La historia de las civilizaciones la narran aquellas personas quea lo largo de los siglos, gracias a su proceder, sus ideas, sus innovaciones o su ingenio; han originado quela civilización, de una forma u otra,prospere.
Ya sea inspirando a más personas o formando parte de la acción. Joaquín Costa es uno de esos seres humanos cuya vida, en efecto, merece nuestra consideración por el grado de influencia que tuvo en la historia.Comprender la vida de Joaquín Costa es conocer más acerca de periodo preciso de la historia del género humano.
Si has llegado hasta aquí es porque eres sabedor de la importancia que atesoró Joaquín Costa en la historia. Cómo vivió y aquello que hizo mientras permaneció en la tierra fue decisivo no sólo para las personas que conocieron a Joaquín Costa, sino que posiblemente legó una señal mucho más honda de lo que podamosfigurar en la vida de gente que tal vez nunca conocieron ni conocerán ya nunca a Joaquín Costa en persona.Joaquín Costa ha sido un ser humano que, por algún motivo, merece no ser olvidado, y que para bien o para mal, su nombre jamás debe borrarse de la historia.
(Joaquín Costa y Martínez; Monzón, Huesca, 1846 - Graus, Huesca, 1911) Jurista, historiador y erudito español representativo del movimiento regeneracionista. Procedente de una familia campesina modesta, logró estudiar en la Universidad de Madrid, doctorándose en Derecho (1872) y Filosofía y Letras (1873). Su dedicación a la docencia se vio truncada por la angosta política universitaria actualmente, que le decantó hacia otras ocupaciones como la de notario, letrado de Hacienda y instructor de la Institución Libre de Enseñanza.
Próximamente empezó a distinguirse por sus charlas, productos y ensayos sobre múltiples puntos de la verdad de españa, que le señalaban como un intelectual populista, crítico y sagaz, relacionado al krausismo (la corriente filosófica de los seguidores de Karl Krause). La crisis agrícola de finales del siglo XIX y, más que nada, la convulsión que padeció la conciencia nacional de españa con la derrota en la guerra en frente de Estados Unidos y la consiguiente pérdida de las pertenencias coloniales de Cuba, Puerto Rico y Filipinas (1898), le estimularon en sus asaltos al orden predeterminado y la búsqueda de proposiciones de cambio.
Postuló la restauración de la economía y de la sociedad agrarias desde las tradiciones españolas (Colectivismo agrario en España, 1898) y de una política de promuevo (Política hidráulica, 1911), como base para la reconstrucción del país y su inserción entre las potencias de europa (Reconstrucción y europeización de España, 1900).
Pese a sus convicciones republicanas, hasta los años noventa no había participado en la política activa; en 1896 fracasó en su primer intento por hacerse seleccionar diputado, acentuando desde ese momento la crítica al dominio de los caciques en el medio rural, que corrompía las selecciones y tergiversaba el sentido del sistema parlamentario (Oligarquía y caciquismo como la manera de hoy de gobierno de España, 1901-02). Consciente de que los vicios caciquiles eran recurrentes a todos y cada uno de los partidos del régimen de la Restauración, encauzó su actividad política mediante organizaciones nuevamente tipo, como la Liga de Contribuyentes de Ribagorza o la Cámara Agrícola del Alto Aragón.
En 1899 estas instituciones se unificaron con otras afines, dando rincón a la Liga Nacional de Productores; y en 1900 convergieron con la Asamblea de Cámaras de Comercio de Basilio Paraíso, formando la Unión Nacional. Aquel conjunto de presión regeneracionista resultó poco eficiente, con lo que Costa decidió abandonarlo en 1903, presentándose a las selecciones en las listas de la Unión Republicana. Su especial estado de salud no le dejó ocupar el escaño, retirándose en aquel mismo año a Graus.
Sus críticas al régimen oligárquico de la Restauración, al que culpaba del atraso nacional, expresaban la frustración de las clases medias españolas frente a la pobreza del país y su incapacidad para dotarse de un sistema político moderno; pero, en la medida en que confiaba para solventarlo en la actuación personal de un «cirujano de hierro» de manera fuerte para desarmar el caciquismo, adelantaba la solución déspota que llegaría con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, con lo que se ha relacionado a Costa con los orígenes del pensamiento fascista.
¿Qué te ha parecido la crónica de la vida de Joaquín Costa? ¿Hallaste todo aquello que pensabas que ibas a hallar?
Está claro que conocer profundamente a Joaquín Costa es algo que está reservado a pocas personas, y que tratar de reconstruir quién fue y cómo fue la vida de Joaquín Costa es una suerte de puzzleque posiblemente consigamos reconstruir si colaboramos todos a la vez.
Debido a esto, si eres de esas personas que confían en que de modo colaborativo se puede elaborar algo mejor, y tienes información acerca de la biografía de Joaquín Costa, o en relación con algún característica de su personalidad u obra que no hayamos contemplado en esta biografía, te solicitamos que nos lo envíes.
Las sutilezas y las peculiaridades que ocupan nuestras vidas son siempre fundamentales, ya que perfilan la diversidad, y en el caso de la vida de alguien como Joaquín Costa, que tuvo su significación en un momento histórico concreto, es vital tratar de ofrecer un aspecto de su persona, vida y personalidad lo más precisa posible.
No lo dudes y contacta con nosotros para contarnos qué sabes tú sobre Joaquín Costa. Estaremos complacidos de ultimar esta biografía con más información.