John Acton

Vida y Biografía de John Acton

(John Emerich Edward Dalberg-Acton de Aldenham, primer Barón de Acton; Nápoles, 1834 - Tegernsee, 1902) Historiador inglés, asimismo llamado Lord Acton. De arraigado talante liberal, no exento de enormes dosis de moralidad, Lord Acton fue el primer pensador de relieve británico de credo católico que se opuso a la concentración del poder y mal empleo por la parte del estado, al proteger la soberanía del sujeto por encima de todas las cosas y sintetizar en sus escritos una manera de ser fuerte, democrática y con algunos tintes socialistas. Acton ejercitó una notable predominación en la concepción actualizada de la independencia, gracias más que nada a 2 oraciones suyas que han acabado transformándose en conocidos aforismos: "El poder corrompe y el poder absoluto corrompe de manera absoluta" y "La nación es responsable frente Dios de la tarea del Estado".

Era hijo único del matrimonio compuesto por sir Fernand Richard Edward Acton (1801-1837) y Marie Louise Pelline von Dalberg, heredera de un respetable título nobiliario germánico. En el año 1840, su madre volvió a casarse con lord Granville, secretario para Asuntos Exteriores del Gobierno liberal británico. Gracias a su padrastro, el joven John Acton entró prontísimo en contacto con el poderoso círculo del partido liberal Whig.

Educado en el instituto católico de Santa María de Oscott (Warwickshire), solamente terminar sus estudios primarios fue enviado a Munich. Allí conoció la metodología historicista alemana, por ese momento muy en rema y cuyo máximo exponente era el pensador católico Joseph Ignaz von Döllinger, quien abogaba por la práctica de un catolicismo liberal que prontísimo logró mella en el ánimo del joven John Acton. Mientras era estudiante, John Acton viajó por Estados Unidos y múltiples países de Europa, hasta el año 1859; al regresar finalmente a su país se instaló en la ciudad de Aldenham (Shropshire).

Exactamente el mismo año de su regreso, John Acton fue escogido integrante de la Cámara de los Comunes por la circunscripción de Carlow. Al mismo tiempo reemplazó como editor y directivo a John Henry Newman adelante de la reconocida gaceta católica The Rambler (más tarde llamada The Home and Foreign Review), tarea que debió dejar en el año 1864 gracias a las continuas críticas y al enorme malestar provocado en el seno de la Iglesia católica británica y del propio Vaticano por la línea liberal mantenida por la gaceta y por el rigorismo científico defendido por nuestro John Acton.

En el año 1869, Acton dejó la política activa, tras lo que fue nombrado par del reino, con el título de barón Acton de Aldenham, por mediación de William Gladstone, su enorme amigo y valedor. Cuatro años antes, John Acton contrajo matrimonio con la hija de un conde bávaro, Marie von Arco-Valley, con la que tuvo un hijo y tres hijas.

En el año 1870, volvió a confrontar con la Iglesia anglicana al negarse esta a admitir como válido el dogma lanzado por la Iglesia católica en el primer Concilio Vaticano sobre la infabilidad del Sumo Pontífice, para lo que mantuvo la doctrina contraria protegida por su profesor Döllinger y el conjunto alemán popular como los católicos viejos. No obstante, pese a haberse granjeado la animadversión de las altas jerarquías católicas, y de la defenestración de Döllinger en el seno de la iglesia católica, Lord Acton jamás dejó de considerarse un católico convencido.

Entre los años 1870 y 1892, Lord Acton trabajó como un intelectual sin dependencia y libre de las presiones de las instituciones académicas, siempre y en todo momento en los campos de las filosofía política y en la investigación histórica, tarea esta última donde legó a los siguientes estudiosos el término de historiador como juez ecuánime y censor ética de los hechos. En el año 1872, la Universidad de Munich le invistió doctor honoris causa, y en 1876 fue escogido integrante de honor extranjero por la Academia de Munich.

En enero de 1878, Lord Acton publicó en la gaceta Quarterly Review el ensayo que se titula Democracy in Europe, aparte de 2 cartas sobre el término de la independencia, las dos publicadas en el año 1907, The History of freedom y The History of freedom in Christianity. Estos contenidos escritos debían modificar una sección esencial del ingente emprendimiento acariciado por él mismo que jamás llegó a emprender y que exactamente se iba a titular History of freedom. En el año 1886, Acton publicó en la reconocida gaceta de historia English Historial Review, que él mismo asistió a fundar, una secuencia de ensayos sobre la actualizada ciencia histórica en Alemania y sobre el estudio de la historia en sí como especialidad autónoma de investigación. En 1892, William Gladstone premió a su enorme amigo con la concesión del cargo de gentil-hombre de cámara de la reina Victoria (lord-in-waiting).

Tres años después, el nuevo presidente británico, lord Rosebery, nombró a John Acton, por designación real, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Cambridge. En el curso inaugural leyó el ensayo Lecture on the Study of History, el que ocasionó una agradable impresión en los círculos académicos. Acton, desde su nuevo puesto de catedrático, concibió, en el año 1897, la realización de una magna obra que llamaría The Cambridge Modern History, donde llevaba a cabo sus primeros trabajos en colaboración con múltiples expertos y acólitos, la que se encontraba estructurada en 12 tomos y pretendía transformarse en un pensamiento de la objetividad histórica, del detallismo en la investigación y de la colaboración interdisciplinar.

No obstante, debido al enorme esfuerzo que puso Lord Acton en el emprendimiento como coordinador y directivo, terminó exhausto y sin solamente fuerzas para coronar el emprendimiento, y murió en el año 1902 gracias a los efectos de una parálisis cerebral sufrida un año antes. Aun de esta forma, su emprendimiento fue retomado por sus mucho más íntimos ayudantes, y en el año 1903 comenzaron a salir los primeros episodios de la obra.

El ideario político de Acton derivaba eminentemente de la tradición liberal del partido Whig, de forma especial la protegida por Edmund Burke (1729-1797) y su iniciativa de estimar al estado como el resultado de un desarrollo del avance histórico, complementada por Alexis de Tocqueville y su término de democracia popular. John Acton siempre y en todo momento se mostró como un duro opositor del término de soberanía habitual sin límites, a la que consideraba intensamente absolutista y tiránica pese a la connotación liberal que se pretendió ofrecerle tras la Revolución Francesa.

Crítico fanático del totalitarismo, Acton se mostró leal a la noción de que la independencia únicamente podía asegurarse a través de la instauración de los poderes compensatorios, o sea, el planteo whig del equilibrio constitucional. Aun de este modo, su relación con la tradición whig no dejó de ser sui generis; pensaba que la Iglesia católica había jugado anteriormente el papel de guardián de la independencia mediante su intención al derecho superior de los intereses espirituales, que tendía a detectar con la supremacía de la conciencia, y por medio de sus funcionalidades de freno a la soberanía sin límites del Estado secular.

Acton asimismo defendió el derecho a la independencia de conciencia introducida desde el triunfo de la Reforma protestante, singularmente en la manera en la que se manifestó en la Revolución De america. Al mismo tiempo, asimismo fue un enérgico crítico de las tendencias déspotas del nacionalismo en el momento en que estas se encarnaban en una nación-estado centralizado.

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