José de Espronceda

Si has llegado hasta aquí es porque tienes conocimiento de la trascendencia que atesoró José de Espronceda en la historia. La manera en que vivió y las cosas que hizo en el tiempo en que estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a José de Espronceda, sino que a lo mejor dejó una señal mucho más vasta de lo que podamosconcebir en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya nunca a José de Espronceda personalmente.José de Espronceda ha sido uno de esos seres humanos que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Apreciar lo bueno y lo malo de las personas significativas como José de Espronceda, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es una cosa fundamental para que podamos apreciar no sólo la existencia de José de Espronceda, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por José de Espronceda, aquellas personas a quienes de un modo u otro José de Espronceda influyó, y sin duda, comprender y entender cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió José de Espronceda.

Las biografías y las vidas de personas que, como José de Espronceda, atraen nuestra curiosidad, deben servirnos siempre como referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época que no son las nuestras. Hacer un esfuerzo por entender la biografía de José de Espronceda, porqué José de Espronceda vivió como lo hizo y actuó de la forma en que lo hizo durante su vida, es algo que nos ayudará por un lado a comprender mejor el alma del ser humano, y por el otro, el modo en que se mueve, de forma implacable, la historia.

Vida y Biografía de José de Espronceda

(Almendralejo, España, 1808 - Madrid, 1842) Poeta español. Hijo de una familia noble de fuerte raigambre militar, estudió con Alberto Lista, de quien se transformó en aventajado acólito. Desde muy joven se sintió atraído por la literatura y por la actividad política, aficiones las dos que definirían su trayectoria futura.

En 1823, y a causa de la ejecución del general liberal Rafael del Riego, creó, al lado de Patricio de la Escosura, una sociedad segrega en busca de la independencia cuyos jóvenes integrantes se hacían llamar los Numantinos. La opresión política que prosiguió al trienio liberal motivó su encierro en un convento de Guadalajara, donde emprendió la redacción de Don Pelayo, poema épico de corte neoclásico (que quedó inconcluso) sobre el caudillo astur Don Pelayo, mítico iniciador de la Reconquista.

Tras recuperar la independencia, regresó a Madrid, pero los hechos políticos del país lo impulsaron a marchar al extranjero. Partió hacia Gibraltar, y de allí pasó a Lisboa, de donde fue expulsado, con lo que tuvo que resguardarse en Londres, por ese momento punto de asamblea de los liberales españoles, en cuyas asambleas participó. En Londres conoció a Teresa Mancha, con quien sostuvo una accidentada relación sentimental.

Informado de los hechos revolucionarios que se generaban en el mes de julio de 1830 en París, asistió a la ciudad más importante francesa y, poco después, formó una parte de la frustrada expedición liberal del coronel Chapalangarra que procuró ingresar en España. Durante su sepa de Londres, su vieja apasionado, Teresa, había contraído matrimonio con un mercader, con lo que los dos eligieron fugarse juntos. Tras otra corto estancia en París, en 1833 retornaron a España, donde Espronceda ingresó en el cuerpo de la Guardia Real. Sus inquietudes políticas, no obstante, le valieron un destierro en Cuéllar, en 1834, y más tarde el traslado a Badajoz. También debió ocultarse tras la llegada al poder del conde de Toreno, contra cuyo gobierno se sublevó.

Durante sus breves etapas en Madrid, José de Espronceda participó activamente en la vida literaria de la ciudad más importante y, pese a sus usuales encarcelamientos y destierros, ha podido redactar sus primeras proyectos. El contacto con la poesía romántica europea (Lord Byron, Walter Scott) influyó en él poderosamente y orientó su producción poética hacia un romanticismo exaltado, exultante de ritmo, color y fantasía. En 1834 publicó Sancho Saldaña, una novela histórica, y por exactamente las mismas datas escribió múltiples comedias y el drama histórico Blanca de Borbón, editado póstumamente.

El reconocimiento público, no obstante, le llegó merced a su producción lírica, publicada desde entonces en múltiples diarios y gacetas. La aparición de su ambicioso poema que se titula El estudiante de Salamanca en el jornal El Español (1836) supuso su primer enorme éxito; revisitación del mito literario de don Juan, el héroe se tiñe en esta versión de letras y números románticos y se encara a la sociedad y a Dios desde una posición de abierta rebeldía. El demonio planeta, el segundo de sus enormes poemas, forma una visión épica y ética de la España de su tiempo, que trasciende a epopeya de la raza humana entera.

En paralelo, incrementó su actividad política, de manera especial tras la publicación del opúsculo El ministerio Mendizábal (1836), en el que incluía ideas de Saint-Simon. Por aquellas datas, la relación con Teresa era ahora insostenible y ésta le abandonó, lo que lo sumió en una fuerte depresión. Posteriormente sostuvo relaciones con Carmen de Osorio y con Bernarda de Beruete.

En septiembre de 1840, la victoria liberal y la posterior regencia de Espartero le dejaron ofrecer el salto a la primera fila de la palestra política de españa: escogido diputado a Cortes por Almería, entonces fue nombrado secretario de la legación de españa en La Haya. A su muerte, acontecida repentinamente en 1842, se consideraba el más destacable poeta español actualmente, amén de un político de prometedora trayectoria. Ello motivó que su entierro, en el que se brindaron situaciones de hondo mal habitual, fuera entre los actos mucho más tumultuarios de la temporada.

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Es cierto que conocer profundamente a José de Espronceda es algo que se reserva a un grupo limitado de personas, y que tratar de reconstruir la persona que fue y el modo en que vivió la vida de José de Espronceda es una especie de rompecabezasque tal vez consigamos rehacer si colaboramos todos juntos.

Por eso, si eres del tipo de personas que confían en que de forma cooperativa se puede crear algo mejor, y posees información acerca de la existencia de José de Espronceda, o con respecto a algún característica de su persona u creación que no hayamos observado en esta biografía, te pedimos que nos lo hagas llegar.

Las sutilezas y las peculiaridades que llenan nuestras vidas son siempre esenciales, ya que destacan la singularidad, y en el tema de la vida de alguien como José de Espronceda, que poseyó su importancia en un momento concreto de la historia, es fundamental intentar brindar un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

Sin dudarlo, contacta con nosotros para narrarnos qué sabes sobre José de Espronceda. Estaremos ilusionados de completar esta biografía con más información.