La historia de las civilizaciones la cuentan las personas queen el transcurrir de los siglos, gracias a sus obras, sus pensamientos, sus creaciones o su talento; han hecho quela humanidad, de un modo u otro,avance.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes de la relevancia que tuvo John Lee Hooker en la historia. El modo en que vivió y aquello que hizo mientras estuvo en el mundo fue decisivo no sólo para aquellas personas que frecuentaron a John Lee Hooker, sino que posiblemente dejó una señal mucho más insondable de lo que logremossospechar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a John Lee Hooker de modo personal.John Lee Hooker ha sido una persona que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.
Comprender las luces y las sombras de las personas destacadas como John Lee Hooker, personas que hacen rotar y transformarse al mundo, es algo esencial para que podamos valorar no sólo la existencia de John Lee Hooker, sino la de todos aquellos y aquellas que fueron inspiradas por John Lee Hooker, gentes a quienes de un modo u otro John Lee Hooker influyó, y indudablemente, entender y comprender cómo fue vivir en el periodo histórico y la sociedad en la que vivió John Lee Hooker.
(Clarksdale, 1917 - 2001) Cantante y guitarrista de blues estadounidense que fue el constructor y máximo exponente del boogie, una derivación cruda y contundente del blues clásico cuya predominación en el rock fué incalculable: desde los Rolling Stones o The Doors hasta Carlos Santana han interpretado sus canciones.
John Lee Hooker nació el 22 de agosto de 1917 en una granja cerca de Clarksdale, Mississippi. En múltiples oportunidades cambió él mismo su fecha de nacimiento, situándola entre 1917 y 1923, y a su muerte su familia debió corroborar la fecha genuina. Hijo de William Hooker, aparcero y pastor de la Iglesia baptista, y Minnie Ramsey, John medró adjuntado con seis hermanos y 4 hermanas en un ámbito en el que solo se encontraba tolerada la música religiosa.
A lo largo de su niñez vivió el traslado a otra granja en una plantación próxima, donde conoció a los bluesman Snooky Pryor y Jimmy Rogers (entonces Jimmy Lane). Sus progenitores se apartaron en 1928 y John fue el único hermano que quedó al precaución de su madre. Su padrastro fue el músico local de blues William Moore, que le enseñó a tocar la guitarra en el momento en que tenía trece años. Hooker relató más tarde que merced a él conoció, de pequeño, a leyendas como Blind Lemon Jefferson o Charlie Patton, que iban de visita a su casa.
En 1931 inició una secuencia de traslados, de manera frecuente como vagabundo, hacia el norte industrial, destino común de los negros sureños de su generación. Primero recaló en Memphis, donde vivió en la casa de una tía, trabajó en cines locales y tocó con Robert Lockwood. En 1935 se trasladó a Cincinnati, donde alternaba trabajos de limpiabotas o de acomodador en teatros con actuaciones en conjuntos de gospel. Después de un periodo en el ejército, se instaló en Detroit en 1943, donde se casó un par de veces (con su segunda mujer, Maude Mathis, tuvo seis hijos).
Los principios de su trayectoria musical
En Detroit basó su trayectoria musical, al transformarse en entre las atracciones de los locales de Hasting Street, en el corazón del vecindario negro de la región. Dice la historia de historia legendaria que el guitarrista T-Bone Walker le dio su primera guitarra eléctrica, con la que Hooker inventó su estilo peculiar, una mezcla del blues rural del sur con el rhythm and blues electrizado de Chicago que popularizaron Muddy Waters o Howlin Wolf.
Elmer Barbee, su mánager, le logró en 1948 la grabación de su primer simple, Boogie Chillen, anunciado en la costa Oeste por Modern Records. Fue un éxito inmediato y vendió un millón de ejemplares. También en 1949 publicó tradicionales como Hobo blues y Crawling King Snake, y en 1951 el éxito I’m in the mood, con el que logró el número uno en las listas de ventas. También publicó bajo distintas pseudónimos, como John Lee Booker, Johnny Williams o John Lee.
En sus primeras grabaciones tocaba él solo con su guitarra y marcando el ritmo con el pie, o con el acompañamiento ocasional de otro guitarrista. Por entonces actuaba con banda, pero los especialistas alardean que su peculiar sentido del ritmo le logró prescindir de ella en el estudio. Ello no le impidió tener un destacable éxito y ofrecer giras por todo el circuito rhythm and blues del país.
Múltiples generaciones de acólitos
El correoso boogie de Hooker fue un paso primordial hacia lo que sería el rock and roll de Elvis Presley. En 1955 terminó su contrato con Modern Records y fichó por la compañía Vee Jay, de Chicago, que publicó los tradicionales Dimples y Boom boom. Por entonces ahora había dejado de grabar solo, lo que resultaba un poco anacrónico para su época.
