John Arbuthnot Fisher

Vida y Biografía de John Arbuthnot Fisher

(John Arbuthnot Fisher de Kilverstone, primer Barón de Kilverstone; Ramboda, 1841 - Londres, 1920) Almirante británico que realizó entre los años 1904 a 1910 profundas reformas en la marina de guerra de su país que aseguraron el predominio en el mar de Gran Bretaña a lo largo de la Primera Guerra Mundial.

Fisher ingresó en la Royal Navy en el momento en que solamente contaba trece años de edad, participando en la Guerra de Crimea como guardiamarina. En el año 1860, en las costas de China, tomó parte en la conquista de Cantón. Tras especializarse en el estudio de la artillería para navíos, en 1874 fue ascendido al nivel de capitán, con el que dirigió múltiples barcos, se encargó de una escuela para tenientes de artillería y encabezó una comisión de la Royal Navy construída para comprobar las tácticas de artillería naval, bastante anticuadas por ese momento.

En el año 1882 le fue confiado a Fisher el mando del acorazado Inflexible, con el que bombardeó la localidad egipcia de Alejandría. Entre los años 1882 y 1885 dirigió la escuela de artillería naval de Porstmouth, aparte de ser entre los oficiales que mucho más luchó por llevar adelante la Naval Defense Act del año 1889. Tres años después, en 1892, fue nombrado integrante del Almirantazgo y también inspector general del armamento de la Royal Navy, labor que hizo con exactamente la misma efectividad de siempre y en todo momento. Fue ascendido a tercer lord del Almirantazgo en el año 1892.

A lo largo de la Guerra Hispano-estadounidense, Fisher fue nombrado jefe de la escuadra británica en las Indias Occidentales, puesto desde el que contribuyó a entorpecer los movimientos de los buques españoles, lo que motivó la reconciliación determinante entre Inglaterra y los Estados Unidos de América; las relaciones entre los dos países estaban por ese momento en su punto mucho más bajo. Entre los años 1899 y 1902 fue jefe de la flota británica en el Mediterráneo. En 1902 fue nombrado segundo lord del Almirantazgo, cargo en el que tan solo estuvo un par de años, para pasar, en 1904, a asumir el rango máximo de primer lord del Almirantazgo.

Entre los años 1904 y 1910, tiempo en el que Fisher estuvo al mando absoluto del Almirantazgo, dictó una sucesión de medidas que cambiaron en hondura la marina inglesa, proporcionándole una mayor efectividad y velocidad: reordenó toda la flota, atendió a la adecuación y reparación de los astilleros de navíos de guerra, incentivó en extremo la construcción de nuevos navíos para la Royal Navy, fomentó la investigación para prosperar la capacidad de maniobra, la utilización de los submarinos y de la artillería naval, y realizó un plan para substituir el carbón por el gasóleo como fuente de propulsión de los buques de guerra.

Dándose especial cuenta del aumento del poderío naval que se encontraba construyendo Alemania, John Arbuthnot Fisher fortaleció la seguridad de las costas británicas y creó un contingente de hombres en la reserva prestos a incorporarse a la Royal Navy en el momento en que brotara cualquier clase de contingencia imprevisible. Fisher asimismo fue el encargado de la construcción del acorazado Dreadnought, prototipo de los enormes acorazados modernos, que llevaba la artillería naval mucho más letal famosa hasta el momento, hasta el punto de que velozmente fue copiado por los alemanes. Cuando Alemania se lanzó de lleno a una carrera desmandada de rearme, Fisher logró persuadir al Gobierno británico a fin de que éste diese el visto bueno a la construcción de ocho acorazados blindados.

Ennoblecido en el año 1909 con el título de primer barón Fisher of Kilverstone, en el primer mes del año del año 1910 Fisher continuó formando una parte del Comité de Defensa Nacional, en cuyo puesto intentó proseguir actuando en pro del avance de la Royal Navy. Nada mucho más reventar la Primera Guerra Mundial, Fisher fue solicitado por su sustituto como primer lord del Almirantazgo, Winston Churchill, a fin de que le asesorase en su tarea. A pesar de su avanzada edad, Fisher respondió a la promesa que habían depositado en él por su enorme conocimiento y experiencia, dando un enorme impulso a las creaciones de navíos y al reclutamiento de marinos.

Tras el desastre que padeció una escuadra naval británica frente a la flota del almirante Maximilian von Spee en la guerra de Coronel, en frente de las costa chilenas, John Fisher ha propuesto concentrar en misterio toda la flota del almirante Sturdee en las islas Falkland (islas Malvinas), maniobra que permitió una contundente victoria sobre los alemanes en la guerra de las islas Falkland, el 8 de diciembre del año 1914.

No obstante, próximamente han comenzado a aparecer, entre John Fisher y Winston Churchill, inconvenientes y diferencias estratégicas respecto a de qué forma hacer la campaña asiática. Churchill pretendía hacerse a toda costa con el control del ajustado de los Dardanelos para de esta forma poder llegar hasta la ciudad más importante de Turquía y abrir un nuevo frente de guerra por el este, para envolver a las potencias centrales. Fisher, con razón como entonces se vería, tachó la táctica de improcedente y suicida, ya que no podía realizarse sin abonar un prominente coste material y de vidas humanas.

Frente a la persistencia de Churchill en efectuar la ofensiva siguiendo los proyectos trazados en un primer instante, John Fisher demandó el respaldo del Alto Mando británico y del propio Gobierno. Pero frente a la negativa o, habitualmente, el silencio que halló, Fisher no tuvo mucho más antídoto que enseñar su dimisión irrevocable, el 15 de mayo del año 1915, en queja contra la posición mantenida por Churchill. Retirado de la marina, en el año 1919 publicó en 2 volúmenes sus memorias, a las que tituló Memories and Records. Además de ésta, escribió asimismo multitud de proyectos de carácter técnico-naval.

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