Joaquín Loriga Taboada

Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que detentó Joaquín Loriga Taboada en la historia. El modo en que vivió y lo que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para aquellas personas que conocieron a Joaquín Loriga Taboada, sino que quizá legó una huella mucho más insondable de lo que podamosimaginar en la vida de gente que tal vez jamás conocieron ni conocerán ya jamás a Joaquín Loriga Taboada de modo personal.Joaquín Loriga Taboada ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece ser recordado, y que para bien o para mal, su nombre nunca debe borrarse de la historia.

Apreciar las luces y las sombras de las personas destacadas como Joaquín Loriga Taboada, personas que hacen rodar y cambiar al mundo, es algo básica para que podamos poner en valor no sólo la vida de Joaquín Loriga Taboada, sino la de todas aquellas personas que fueron inspiradas por Joaquín Loriga Taboada, personas a quienes de de una forma u otra Joaquín Loriga Taboada influyó, y por supuesto, conocer y descifrar cómo fue el hecho de vivir en la época y la sociedad en la que vivió Joaquín Loriga Taboada.

Las biografías y las vidas de personas que, como Joaquín Loriga Taboada, cautivan nuestra atención, tienen que servirnos siempre como punto de referencia y reflexión para conferir un marco y un contexto a otra sociedad y otra época de la historia que no son las nuestras. Intentar comprender la biografía de Joaquín Loriga Taboada, el motivo por el cual Joaquín Loriga Taboada vivió del modo en que lo hizo y actuó del modo en que lo hizo a lo largo de su vida, es algo que nos impulsará por un lado a conocer mejor el alma del ser humano, y por el otro, la forma en que se mueve, de forma inexorable, la historia.

Vida y Biografía de Joaquín Loriga Taboada

(Lalín, 1895 - Madrid, 1927) Piloto militar español que efectuó, adjuntado con otros 2 pilotos y tres mecánicos, el vuelo Madrid-Manila de la escuadrilla Elcano. Pertenecía al estirpe gallego de los Loriga, cuya casa solariega se encontraba en la ciudad de Sirgas, en La Coruña. Ingresó en el ejército, en el arma de artillería, y efectuó el curso de habilitación para conduzco en la promoción de 1920-1921. Como capitán de artillería llegó a ser considerado como entre los pilotos mucho más eficientes que existían en el Servicio de Aviación Militar de España, lo que ha podido probar en el momento en que fue designado a Marruecos y participó en la Guerra del Rif.

Su accionar fue tan señalado a lo largo del combate y probó tal capacitación que, a lo largo de los últimos meses del año 1922, recibió como destino el mando de la tercera escuadrilla, constituida por aeronaves De Havilland DH-4. Esta escuadrilla tenía su base en la plaza de soberanía norteafricana de Melilla, que entonces formaba una parte de protectorado del Marruecos español.

Desde mayo de 1923, la guerra se acentuó y la escuadrilla de Lóriga se dedicó al abastecimiento de situaciones que estaban asediadas por los rebeldes rifeños. Igualmente cooperaron con el ejército en que se levantase el cerco a estas situaciones. Unos meses después, ahora en el mes de agosto, recibió como condecoración la Medalla Militar por los servicios prestados. En mayo de 1924, el día 23, los DH-4 hicieron una incursión aérea donde destrozaron el único avión de las tropas rifeñas.

En agosto de 1924, un nuevo destino le llevó ahora a la Península. Allí se dirigió al aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid, en calidad de jefe de la escuadrilla de clasificación, que era aquella en la que los pilotos recibían enseñanza de transformación. Aquí fue donde, en 1926, efectuó la primera prueba exitosamente del autogiro de Juan de la Cierva, en un vuelo desde el aeródromo de Cuatro Vientos hasta Getafe. Loriga vio el aparato, que tenía el nombre C-6, absolutamente desactivado en la Escuadrilla de Experimentación, y deseó probarlo, para lo que charló con el inventor y se ofreció para su pilotaje, cosa que logró, tras una corto explicación de De la Cierva, en el citado vuelo.

