 1863. Ocupó entonces los cargos de Tesorero General de la República (1878 a 1880), Subsecretario de Guerra a lo largo del gobierno del general Tomás Cipriano de Mosquera y, a lo largo del primer gobierno de Rafael Núñez, Secretario de Hacienda (1880 a 1882). Éste lo nombró Cónsul en Londres.
A su regreso al país, el 6 de febrero de 1882, fue electo por el Congreso como segundo Designado. Bajo tal investidura, frente a la renuncia del primer Designado, Rafael Núñez, quien desde su retiro de Cartagena tramaba su reelección, le correspondió sustituir al fallecido presidente (el 21 de diciembre de 1882), Francisco Javier Zaldúa.
A lo largo de su Presidencia, que duró hasta el 31 de marzo de 1884, el liberalismo se dividió entre Radicales y Nuñistas. A la vez que los primeros (contrincantes de Núñez) ofrecieron a Otálora ser candidato a la reelección, los segundos le demandaron cumplir el pacto misterio contraído con Núñez mediante Leónidas Flórez, por el que se le había tolerado ocuparse del poder ejecutivo y terminar el gobierno del difunto Zaldúa. Núñez reaccionó airadamente y a ello se añadió la publicación de la candidatura del general liberal Solón Wilches, cuyo eventual triunfo podría llevar a una exclusiva guerra civil, causada en este momento por el partido conservador. Asustado con tal visión, Otálora convocó al Congreso a sesiones poco comúnes, renunciando de manera oficial a cualquier candidatura.
A lo largo de su orden se sucedieron las crisis financieras, que no impidieron a Otálora impulsar la construcción de nuevos trenes. A su fin, debió enfrentar el escándalo de los caballos, producido por la adquisición organizada al mercader Koppel, con destino a los visitantes consagrados, de un precioso landó de 2 caballos de raza normanda con arneses terminados y postillón incluido, compra por la que la oposición le acusó de malversación de fondos públicos. Enfermo, solicitó licencia al Congreso para establecer nuevamente su salud, con lo que dejó la presidencia el 8 de mayo de 1884. Treinta y ocho días después murió en la ciudad veraniega de Tocaima.
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