No obstante, a fines de la década, con el estancamiento del mercado del rhythm and blues, halló una audiencia entusiasta entre el público blanco fan del folk clásico. De esa época son sus grabaciones nuevamente solo y con guitarra acústica, en las que recordaba sus orígenes rurales en el delta del Mississippi. Con ellas logró influencia en todo el mundo y comenzó a efectuar giras por todo el planeta.
Su inimitable estilo, que prescindía de la rima y en ocasiones hasta de proseguir el ritmo, marcó a múltiples generaciones de músicos, desde Bob Dylan, que fue su telonero en Nueva York en 1960, hasta las estruendosas bandas de rhythm and blues británicas de los años sesenta, como los Rolling Stones, los Yardbirds o los Animals.
Discos como Black snake (1959), Wednesday evening blues (1960) o Birmingham blues (1963) aseguraron su prestigio a los dos lados del Atlántico. En 1970 se aproximó nuevamente a las corrientes de tendencia al grabar el álbum Hooker ‘n’ Heat con Canned Heat, acólitos suyos igual que tantas otras bandas sureñas, como ZZ Top. En 1979, ahora transformado en una figura histórica, logró una corto aparición en la película Blues Brothers.
Tras pasar la mayoría de los años setenta y ochenta de da un giro, en 1989 publicó The healer, con colaboraciones de Carlos Santana, Bonnie Raitt y Los Lobos. Aquel álbum fue entre los elementos clave del renacer del interés por el blues en los años noventa, merced a un público poco a poco más entusiasmado por la música «con raíces».
Paradójicamente, John Lee Hooker no conoció las ventas millonarias ni la popularidad hasta la última década de su historia, lo que enseña su insólita actividad en esos años. The healer, anunciado en el momento en que tenía setenta y un par de años, fue su disco mucho más vendido, y desde ese momento publicó otros cinco, el último de ellos The best of friends, anunciado en 1998. Con Chill out (1996) ganó un Grammy, exactamente el mismo año en que participó en el Festival por la Libertad del Tibet al lado de jóvenes figuras como Smashing Pumpkins, Fugees o Red Hot Chili Peppers. También prestó su venerable si bien dura imagen para múltiples avisos de publicidad en Estados Unidos. Su rostro apareció asimismo en sellos de Tanzania y su música sirvió de banda sonora para incontables películas y avisos televisivos de distintas países.
La muerte sorprendió a Hooker pocos días tras su último concierto, en un local de Santa Rosa, California, ratificando el viejo mito del bluesman que se despide agarrado a su guitarra y cantando. «Esto fué completamente inesperado. Tuvo a la audiencia a sus pies tres o 4 ocasiones el pasado sábado. Le agradaba el contacto con el público, y pese a su avanzada edad, no dejó de accionar hasta el desenlace», declaró su agente, Rick Bates, a la agencia Rosebud. La desolación que su pérdida ocasionó en el planeta de la música la expresó como absolutamente nadie uno de sus mucho más rendidos seguidores, el artista irlandés Van Morrison: «Es bien difícil acostumbrarse a un planeta sin él», ha dicho.
Unas semanas antes de su muerte, se había anunciado su última grabación: una colaboración para el disco de tributo a los Doors Stoned immaculated. En ella superpuso su voz al tradicional Roadhouse blues, en una inverosímil asamblea con otro mito irreproducible, Jim Morrison, conseguida merced a la tecnología.
¿Qué juicio te merece la crónica de la vida de John Lee Hooker? ¿Has hallado todo aquello que suponías que ibas a hallar?
Obviamente llegar a comprender a John Lee Hooker es algo que se reserva a muy pocas personas, y que intentar reconstruir quién fue y cómo fue la vida de John Lee Hooker es una especie de rompecabezasque a lo mejor logremos rehacer si contribuimos conjuntamente.
Por ese motivo, si eres de aquellos que creen en que colaborando se puede crear algo mejor, y tienes información acerca de la biografía de John Lee Hooker, o con respecto a algún particularidad de su persona u creación que no hayamos contemplado en esta biografía, te pedimos que nos lo envíes.
Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que marcan la diferencia, y en el tema de la vida de un ser como John Lee Hooker, que tuvo su importancia en un momento concreto de la historia, es vital intentar ofrecer una visión de su persona, vida y personalidad lo más exacta posible.
Sin dudarlo, contacta con nosotros para relatarnos qué conoces con respecto a John Lee Hooker. Estaremos ilusionados de perfilar esta biografía con más información.