Desde su puesto en Cuatro Vientos nació la iniciativa de efectuar una expedición aérea (raid) que enlazase España con Filipinas. La motivación para este viaje vino dada en 1926, en el momento en que el conduzco verificó que aún no existía link aéreo alguno entre Europa y Extremo Oriente, si bien Francia y Gran Bretaña estaban aprendiendo la oportunidad de este link con sus pertenencias en el sudeste de Asia.

Desde ese instante los pilotos españoles Rafael Martínez Esteve, Eduardo González Gallarza y nuestro Loriga inventaron el raid Madrid-Manila y lo justificaron por ser esta una vieja colonia de España que aún sostenía varios nudos con la metrópoli; en verdad, aún existía un sinnúmero de población de españa o de origen español, aparte de que la población indígena tenía en mejor cree la temporada donde la dominación era de españa, en comparación con la que en esos instantes ejercitaban los Estados Unidos.

El emprendimiento, sin embargo, no carecía de adversidades, y debió planificarse esmeradamente. La distancia que se pretendió recorrer era de diecisiete mil ochocientos km, con un total de ciento seis horas y quince minutos de vuelo. Se dividió la distancia en diecisiete etapas y se eligieron esmeradamente los aparatos con los que se iba a volar y la tripulación acompañante, aparte de los mecánicos de exactamente los mismos. Los aeroplanos Breguet XIX eran aparatos biplazas de cabinas abiertas en tándem, los más destacados con los que contaba por entonces en las fuerzas armadas españolas. Tenían una aptitud de comburente de novecientos litros, lo que le dejaba una autonomía de unos mil quinientos km. El mayor inconveniente era la carga que aceptaban, de solo doscientos veinte kilos, que debían ser delegados entre el peso del conduzco y el mecánico, las porciones de comida (para cinco días) y las herramientas básicas.

Cuando concluía cada etapa, los pilotos descansaban, mientras que los mecánicos examinaban los aparatos. Cuando se empezaba el vuelo, el mecánico intentaba reposar en la cabina posterior. Cuando al fin llegaron a su destino, el recibimiento en la ciudad más importante filipina fue pasmante, tal como la influencia que tuvo el viaje tanto dentro como fuera de España. Loriga Taboada salió hacia Macao y allí se reunió con su mecánico, desmontaron el avión, lo embalaron y lo embarcaron en el vapor Claudio López con destino a España. El mismo día que retornaba a Madrid, Loriga murió en Cuatro Vientos, en el momento en que se estrelló el avión que conducía.

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¿Qué piensas de la existencia de Joaquín Loriga Taboada? ¿Hallaste todo aquello que pensabas que ibas a hallar?

Está claro que conocer en profundidad a Joaquín Loriga Taboada es algo que se reserva a escasas personas, y que intentar reconstruir quién y cómo fue la vida de Joaquín Loriga Taboada es una suerte de enigmaque con bastante probabilidad lleguemos a rehacer si colaboramos todos a la vez.

Por eso, si eres de aquellos que confían en que de forma cooperativa es posible crear algo mejor, y conservas información acerca de la vida de Joaquín Loriga Taboada, o acerca de algún característica de su figura u obra que no se observe en esta biografía, te solicitamos que nos lo hagas llegar.

Los matices y las sutilezas que llenan nuestras vidas son en todos los casos determinantes, ya que marcan la diferencia, y en el caso de la vida de alguien como Joaquín Loriga Taboada, que poseyó su significación en una época determinada, es imprescindible tratar de ofrecer una perspectiva de su persona, vida y personalidad lo más rigurosa posible.

No lo dudes y contacta con nosotros para relatarnos qué conoces en relación con Joaquín Loriga Taboada. Estaremos encantados de perfeccionar esta biografía con más información.